Por fin han llegado las deseadas vacaciones de verano y con ellas el fin de las clases y las responsabilidades relacionadas con el ámbito escolar. Se acabaron los madrugones para llegar puntual al instituto, las tareas escolares, las competiciones deportivas y los temibles exámenes. Tu adolescente tiene por delante muchas semanas de vacaciones para poder desconectar, descansar, vivir nuevas experiencias y disfrutar de sus inseparables amigos.
Las vacaciones de verano pueden convertirse en un gran desafío cuando convives con un adolescente. Pasar más tiempo juntos puede provocar más roces y tensiones en casa. Por este motivo, será muy importante establecer dinámicas que nos ayuden a mantener una buena relación en casa y dejar atrás las discusiones, las tiranteces del invierno.
Como ya serás consciente no es fácil convivir con un o una joven que está inmerso en múltiples cambios físicos, psicológicos, sociales y emocionales, que está tratando de encontrar su sitio en el mundo, construyendo su nueva identidad y explorando su independencia. Un joven o una joven que parece que solo muestre interés por dormir mucho, comer a deshoras y sin prisa, criticar tus ideas, hacer planes paralelos al resto de la familia y estar conectado a sus amigos a través de su teléfono. Al que le tienes que perseguir para que tenga su cuarto bien ordenado y cumpla con sus responsabilidades en casa.
Su posible falta de responsabilidad, compromiso e interés por las necesidades del resto de miembros de la familia te lleva a menudo a perder los nervios y a pasarte el día entre broncas y amenazas. Unas situaciones que te agotan, te llenan de culpa y frustración y crean en tu hogar un clima de mal humor.
Que aprendas a negociar correctamente con tu adolescente, desde la calma y la paciencia, será un elemento clave para que los días de vacaciones puedan ir bien. Conseguir un diálogo claro y fluido a través de la escucha activa os permitirá llegar a acuerdos que satisfagan a ambas partes. Si tu adolescente se siente escuchado y comprendido mostrará más interés por compartir con sus padres todo aquello que le pasa y cumplirá con sus tareas. Tus reproches o castigos sin sentido solo empeorarán vuestra relación.
Claves para no pasarte todo el verano discutiendo con tu adolescente
1. Entender que el conflicto es inherente en vuestra relación.
Por esta razón es muy importante que entiendas que ninguna de sus conductas pretenden provocarte o hacerte daño. Tu adolescente se encuentra en una etapa en la que tiene muchas dificultades por gestionar correctamente sus emociones, dominar sus cambios de humor o expresar aquello que le pasa o le preocupa. Ofrecerle tu comprensión y el espacio de intimidad que necesita le hará sentir que empatizas con él.
2. Flexibilizar normas y horarios será clave para poder romper con la rutina del largo invierno, establecer una nueva dinámica familiar aportará mucha conexión en vuestra relación.
Reformular los límites y establecer las responsabilidades que el adolescente deberá cumplir en casa ayudará a mejorar la convivencia. Es importante que el adolescente sienta que su colaboración es indispensable para que la dinámica familiar pueda funcionar correctamente.
3. Presta atención a como le dices las coses, controla tu tono de voz, tu lenguaje corporal y vocabulario.
Elimina de vuestras conversaciones las amenazas y los reproches que tanto dañan vuestro vinculo. Tu adolescente precisa sentir que le hablas con respeto y grandes dosis de afectividad, que entiendes que para él es muy difícil hacerse mayor y que tú también necesitas que se te hable bien. Muestra interés por sus preocupaciones y ofrécele tu ayuda cuando veas que lo necesita sin agobiarle.
4. Cuando el conflicto estalle entre vosotros tendrás que aprender a apagarlo y no avivarlo ofreciéndole la serenidad, el espacio y el tiempo que necesita para calmarse.
Buscad soluciones conjuntas a vuestras discrepancias para poder arreglar el conflicto desde el afecto y la empatía convirtiéndote en el mejor ejemplo comunicativo que pueda tener. Recuerda que el ejemplo es la mejor manera de educar.
5. Entiende que tu adolescente quiera pasar la mayor parte del tiempo con sus amigos y que los planes en familia le resulten poco atractivos.
Es en su grupo de iguales donde se siente más comprendido y donde puede ir construyendo su nueva personalidad. Por esta razón, será muy importante que animes a tu hijo a participar en la programación de los días de vacaciones en familia escuchando sus preferencias y teniendo muy en cuenta sus opiniones sobre el lugar y las actividades que le gustaría hacer en familia.
El verano debería convertirse en un tiempo ideal para reparar o mejorar vuestro vínculo, para recuperar el buen humor en casa, para compartir un tiempo de calidad juntos desde la calma, la conexión y el afecto. Negociar con tu adolescente los horarios, las tareas que debe hacer en casa y el tiempo que debe pasar en familia os ayudará a prevenir muchos de los conflictos. Tu hijo o hija y tú necesitáis disfrutar del tiempo del descanso para poder recargar las baterías para cuando llegue septiembre.
yo como en casa siempre soy la mala.y la culpable ya no discuto. Me tomo mi ansiolitico, me fumo mis cigarrillos y disfruto de la vida. Eso si, mis hijos me riñen porque fumo pero es mi vida y hago lo que quiero con ella.
Muy buenos consejos, pero que tiempos estos, ahora parece que con 7 y 10 años están en la adolescencia!
Besos!
A. Moreno