La pandemia ha alterado nuestro ritmo de vida: las limitaciones de movilidad y socialización han hecho que no podamos seguir el curso normal de nuestra vida desde hace poco más de dos meses. Ahora que gran parte de nuestro país ha pasado a la denominada “Fase 1” del proceso de desescalada, muchas familias deben plantearse ir volviendo al régimen de custodia y/o visitas que tenían anteriormente y que el confinamiento había obligado a modificar o suspender.
El estado de alarma ha supuesto un duro golpe para muchas familias con progenitores separados, puesto que los hijos e hijas se han visto imposibilitados de ver a uno de ellos durante más de dos meses. Situaciones que sin duda han afectado a nivel emocional a los niños y que, ahora cara al fin del estado de alarma y el avance en la desescalada, debemos reencauzar para volver a la normalidad.
En este artículo vamos a combinar el punto de vista legal con el psicológico, para ofrecer un poco de luz a todas esas familias que afrontan ahora ese proceso de reanudación de las visitas o sistema de custodia.
Los continuos cambios en las normas, sus ambigüedades y problemas interpretativos, así como la paralización de la actividad judicial, han provocado que las familias no sepan con certeza qué deben hacer, y ante la duda algunos han optado por ponerse de acuerdo y aplicar el sentido común, adaptando su sistema a las condiciones que mejor funcionaban; pero también ha habido quienes directamente han elegido una solución de manera unilateral, ignorando el criterio del otro progenitor.
1. Regresar a la normalidad
Sea como fuere, es ahora cuando toca empezar a volver al sistema habitual, y ello genera muchísimas dudas. Lo primero que debemos tener claro es que, si había una sentencia, tendremos que retomar el régimen que se establecía en la misma. Salvo algunas pocas situaciones de riesgo evidente y real (como progenitores o convivientes infectados en período de cuarentena), no habrá motivo para impedir la reanudación del sistema anterior. Hay quien pretende exigir al otro progenitor una prueba diagnóstica para demostrar la inmunidad, o prácticamente un juramento de que no ha incumplido ni incumplirá el confinamiento, para permitirle retomar el contacto físico con los hijos. Esto no es defendible ante ningún juez. El riesgo cero no existe, y por tanto no podemos condicionar el derecho de los menores a visitar o a convivir con el otro progenitor al miedo que tengamos de que se contagien.
Llegar a un acuerdo, siempre que sea posible
Los tribunales están pidiendo encarecidamente que se llegue a acuerdos para evitar la confrontación judicial. Por ello, lo primero que debemos plantearnos, por mucho que cueste la comunicación, es pactar con el otro progenitor cómo y cuándo retomar las visitas. Además, dependiendo de la edad del menor, conviene contar también con su opinión, aunque no ceder a ella – sobre todo en el caso de adolescentes, por lo que comentaremos en el apartado psicológico.
2. Pautas de actuación desde el marco legal
A falta de una normativa al respecto, algunos juzgados están estableciendo pautas para determinar cómo retomar y recuperar las visitas y sistemas de custodia. Recordad que estas pautas se aplican solo a falta de acuerdo. Así, básicamente:
- A partir de la fase 1 se retomarán de forma inmediata las visitas conforme al régimen anterior. También se habrá de reestablecer el sistema de custodia compartida que haya estado en suspenso. Esto es aplicable siempre que ambos progenitores residan en la misma provincia y también si viven en provincias diferentes, pero están de acuerdo en cumplir su sentencia.
- Las visitas intersemanales sin pernocta no se recuperan como regla general, salvo acuerdo entre los progenitores.
- Las visitas de fin de semana son recuperables, pero solo de forma parcial, entre un 50 y un 70% del tiempo no disfrutado. La recuperación de estas visitas, a falta de acuerdo, no se hará de golpe, sino de forma paulatina, añadiendo por ejemplo un día más al fin de semana de visita normal, o intercalando fines de semana alternos y contiguos durante unos meses.
- Las vacaciones perdidas de Semana Santa no se recuperan, pues a pesar de haberse disfrutado solo con uno de los progenitores, realmente no se han podido realizar las actividades propias de un período vacacional normal, dado el confinamiento sufrido. Por ello, se computan como si se tratase de un período lectivo.
Si no hay acuerdo…
En el caso de que los progenitores no consigan ponerse de acuerdo, deberán acudir de inmediato a la vía judicial para obtener una respuesta sobre el régimen transitorio. Y decimos de inmediato por dos razones:
- Porque el proceso judicial establecido para estos casos solo se puede interponer hasta tres meses desde que se acabe el estado de alarma.
- Para evitar que los menores estén separados de uno de sus progenitores durante más tiempo que el estrictamente necesario, lo que redundaría en un perjuicio que a veces puede ser muy difícil de reparar.
Y unos consejos para quienes se vean forzados a pedir este auxilio judicial:
- Si se pretende mantener la suspensión del régimen, hay que probar la existencia de un riesgo real. No el miedo que nos da la situación, ese lo tenemos todos; sino el riesgo que existe en el caso de que se retomen las visitas o custodia habitual.
- Hay que proponer una alternativa real, viable y adaptada a las concretas circunstancias familiares, a ser posible con fechas, etapas o condiciones que se tienen que ir dando para volver a la normalidad.
- Los menores que tengan doce años o más van a tener que ir al juzgado a declarar; serán preguntados por la situación que han tenido durante el confinamiento, sus relaciones con ambos progenitores y sus deseos de volver al sistema anterior.
- Para tramitar estos procesos es obligatorio ir asistido de abogado. Los especialistas en Derecho de Familia son los indicados. Si no se tienen recursos para contratar a uno, se podrá solicitar de oficio.
3. Recomendaciones a nivel psicológico y emocional
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Una vez que vayamos a retomar el régimen que teníamos antes, existen varias recomendaciones generales que debemos atender desde el punto de vista emocional y psicológico para promover un adecuado ajuste en el niño y una correcta adaptación.
En primer lugar, debemos recordar que es primordial que ambos progenitores faciliten el vínculo afectivo con el otro progenitor. Por lo que, como decíamos antes, en cuanto sea posible es esencial comenzar con las visitas y retomar el régimen establecido previamente. Es una obligación para los padres de velar por el bienestar de sus hijos e hijas y en este sentido, mantener los lazos afectivos positivos con ambas figuras parentales reporta para el desarrollo una mayor sensación de arraigo, autoestima y un apego más seguro. No debemos olvidar que, pese a las diferencias que cada padre o madre pueda tener respecto a la educación y estilo de crianza, el objetivo final de ambos es el bienestar del niño. Los dos están en el mismo tren con un mismo destino.
En esta línea debemos también promover al máximo el diálogo con el otro progenitor y llegar a acuerdos que beneficien al menor. Si no lo conseguimos, será un perjuicio para el niño, que durante un mayor tiempo tendrá a sus padres enfrentados por “tener la razón” o “hacer lo más justo”. Durante ese tiempo el que verdaderamente perderá será el niño/a, privándole de una de las dos figuras parentales que son elementales para el desarrollo emocional y personal.
Distintos escenarios, distintas actuaciones
Nos encontramos ante una amplia variabilidad de escenarios así que vamos a analizar cómo podemos afrontar la reanudación del régimen y las visitas primando el bienestar emocional y psicológico de los niños y adolescentes, en dos de los escenarios más típicos:
Cuando el régimen de visita del no custodio se ha suspendido, ¿Cómo reanudarlo?
Por norma general, debería reanudarse en cuanto antes, según los criterios antes comentados. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en niños muy pequeños podría suponer un cambio muy drástico, sobre todo en los casos en los que las visitas incluyen pernocta.
Para los niños pequeños, separarse de su figura principal de apego, que suele ser el cuidador principal, puede suponer un nivel de estrés y ansiedad elevado.
- Por ello, sería aconsejable hacer la reanudación de las visitas de manera paulatina, empezando por las visitas más cortas de un par de horas e ir progresivamente aumentando el tiempo hasta recobrar la normalidad, incluyendo las visitas con pernocta en el hogar del no custodio.
- Para ello, es positivo, trasladar algunos elementos de seguridad del niño como su peluche favorito o su edredón de dormir, para asociar más fácilmente el hogar del no custodio al habitual y crear emociones positivas en torno a ellos.
- Además, para realizar esta progresión deberemos tener en cuenta también no solo la edad del menor sino también el vínculo afectivo que tuviera anteriormente con el no custodio, ya que, si el vínculo era muy fuerte, el proceso podrá realizarse más rápidamente.
- Mientras que, si el vínculo era más débil, habrá que ir escalonando aún más las salidas, ayudarse de más elementos de seguridad y respetar el tiempo del niño.
- Es natural que, en estos casos, el progenitor custodio, quien pasa la mayor parte del tiempo con el niño, tenga temor de alejarse del mismo preocupándose por su reacción ante la separación. Sin embargo, debemos evitar la sobreprotección y realizar la transición igualmente, pensando en que la vuelta a su régimen de visitas será positiva para el niño quién podrá disfrutar de las experiencias y el tiempo con su otro progenitor.
- Es habitual que, al principio, el niño se muestre temeroso o con cierta ansiedad por la separación de su cuidador principal. Debemos entenderlo como un estado emocional transitorio, que pasará y que es debido a esta situación excepcional.
- Debemos abordarlo con naturalidad y continuar alentando al niño a ir con el otro progenitor, siempre, como he dicho antes, respetando los ritmos y escalonando la transición. Es importante tener en cuenta que los niños son esponjas emocionales, que aprenden y se contagian de nuestras emociones y reacciones. Si le proporcionamos calma durante los intercambios poco a poco se sentirán más seguros frente a la figura del otro progenitor y los cambios los asimilará con alegría y normalidad.
- Si aún con todo esto, el niño se mostrara muy afectado durante las salidas con el no custodio (llorando todo el tiempo, con ansiedad, preocupado, etc.), sería recomendable que ambos progenitores se pusieran de acuerdo y acordaran realizar las visitas con el custodio presente al principio, hasta que el niño coja mayor confianza. Siempre con el objetivo, de retomar el régimen anterior de la mejor manera posible y sin que ello suponga un incremento del malestar para el niño cuando la relación entre progenitores sea negativa.
- El no custodio, que reanuda sus visitas, también deberá tener en cuenta estas recomendaciones, evitando forzar, pero motivando al niño, a través de sus gustos y aficiones en común a que el niño recobre la confianza y el interés por pasar tiempo juntos. Entre visitas y mientras no se reanuden todas las visitas del régimen establecido, sería recomendable aumentar el número de interacciones (videollamadas, mensajes, fotos…) con el fin de mantener el contacto y la cercanía con el menor.
En preadolescentes y adolescentes
Puede ocurrir algo similar, y es que se muestren reacios a reanudar las visitas, debido a que les dé cierta “pereza” dejar su hogar, hacer la maleta o que no tengan un interés fuerte en el otro debido al tiempo que llevan sin verse. Sin embargo, esto no es motivo para postergar más de lo necesario el reencuentro.
Como decía antes, es obligación de los padres velar siempre por el bienestar global del niño y es un derecho de ellos tener acceso a ambos progenitores. Esta situación es particular y no debería suponer un precedente para cambiar el régimen si éste funcionaba bien antes del confinamiento.
Con los adolescentes podremos hacer la progresión más rápida, ya que, por un lado, la capacidad de adaptación es mucho mejor y, por otro lado, si la relación anterior era buena, volver a recobrar la normalidad despertará todos los sentimientos anteriores positivos que había y con ellos, el interés por pasar tiempo con el no custodio. Las quejas provenientes de la “pereza” o la desgana, deberían ser ignoradas, sin prestarle demasiada atención ya que son típicas de esta etapa, en la que prefieren estar con amigos o en su habitación a mantener contacto con los padres.
Cuando el régimen de custodia compartido se ha interrumpido, ¿Cómo reanudarlo?
En los casos en los que la custodia compartida se haya interrumpido y el menor solo haya estado estos dos meses con un solo progenitor será esencial retomar el contacto lo antes posible, ya que el menor acusará mucho más la ausencia del que no ha visto durante ese tiempo. Para realizar la progresión, nuevamente atenderemos al estado del niño e iremos adaptando la velocidad a la edad del niño y a la capacidad de adaptación que vayamos observando: si el niño está feliz, si llora cuando está con el otro, si tiene problemas para dormir, etc. Es aconsejable que durante las primeras estancias que pase el niño con el progenitor que no ha podido estar durante el confinamiento, el otro realice llamadas y contactos telefónicos para hacer más llevadera la situación.
En líneas generales, debemos atender al sentido común y hacer todo lo posible para asegurar el bienestar niño, recordando que los padres (ambas figuras) son pilares esenciales para promover el óptimo desarrollo emocional y personal de los niños.
Mi expareja decidio que no se llevaba a nuestros hijos desde el 15 de Marzo se lo comunico al mayor de 16 años .Ahora les dice que se los llevara los fines de semana que le toque cuando estemos en fase 3 no le he puesto ninguna demanda .Mi duda es me puedo negar a que se.los lleve ya que el no a echo ningun aislamiento relacionandose con señoritas de compañia ( puedo negarme hasta que me traiga un informe de un medico de que no tiene nada contagioso ) Gracias
Hola. Gracias a vuestro post he podido saber nuevos datos sobre la recuperación pero ya era tarde
Mi caso es muy peculiar, pero después de negociar los días que no había estado con el, incluso la s santa y le compense todos los días (aún sigue con el), se supone que después de más de 20 días la tiene que traer mañana y según el no v
va a traer, se suma una semana más por que si, por que le vienen bien o para hacerme daño más bien… Por lo que mañana si no se presenta me encontraré en una situación complicada.
Todo está negociado con abogados, ya que es imposible llegar a un acuerdo cuando le mando whassap.
Pero gracias por informar las novedades que antes de saber que posiblemente no me la traiga pude enterarme ?.
Buenos días M, gracias por compartir tu experiencia. Es una situación muy complicada la que nos cuentas. Espero que tu hija se encuentre bien y que pronto podáis encontrar una solución a vuestra situación. Un saludo y mucho ánimo.
Mi caso es muy difícil el padre se a desentendido totalmente de nuestra hija de 9 años desde enero. Ni llamadas ( las que nunca a hecho durante estos 9 años).
No se ha preocupado nunca por el estado de salud de la niña.
Y ahora por medio de abuelo quiere verla y la niña le a dicho al padre que si no es en su casa el no va de paseo como se le propuso en un principio y el se niega.
El progenitor alega que como vive con sus padres mayores de 65 años la menor tiene que estar con ellos.
Claro yo tengo miedo porque no se como es la situación en el domicilio paterno
Y a desaparecido de nuevo desde que la niña le dijo que prefería salir a dar un paseo con él porque no quiere ir donde sus abuelos.
Yo jamás me he negado a que se vean.
Pero el solo quiere llevarse a la niña y dejarla con los abuelos.
No se a preocupado por pagar una pensión de 150e alegando ante un juez que es insolvente y a sido absuelto en el juzgado de lo penal.
Yo solo quiero normalidad y una relación sana.
Pero constantemente quebranta el régimen de visitas deja tirada a la niña en el colegio o traerla 3 horas antes del horario que el juez indico ahora mi miedo es que utilice todo esto para denunciarle porque así se mueve el progenitor durante estos 9 años.
La niña a estado ingresada en el hospital por una parálisis se rl aviso en el momento del ingreso y nunca apareció y yo tuve que pedir judicialmente permisos para hacerle pruebas médicas porque nunca quiso aparecer.
Hola, Clara. Lamento que te veas envuelta en una situación así. Te aconsejo que hables con tu abogado/a para que te aconseje lo que debes hacer para tratar de solventar el problema y proteger el bienestar de tu hija. Estoy a tu disposición si necesitas ayuda, puedes consultarme a través de mi web. Un abrazo.
Mis hijos tienen 12 y 14. Desde finales del 2014 estoy separada y con sentencia de divorcio desde septiembre de 2016. En ella se recoge custodia compartida de semanas alternas.
Mis hijos son grupo de riesgo en caso de contagio.
Conmigo residen en un pueblo de 300 habitantes entre el mar y la montaña. Aquí no ha habido ningún caso de covid. 19.
Con su padre en un pueblo urbano de 57.000 censados donde se conocen más de 300 positivos al virus.
Yo vivo en Cantabria y él en Vizcaya.
El 10 de marzo se interpuso en el juzgado una demanda de modificación de medidas, a petición de mis hijos, para que yo tenga la custodia y con su padre establecer un régimen de visitas.
El estado de alarma empezó con ellos conmigo. Desde un principio no han querido irse, primero por miedo y ahora, aunque el miedo no ha desaparecido del todo, por los deberes (él no les ayuda) y por la alimentación. El mayor es celíaco y su padre no cocina e incluso le da gluten.
Sólo espero que la actividad judicial se retome para que le llegue a él la demanda y poder tener el juicio o llegar a un acuerdo. Como dato, la de 12 ha esperado desde los diez a poder hablar con el juez y no quiere ni llevar su apellido. Espero que si hay juicio se les escuche y se tengan en cuenta todas las circunstancias presentes y pasadas que han llevado a los menores a no querer seguir viviendo con su padre.
Física, emocional y spicologicamente han estado mejor aquí. No sé cómo lo pasarán al tener que volver con su padre, que quieren esperar a que acabe el curso. Cada uno por sus razones pero no quieren irse ni tienen prisa por ir con el padre.
El padre no lo acepta y me ha amenazado con interponer una demanda porque han estado aquí. En ella dice que les miento, manipulo y los tengo brutalmente sometidos. A mis hijos les da la risa. En mi propia demanda he solicitado un perito psicológico.
Tiempo y paciencia. Y que la just sea justa, por favor.
Hola, Nuria. Espero que tu juicio salga pronto. Con la edad que tienen tus hijos, ten por seguro que serán oídos en el juzgado. ¡Mucho ánimo!
Hola Nuria. Espero que pronto podáis encontrar una solución que asegure el bienestar de tus hijos. Una pericial psicológica será de gran utilidad en tu caso y ayudará a los jueces a tomar las decisiones oportunas. Mucho ánimo. Un saludo.
Hola malasmadres. Mucho ánimo a todas y que no decaiga la fuerza!!
En mi caso tengo la custodia yo desde los 17 meses, el padre suspendió el régimen de visitas argumentando que tenía riesgo a contagiarse pero de trabajar no ha dejado es autónomo. Tengo muy claro que día que pierde, día que gano, sino tendría de segunda residencia en el Juzgado de Instrucción… Se lo llevó un fin de semana cuando le apeteció y a pesar de que le ofrecí tenerlo por semanas no quiso era demasiado trabajo cuando se enteró que el niño tenía clases on line. Se entero que me había contagiado y sin preguntar por su hijo ni su estado comenzaron los insultos y amenazas una técnica muy arraigada por su parte que si él se podía haber contagiado o su hijo en fin siempre igual. Cuando me dieron el alta para llevarse al niño exigía PCR le dije que a él no se la iban a hacer así que hiciera lo que considerara oportuno. No le quedó otro remedio así que tuvo que venir a por él. Exigía recuperar el tiempo perdido el niño llevaba unos 45 días sin estar con él y llamadas esporádicas y algunas de malas formas porque no le prestaba la atención que él exige no la que proporciona por su puesto. Le calculé los días perdidos, vacaciones y fines de semana hasta sumando las horas intersemanales eran 15 días y a los 13 días el niño le pidió volver… Cómo era de esperar no se resistió y lo trajo de vuelta, le comenté de cambiar el régimen de visitas de la sentencia a semanas hasta que lleguen las vacaciones de Verano y me respondió que no, que para reducir el riesgo de contagio entre semana no venía y sólo los fines de semana alternos. Siempre es una decisión unilateral no tiene en cuenta que hay que compartir las cargas y más en estos tiempos sin colegio. En su mentalidad del siglo pasado a pesar de no llegar a los 50 años considera que porque me paga una pensión de alimentos es obligación mía poner la ropa del fin de semana, preocuparme de los deberes, estudios y el resto de responsabilidades que conlleva la paternidad. Los fines de semana y las vacaciones son para pasárselo bien. Soy de las personas que creo que el movimiento se demuestra andando y si no quiere para qué le voy a obligar, allá cada cual con sus decisiones. Mi objetivo es hacer feliz a mi hijo y educarlo lo mejor que se. También pienso que la justicia no es justa y cuanto más lejos mejor que sale carísimo.
Abrazos y suerte para todas.
Hola, Virginia. Gracias por compartir tu experiencia. Lamentablemente hay casos como el tuyo. Confía en tu abogado/a y no dejes que la situación afecte negativamente a tu hijo. Un abrazo.
Hola,
En mi caso se ha mantenido la custodia compartida por la imposibilidad de llegar a ningun acuerdo con mi ex. En semana santa me correspondia a mi integra por sentencia pero como dices en el blog, no son vacaciones. Se podria tratar de compensar en las vacaciones del proximo año? Gracias
Puedes intentarlo en vía de acuerdo extrajudicial, pero si él no está conforme, realmente veo complicado que consigas esa compensación en el juzgado. Ten en cuenta que muchos jueces ya han publicado sus criterios y no suelen ser partidarios de recuperar las vacaciones perdidas. Saludos.
Hola malasmadres! Yo no se como hacerlo….vivimos en provincias distintas, la niña y yo en cataluña. El padre estaba con ella 1 semana al mes, solo lo hicimos 3 veces ya que empezó todo esto. La niña tiene 2 años, el padre puede llamarla cada dia pero no lo hace. Nose si seremos capaces de llegar a 1 acuerdo, si lo hacemos por via judicial, es posible que le den muchos dias de golpe verdad? Tengo miedo ya que a el parece no importarle la kiña, tan solo recuperar toooodos los dias exactos que ha perdido, sin tener en cuenta la edad y circunstancias…. El juez acaba decidiendo? Se puede llevar un informe de 1 perito psicologico para que refuerce la recuperación progresiva y no total de los dias? Muchas gracias.
Hola, Nuria. El problema con el proceso judicial es que no sabes de antemano cómo va a decidir el juez, ni tampoco qué forma de recuperación va a solicitar el padre. Por eso es mejor intentar siempre un acuerdo. Y si finalmente debes acudir a juicio, desde luego que puedes llevar una prueba pericial psicológica. Saludos y mucho ánimo.
En mi caso, posponer la vida judicial solo me ha traído problemas. Ve a una buena abogada o un buen abogado y presenta tu caso. Viviendo en provincias diferentes no creo que le den muchos días seguidos, pero alguien profesional de derecho de habilita es la mejor opción. Vale la pena
Hola, en mi caso hemos mantenido la custodia compartida (cualquier otro acuerdo es imposible con mi ex) y en semana santa ha estado conmigo porque está estipulado que sea por año alternos, pero como dices en el blog no son vacaciones reales. Se podria considerar que no se trate como periodo vacacional de cara a la proxima semana santa y buscar algun tipo de compensacion?
Gracias
Buenos días,
Mi problema está en que el padre vive con los abuelos, mayores de 70 años y no cumplen muy estrictamente las medidas de seguridad, ya que salen cuando les place y el padre bastantes veces hace caso omiso a las normas sanitarias. Cuando el quiere si llama para llevárselo a jugar, aunque en realidad queda con los amigos en la plaza… no me niego a que se lo lleve de paseo, no me queda otra, pero realmente tengo que ceder en los fines de semana, cuando vive con personas vulnerables???
Buenos días, Cristina. Ten en cuenta que los más vulnerables son las personas mayores; por lo que el mayor riesgo en caso de las visitas no lo tiene tu hijo, sino sus abuelos. Si ninguno de la familia está infectado, no veo justificación legal para no volver al régimen habitual. Mucho ánimo y saludos.
Buenos días,nosotros hacia tres meses que nos habíamos separado(decisiones el)cuando empezó todo(tenemos una niña de 20 meses)por lo que el por el bien de la niña se vino con nosotras hasta q empezó a trabajar, durmió y todo aqui, cuando empezó a trabajar venía por las tardes y los fines de semana se quedaba y ahora ya que hemos pasado de fase imagino q llegará el día en el q me diga.. bueno me la llevo mi finde?. Nosotros dentro de lo q es lo hemos llevado bien.. no se luego las consecuencias q tendrá para mi la niña ha estado encantada.. hemos hecho bien en plantearlo así? Gracias!
Hola, Jessica. Si os habéis organizado bien así y la niña lo ha llevado bien, pues perfecto. Como digo en el post, lo mejor es llegar a acuerdos, dado que las normas no concretan todas las posibles situaciones. Un saludo.
Gracias por contar tu experiencia Jessica. Desde luego lo mejor para los niños siempre es llegar a acuerdos y que puedan contar con la figura de ambos. Si además vuestra hija se está adaptando bien, eso es buena señal.
Un saludo.
En caso de una custodia compartida en el que la hija de 12 años ha tenido que guardar cuarentena porque uno de sus progenitores fue positivo en COVID, ¿en este caso, el otro progenitor tendría derecho a solicitar que se recuperen todos los días no disfrutados aunque haya sido por prescripción de su pediatra? Un saludo!
Hola, May. Las visitas se deben compensar como regla general, pero la norma no es muy concreta con estas situaciones. La mayoría de jueces está compensando de forma parcial (no todos los días perdidos), pero no hay soluciones únicas. Tratad de llegar a un acuerdo, es lo mejor. Saludos.
Buenos días! A mi me surge la duda en cuanto a los tiempos que tienen que estar con cada uno ahora que no hay colegio. En mi caso ambos trabajamos y desde hace una semana de manera presencial (bendita conciliación) Esto me ha obligado a tener que mudarme a casa de los abuelos que son de riesgo.
Entiendo que al no haber colegio el tiempo debería repartirse somo en vacaciones, ¿es así?
Buenos días, Carmence. No hay nada regulado al respecto, por lo que en principio habrá que cumplir lo que diga la sentencia. No obstante, se puede cambiar el sistema de mutuo acuerdo de forma temporal o, si no os ponéis de acuerdo, cualquiera de vosotros podrá presentar una demanda judicial solicitando la modificación que se pretenda.
¡Saludos!
En mi caso está dentro del convenio: las vacaciones se reparten por la mitad. En mi cagó el padre ha dicho que no, así queme tocará os al juzgado. Mucha suerte
Muchas gracias por acordaros de nosotras, nosotros, desde finales dd abril, lo que hacemos es que entre semana está conmigo y el finde con su padre y abuelos porque él vive con ellos, gracias a dios son jóvenes y están sanos.
Pero ahora que hemos pasado a fase 1,lo primero que me ha preguntado su padre es “este finde no viene, no? Pq así salgo, que se puede salir…” Asi que esas son las ganas… Que yo entiendo que haya ganas de salir y todas esas cosas… Yo estaba preocupada porque los don findes anteriores el niño quiso venirse antes, y yo le fui a buscar, y me agobiaba que pensaran que era por mi culpa, que yo influia demasiado en el niño, (que puede ser cierto porque es con quien está siempre , pero nunca jamás en ese sentido, siempre he potenciado que quiera ver a su padre y siempre contento,..) Asi que volveremos a los findes alternos y yo a hacer malabares pars compaginar el trabajo, ni hijo es mi copiloto en las entregas, menas mal que es un santo..
En mi caso mi hijo ha estado 2 meses exactos sin ver a su padre, desde que empezó el estado de alarma dejé al niño (3 años y medio) poder hacer videollamadas a su padre y le dejaba su espacio para hablar con él.
Apenas había salido de paseo porque decía que tenía miedo del virus. El dia 11 de empezamos de nuevo las visitas, antes le pregunté al niño si quería salir e ir a casa de su padre, dudó, dijo que no y después de un rato me preguntó si ya el virus se había ido, hablé con él y le expliqué que aún no y que teníamos que seguir teniendo cuidado, salir con la mascarilla, él la ha aceptado muy bien, sin poder tener contacto con nadie más, las manos siempre bien limpias… al rato de hablar con él me dijo que sí quería salir para ir con su padre. A su padre le recordé que no podía haber contacto alguno con nadie más y me dijo que no, que de casa al coche y directo a su casa… lo primero que hizo fue llevarle a casa de la abuela donde le dijeron que el virus ya se había ido y que podía estar siempre que quisera… Mi hijo volvió ese día llamándome mentirosa y me contó todo lo que había hecho
Lo único que sí que le he pedido es que las visitas sean dentro de la franja horaria que tiene aún el niño de 12 a 19, hora y media más de lo que sus visitas son.
Hola Vanesa, gracias por compartir tu experiencia. Sin duda, toda esta situación es delicada y es natural que a los niños les cuesta dar el primer paso y perder el miedo, sobre todo cuando son tan pequeños como tu hijo. Has hecho muy bien explicándole la situación a tu hijo y trasmitiéndole calma, eso es esencial para ellos.
Un saludo.
Hola Vanesa, gracias por compartir tu experiencia. Sin duda, toda esta situación es delicada y es natural que a los niños les cueste dar el primer paso y perder el miedo, sobre todo cuando son tan pequeños como tu hijo. Haz hecho muy bien explicándole la situación a tu hijo y trasmitiéndole calma, eso es esencial para ellos.
Un saludo.
Sin palabras!! Si hubiera un mínimo de cordura y justicia usted debería estar apartada de la vida de “su hijo”