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Bendita adolescencia

Bendita adolescencia

Este club, no me canso de decirlo, lo formáis todas, esas #malasmadres que se toman el día a día con humor, sin juzgar a las demás. Por eso nos encanta cuando nos escribís para formar parte. No tendría sentido si sólo escribiera yo porque no es un blog personal, para mí es una comunidad emocional donde madres con intereses comunes podemos desahogarnos, hablar, compartir y aprender. Vuestras experiencias ayudan a otras madres y nos enriquecen, aportando distintos puntos de vista de la maternidad, pero siempre con un objetivo común: desmitificar la maternidad e intentar alejarnos de ese sentimiento de culpa que nos acecha a diario. ¿Cómo? Pues asumiendo que no llegamos a todo y trabajando el equilibrio, uno de los aspectos fundamentales para Sonia López, nuestra colaboradora de hoy. Su blog comienza con su filosofía de vida: “Busco el equilibro entre los pilares de mi vida: mi familia, mi trabajo y el deporte. La vida me dió una segunda oportunidad e intento cada día agradecérselo. Me siento una previlegiada por tener a tanta gente a mi alrededor que me hace ser cada día un poco mejor”.

Porque losbuenoshijos crecerán y algún día serán adolescentes.

* La podéis seguir en su BLOG y en @sonpa70

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Cuando pensábamos que lo más duro de ser una #malamadre serían las interminables noches en vela, los llantos sin saber qué le pasaba, superar las temibles rabietas donde se convertían en gremlins, aguantar el hoy no quiero hacer los deberes en la etapa escolar, todas las enfermedades acabadas en ‘itis’ o tragarse las somníferas películas de Disney, llega a nuestras vidas, la bendita adolescencia. Es lo que tienen los niños, que les da por crecer sin pedirnos permiso.

Ese día que, sin esperarlo, sin saber por qué, abres la habitación de tu hijo y te das cuenta que aquel hermoso niño rechoncho y risueño, que hacía las delicias de las abuelas de tu calle y te miraba con adoración, se ha convertido en una persona irreconocible. Un espécimen al que le apestan los pies, te arruina en desodorantes y comida, ha cambiado sus besos por leves gestos de cabeza, utiliza un vocabulario que parece japonés y pide sin cesar libertad e intimidad. Tu adorable angelito empieza a ver horrendo tu nuevo peinado, te recuerda que debes teñirte o te dice que con ese vestido pareces una ballena. Su habitación se convierte en una guarida desordenada donde cavila sin cesar e intenta estar permanentemente conectado a la red. La adolescencia ha poseído a nuestros hijos y nadie sabe cómo ha sucedido.
Si hasta ahora no nos habían servido los mágicos manuales, esta etapa se convierte en un complejo mapa de carreteras difícil de entender. Una fase que parece desequilibrar todo. ¡Ni el mejor GPS nos salvará!

Pero un momento, no nos alarmemos, admitamos que es una etapa compleja. Armémonos de paciencia, confiemos, fijemos expectativas realistas. Actuemos de forma inteligente. Respetemos su intimidad, su forma de afrontar los retos. Es el mejor momento de amortizar las clases de yoga y meditación que tantos años hemos pagado para conseguir integrar nuestro cerebro límbico y no el primitivo. Tengamos mucho sentido del humor y gritemos sobre un cojín cuando estemos a punto de echarles de casa con un billete con destino a la China.

Conectemos con ellos, estemos al mismo bando de la trinchera, seamos padres eficaces. Respetemos que viven una etapa tumultuosa y confusa, llena de experimentación, de cambio, de crisis. Este tsunami nos parecerá una tímida ola. Los adolescentes son enérgicos, idealistas, arriesgados, desinteresados, independientes, insolentes con gracia, deseosos de crecer y de tomar sus propias decisiones. Dejémosle que aprendan a ser adultos. Quizás es el momento ideal para contagiarnos de sus ganas de comerse el mundo y de soñar que hemos ido perdiendo con el paso de los años.
Vivamos los momentos de tensión, conflicto y oposicionismo como un intento profundo de ir afirmando su nueva identidad. Intentemos no venderlos por internet. Ahora es el momento de estar lo más presente posible. Seamos mamás y no amigas. Dejemos bien claro lo que está o no permitido. Escuchemos, ayudemos sin juzgar evitando el “ya te lo decía yo”, aconsejemos pero no impongamos nuestra forma de hacer las cosas. No permitamos que cometan nuestros mismos errores. Admitamos que estarán llenos de falsos inicios, opiniones equivocadas, errores, acciones impulsivas, fracasos y lealtades cruzadas. Todo formará parte de su aprendizaje.

Hablemos con ellos de temas complicados, sin miedo, mantengamos abiertos los canales de comunicación, seamos empáticas con sus preocupaciones, escojamos las batallas que consideremos realmente importantes. Consigamos que compartan sus sueños, miedos, éxitos y fracasos. Acompañemos dejando la distancia necesaria para que no piensen que somos espías de la CIA.

Empoderemos, comprendamos sus cambios de humor, su temperamento, sus canjes de imagen constantes, sus emociones exageradas, su nueva forma de expresar sentimientos. Volvamos a intentar no enviarlos a estudiar a la fría Rusia.

Aprovechemos de ellos para aprender a enfocar de manera diferente nuestros problemas y escuchar su visión sobre temas. No imitemos la largura de sus faldas, ya no nos quedan bien.

Respetemos su necesidad de comprar mascotas sin parar, de hacer fotos de todo, de que wassapeen con los amigos aunque se estén rozando con los codos. Hagámosles creer que no entendemos por qué la horrorosa música que escuchan no esté en el programa del Liceo. Admitamos que nunca les ganaremos a la videoconsola.

Aceptemos a sus amigos aunque nos parezcan antiestéticos, melenudos y algo desaliñados, carentes de buen gusto por las enormes gorras que les tapan los ojos, las estrechas camisetas o sus peinados que los excluyen de cualquier curso de protocolo. Marquemos nuestro territorio con una mirada amigable pero intimidadora cuando les abramos la puerta y les digamos buenas tardes y ellos sólo nos contesten: eiiiii!

Ayudémosles a crear su propio territorio sin tener que recurrir a máscaras ni personajes y a creer en lo imposible.

A que vivan apasionadamente, a ser intrépidos, a ser adultos libres.Disfrutemos de sus esporádicos, pero intensos, abrazos que parecen que vayan a rompernos la clavícula, de noches de pizzas, de sagas de zombis o vampiros. De horas y horas de prácticas con el skate escondidos en el parking oscuro y húmedo para que nadie les vea caer. De tardes de tiendas horribles con la música a punto de perforar nuestros tímpanos y de visita de salas de tatuajes que nunca le vamos a dejar hacer. Admitamos que ahora los donuts se llaman dunkin, son azules y tienen ojos, por mucho que nos pese y nos moleste. Entendamos que se hagan los locos al encontrarnos por la calle y estén con sus amigos. ¿Quién no lo ha hecho alguna vez?

Favorezcamos que crezcan en todas las direcciones, en todas las que quieran, descubrámosle la pasión por la vida. Ofrezcámosle dos grandes regalos: raíces y alas. Y si se pierden…no tengamos miedo a perdernos con ellos también.

Y tú, ¿qué es lo que más te preocupa de la adolescencia? Sonia contestará vuestros comentarios.

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Han comentado...

  1. Tengo 2 adolescentes de sexos distintos y otra ya pre-… y nada, aquí voy sobreviviendo aunque hay cosas que llevo fatal!! Hay días que lo llevo mejor que otros… hoy por ejemplo, desaparecería de casa a la de ya!
    Keep calm!!! en ello andamos!!

  2. Hola Sonia;

    Me guardo este post para releerlo en el futuro, ahora la adolescencia me pilla muy lejana, pero reconozco que es lo que más miedo me da.

    Es verdad, que tonterías hemos hecho todo y tenemos que equivocarnos, pero nuestros pequeños, no, jajajaja.

    Gracias.

    1. Espero que te haya gustado. Aprovecha para comerte a tus hijos ahora que son pequeños ya que cuando se hagan grandes será imposible 🙂

  3. Hoy hablo yo también de la adolescencia y pre-adolescencia en mi blog pero desde luego, sin tanta paciencia como la que se intuye en tu post. De hecho, me lo voy a leer otra vez a ver si consigo que algo se me impregne. Aunque creo que tu hablas desde la perspectiva de la edad del pavo de un chico y yo desde la de una chica que, a mi me está resultando mucho más complicada. He encontrado también un libro sobre la Edad del Pavo publicado por Alejandra Vallejo-Najera que creo que me compraré sin remedio. Besos y gracias por tu perspectiva. ¡Me hace mucha falta!

    1. Muchas gracias por tus palabras. Creo que cada vez que perdemos los nervios estamos perdiendo una batalla. La paciencia, el buen humor y darle la importancia justa a las cosas nos facilitará mostrarnos más empaticos. Muchos ánimos

  4. ya era hora.Menos mal llego la hora de abordar el tema adolescencia.Pensaba que nunca llegaría,cuando leo los post de lactactes,primeros pasos,regurgitaciones varias siento nostalgia y a veces quisiera volver al pasado ,pero el pasado pasado esta, y yo con una buenahija en plena adolescencia ( 14 años) me dan ganas de salir corriendo y gritar socorro.Ha pasado de casi ponerse a llorar por la hora del baño,a estar en el como si fuera una estancia principal de la vivienda.
    Lleva un año académico de pena y el idioma eso es otra habla como en otro dialecto indescifrable, encima dice mamá te estas quedando sorda y yo le digo no eres tu hija que no vocalizas.Cuando sale del insti tengo que darle un plazo de hora u hora y media para que se sacuda toda la imbecilidad adquirida durante la mañana de clases.

    y para colmo este verano me quedo sin vacaciones en la playa,me niego a pasar otras como el año pasado vine mas estresada que me fui, mamá cuando nos vamos fue el primer dia y asi 10 benditos días.

    En fin son nuestros pequeños grandes monstruos que se hacen adultos y a mi me encanta verla crecer , y supongo que todas estas cosas se iran normalizando con el tiempo.

    Solo le pido a un ser supremo que me de grandes dosis de paciencia para abordar el tema y todo lo que me queda estoy empezando ahora.

    Un fuerte abrazo
    y gracias por todo.

    1. Tu tranquila Ana seguro que si las #malasmadres hacemos un encargo conjunto de paciencia los portes nos salen más baratos!!

  5. Llorando me teneis…madre mia. En mi casa hay una señora mas alta que yo, criticona, el mundo esta en su contra, su madre esta loca, sus heman@os son unos crios, y se parece a mi a su edad! Sera malamadre fijo…la buenabuela me vaticino un futuro con hijos como yo de problematicos. Y amen!

    1. Ja, ja el humor es la base de todo. Si no podemos con ellos nos deberemos aliar!!

  6. Totalmente de acuerdo con lo que escribes. Dejan de ser esos niños y se convierten en unos chavales, estupendos…a ratos distantes, silenciosos,nada cariñosos.Pero… que abrazos cuando los dan!!! Los mejores!! Y el orgullo, cuando los miras y los ves tan “gigantes” ¿cuando se han hecho así de mayores?
    Solo hay que confiar en ellos,seguro que hemos hecho bien las cosas y no nos van a defraudar. Aunque como malasmadres no podremos evitar preocuparnos, sabemos que pasará. Y como ahora sin darnos cuenta dentro de unos años estaremos mirando a unos hombres y mujeres también estupendos.

  7. ¡Qué dicha encontrar esto! Tengo uno de 14 (y dos más de 9 y 6) y la descripción de esta etapa ha sido al pelo.

    Me preocupa más que nada cómo mi hijo resiente la diferencia en trato con sus hermanos. A él se le exigen cosas de muchachos de 14 y a los otros… pues no. Tratamos de que todos tengan responsabilidades, pero es obvio que le exigimos más al de 14. ¿Será un error? ¿Tomará represalias por sentirse destronado y no ser ya el bebé de mamá y papá?

    Abrazos fuertes desde este lado del charco!

    1. Todos los niños deben tener responsabilidades. Si él tiene más es normal porque es mayor pero también deberiais premiarlo y darle previlegios por ocupar este puesto. Así verá que lo teneis muy presente!

  8. Cuando mi hija mayor (19) todavia arrastra adolescencia, mi hijo (14) ya está de lleno en ella. No hay tregua ni descanso. Lo que vale la pena es que ahora que ellos son más independientes, nosotros también. Si hay que salir se sale, ellos, nosotros, juntos, separados…

    1. Esta debe ser la actitud. Sin olvidar que somos sus madres y no sus amigas hay que dejarse contagiar por la espontaniedad que ellos tienen y que nosotros hemos ido perdiendo con el paso de los años!!

  9. hola! me encanta como se lee todo, y me hubiera encantado que mi adolescente fuera como el que aquí se lee. con 16 ahora, llevamos (buenpadre (adoptivo) y yo) lidiando con todas las etapas conocidas y no conocidas de esta etapa. terrible mas que educativo, desesperante y frustrante más que evolutiva. con decirte que hoy por hoy, estamos esperando “que pase la etapa” que corra el tiempo, para ver si así todos respiramos aire fresco. mi historia es larga, aquí he tratado de resumir un poco. nos sentimos tristes y frustrados, con la típica pregunta ¿que debemos/podemos hacer MAS?… en fin, gracias por leer. saludos.

    1. Ana Cristina es muy difícily por más q busques no traen instrucciones. Creo q la cosa va mucho de respeto mutuo y q no nos vean como enemigos, aunque a veces es inevitable. Ánimo cielo seguro q lo estáis haciendo genial. Aquí estoy para lo q necesites. Besos

      1. Yo creo que la base para que todo fluya lo mejor posible es mantener los canales de comunicación abiertos!! Aprendemos a escucharlos y no cuestionarlos.

    2. Hola Ana! Lo primero que hay que hacer es no tirar la toalla. Soy muy consciente de lo duro que es pero es el momento de seguir marcando límites y mostrarnos comunicativos con ellos. Mi abuela siempre decía que “quien la sigue la consigue” así que a continuar trabajando!

    3. Ana ya se que se hace muy duro pero teneis que seguir trabajando para que todo llegue a fluir. Limites claros, refuerzo positivo, vias de comunicación bien abiertas, mostrarse empático,…

  10. Me encanta como lo describes. Aquí trimadre con uno en plena adolescencia (16) y otro de camino (11). Qué queréis q os diga, me siento orgullosa de mí misma. Porque lo he conseguido, después de casi 4 años de tira y afloja hemos llegado a ese nivel en el q somos madre e hijo sin importar la edad. Pero lo mío me ha costao eh. Muchos días de pensar “me largo y vuelvo cuando tenga 20 años!” Es un duelo sin espadas, al principio protestan por TODO, ya no quieren acompañar a los buenospadres a ningún sitio, “por dió, q me vean con mis padres? Acabaría con mi vida social para siempre!!!” Yo fui muy rebelde en mis tiempos, y creo q la fórmula mágica está en recordar q no siempre fuimos adultos. No soy su amiga, soy su madre pero intento ponerme en su lugar. A mis 40 años ya he sido suegra (qué palabra más fea joé) y he dejado de serlo (gracias señó). Ahora sí puedo decir q me lo cuenta todo (nunca es todo realmente). Me gusta hablar con él, me gusta la persona en la q se está convirtiendo y en realidad creo q es pq tiene una #malamadre. Porque le he enseñado a q tiene q ser feliz, a q no todo es blanco o negro, a q no hay q renunciar a una cosa para tener otra. Parezco el dalai lama coño! No es un camino de rosas, hemos tenido discusiones, comparaciones con otros padres “pues el padre de tal le deja hasta tal hora” “pues dile q te adopte!”. Hasta q al fin un buen día comprendió “si no puedes con el enemigo únete a él” jajaja. No es un excelente estudiante, más bien inteligente pero vago, no tiene su habitación perfecta pero yo tampoco, pero tiene un no sé qué que me encanta, aunque a veces lo mataría y echaría sus restos a los buitres (lo cortés no quita lo valiente). En fin no os aburro más, a ver si con los dos siguientes me sale la cosa tan bien y esos primeros años de martirio se reducen a la mitad. Chicas estoy criando a un futuro buenpadre para q sepa estar con una futura #malamadre. Besos a todas y perdón por el rollo.

    1. me ha encantado saber de tu historia. lo has hecho genial, disfrutalo mucho! saludos

    2. Yo siempre creo que la constancia siempre da sus frutos. La educación para mi es como una carrera de fondo. Hace falta entrenar cada día un poco para llegar a meta.

  11. Me ha encantado el post y todos vuestros comentarios.
    Mi bebé tiene aún 7 meses, pero tomo nota desde ya de todos los consejos. Muy buenos, sí señoras!

    Antònia, me encanta tu sentido del humor. Y Silvia, lo de “hostiolitos” me ha encantado! JAAJAJAJ

    1. Muchas gracias Ruth me alegra que te haya gustado. Pero cuidado que el tiempo pasa volando y es bueno ir tomando nota. Un abrazo!

  12. Ay la que se me viene encima! Ya tengo una preadolescente y la cosa empieza a ponerse peluda (ella no, la situación eh?).

    Me encanta que de vez en cuando no se hable sólo de bebés, que parece que no vayan a crecer nunca.. Madre prevenida vale por dos 🙂

    1. Ya puedes ir encargando en algún sitio grandes cajas de paciencia y sentido del humor!!

  13. Muy buenos los consejos. Ya veré cuando me toque cómo lidio con el tema, desde mi primer embarazo (no desde que nació mi hija, desde el embarazo) lo que me ha preocupado más de la maternidad ha sido precisamente la adolescencia…

  14. “hostiolitos” les llama una amiga. Tengo una de 16 a la que le suelo decir con toda dulzura “quererte te quiero porque ya no queda otra, pero aguantarte, lo que se dice aguantarte, no te aguanto.” Dicho esto, tengo otra de 22 y no recuerdo su época “hostiolito”, así que, o fue más llevadera o se olvida, como todo lo malo. ¡Ánimo y paciencia!

  15. Me apunto con urgencia a lo de Siberia igual pillamos un Atrapalo.com y puede ser mañanaaaaaa.Tengo un chico de 16 y una chica de 18, acabados de cumplir, cuando eran pequeños estaba agotada porque no paraban un momento pero cada dia me digo a mi misma: “que etapa más bonita” y ahora me acuesto cansada y sion ganas de nada de nada porque mi cabeza cualquier dia explotará. Es verdad, que son una fuente inagotable de energia, pero yo estoy pasando esa edad….. en la que las buenasmadres estamos cambiando…. cierto es, que mis clases de Bodybalance, yoga y estiraminetos, llegan a a relajarme, pero luego….. vuelvo. los adoro, me rio con ellos, me divierten sus vidas…. pero cuando las cosas se ponen “tontas” me agoto……. Sonia esto dura muchos años????? necesito respuesta jajajajajajajajaj

    1. Ummmm podría engañarte pero la etapa dura unos cuantos añitos. Demosle la vuelta a la tortilla y aprovechemos para disfrutar de ellos porque pronto volaran del nido.
      Yo soy maratoniana así que cualquier día empiezo a correr y no paro, je je

  16. Apuntado el tema Siberia, creo que al buenpadre le saldrá mejor que el colegio en Suiza… Mi prepre (o sea, preadolescente de 6 años) apunta maneras.. Y sí, me lo tomo con humor. Aunque a veces sea humor macabro…
    estoy de acuerdo con los límites, espero que sean la clave para que la adolescencia no sea tan terrible como la pintan..
    Y me encanta que se hable de ello!! Sonia, quedas invitada a postear con nosotras la próxima semana en el blog de @MerakLuna, Ciclogenesis Implosiva. Una vez al mes, hablamos de adolescentes y todos sus desvaríos.. ¿contaremos contigo? #hayvidadespuesdelos6

  17. Hola!Gracias por vuestros comentarios! Yo creo que la base es tener muchooooo sentido del humor, toneladas de paciencia y dar la importancia necesaria a las cosas.
    Os invito a contagiarnos de la espontaniedad y las ganas de comerse el mundo que tienen nuestros hijos.
    Además tenemos la gran ventaja que si fletamos todas juntas un avión a Siberia nos saldrá mucho más económico!!

  18. Perdonad les erreurs de frappe del coment anterior. Necesito un teclado nuevo o unas gafas nuevas o ambas cosas. Las peleas esas sobre la hora de volver de la discoteca. Ni se os ocurra decirles a las dos o a las tres, Es mucho mejor desde bien jóvenes decireles: vosotros mismos. Cuando se acabe el mogollón y recordad que mañana hay escuela. A nosotros nos fue de fábula mientras en otras familias tenían follones día sí, día también. ¡Ja, ja, ja! Nunca se pasaron de rosca. Una táctica infalible.

    1. Darles autonomia y confiar en ellos es la base de todo!! Debemos conseguir tener jóvenes comunicativos y con ganas de compartir cosas con nosotros!

  19. No sabes como entiendo lo que explicas en este post. Tengo en casa una “locuela” de casi 15 años y me ha dado la vuelta a la vida. Benditos bebés y noches sin dormir …
    Vivo sin vivir en mí!!!
    Gracias por hacerme sentir un poquito “menos malamadre”.
    Susana

  20. lo bueno de la adolescencia es que se pasa con el tiempo. llega el día en que necesitas usar el cuarto de baño y está ocupado con tus niñas que toman la enésima ducha del día o que tu sombra de ojos se termina antes de lo normal o que la botella de colonia dismunuye de ayer para hoy. También puedes darte un susto morrocotudo y que tu pequeña del alma te diga que se va a hacer una mechas y vuelve a casa rapada y teñida de rubia platino o con una permanente que parece una escarola, pero nada, cosas menores que tienen remedio porque el pelo crece ¿o no? ¡Ah! y se me olvidaba la pelu la pagas tú. Lo sabes el sábado próximo cuando vas y la peluquera te dice: ¿te añado lo de tu niña? ¿Y qué vas a hacer? Pues pagar y callar porque si lo hacemos con hacienda ¡qué no haremos por la prole! O que un día aparezca con un piercing en el ombligo ¡ejem! o un tatoo en la espalda que lo flipas.
    Son adultas que viven en el campus pero que los finesde vuelven a casa como el turrón, con la ropa sucia y te comentan con voz de sirena ¡Mamá qué rico este estofado! Y claro te pasas la tarde haciendo más para llenar unos túpers que no van a devolverte la semana que viene, así que es básico tener un arsenal de ellos o guardar esos de los chinos.
    Se hacen mayores y entonces se invierten los papeles yson ellos los que hacen de papis y tú de niña pillada con los dedos en la mermelada. La nuestra mayor, nunca se lo voy a perdonar, no me dío un euro miserable para comprar una cocacola en pleno desierto del Sahara en un día de calor que te mueres. No, bebed agua, que hay que guardar el dinero, Y su hermana 20 meses menor y yo suplicando cual bebés ¡porfa! ¡porfa! pues nada ni por esas. Y puede que se vuelvan tan formales que vosotras, malas madres, os apetezca una camiseta de Custo o de Desigual y ¡qué coño! os la compréis y cuando os la vean puesta os digan ¡Mamá, que no tienes quince años! Cuando eso ocurra, ¡celebradlo! son adultas del todo. Ánimo, suerte y al toro. Y recordad: los defectos compartidos son cómodos como las zapatillas.

    1. Ja, ja la verdad es que el buen humos es la base de todo!! En muchas ocasiones nos tomamos todo muy a pecho!

  21. Oh! Un post precioso, cierto, alentador!!
    Comparto el modo de ver, aunque admito que a menudo me pongo a la cola de la taquilla de venta de billetes a Siberia. Me encanta leer escritos como este que me sosiegan y me devuelven al lugar en el que quiero estar, aunque no siempre lo consiga.
    ¡Gracias, Sonia! 🙂

  22. Todo tiene que estar hablado antes de esa “terrible” etapa. TODO, para poder seguir hablando.
    No vale hablarles de cigüeñas hasta los 12 y sentarte a los 13 a explicarle los orígenes de la vida.
    Muy pocos límites, pero muy claros y mucha confianza en ellos.
    Y muchos besos y muchas risas

    1. Ser constantes y comunicativos será la base de todo! Construiremos una base sólida en la educación de nuestros retoños.

  23. hola Sonia

    Me encanta que tratemos temas que no sean sólo de bebés…
    Mi hijo mayor tiene todavía 8 años, pero empiezo a asomarme a esa edad del pavo y me entra pavor….Me parece muy difícil estar sin molestar, vigilar sin inmiscuirme, supervisar sin controlar….Uf. son tantos matices….Pero imagino que lo importante son las bases sentadas hasta ese momento y no desfallecer.
    a ver cómo se nos da….

    Un beso
    Paula

    1. Son muchos matices pero la base de todo es la constancia y estar presente en la educación de nuestros hijos. Marcar bien los límites, fomentar la autoestima y mostrarse empáticos.

  24. Guardaré este post en un cajón para aacarlo dentro de 10 años. Me parece genial! Muchas gracias Sonia!

  25. Hola Sonia, tengo 2 “aborrescentes” de 15 y 17 años (chicos!!). Estoy totalmente de acuerdo contigo aunque a veces la teoría es muy bonita!!. El problema es que a veces no sabes que es lo mejor, si regañarles o no, si admitir contestaciones (algunas!!) o no, si aconsejarles o no…….. para mi está siendo la etapa más difícil de los buenoshijos!!! La educación que han podido recibir por mi parte ya está ahí, ahora solo queda que su “sensatez” se imponga en los momentos difíciles!!! Besos

    1. Sin duda debemos marcar unos límites y una normas. Pocas, claras y bien explicadas!!

    2. Hola, me llamo Nadia, y tengo una hija de 12 años, que de la noche a la mañana, esta muy rebelde, contesta con pasotismo y la da igual todo: que la dejes sin salir, que la quites el móvil, dice que su habitación es muy pequeña, que ahí no puede estudiar. Y todos los días es un pequeña guerra. Uff, estoy muy cansada

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