¿Quién no recuerda con melancolía aquel momento inicial de la relación en el que todo era pasión y disfrute? ¿A quién no le gustaría volver a esos momentos en los que tan sólo con mirarse a los ojos ya saltaban chispas de todo tipo y en los que podía más la urgencia de deseo que todo lo pendiente por hacer?
Porque la realidad es que el día a día en una relación desgasta y, por desgracia, uno de los ámbitos que más sufre ese desgaste es el de la intimidad y el disfrute de la sexualidad. Ya, ya sé que eso de disfrutar de la sexualidad es algo complicado con todo lo que hay que hacer, organizar, tener en cuenta… ¿Quién tiene tiempo para disfrutar de la sexualidad con todo lo que tenemos en la cabeza y con todo lo pendiente por hacer?
Es necesario saber que el deseo sexual es algo que fluctúa y que cambia con el tiempo. A mis sesiones de coaching llegan mujeres que se sienten culpables porque han perdido el deseo y, una vez descartado que haya algún componente físico en esta pérdida de deseo, quieren trabajar el componente emocional y responderse a la pregunta de qué me está pasando que ya no siento el mismo deseo que cuando comenzó la relación.
Sentir el mismo deseo que al inicio de la relación es muy complicado porque, como ya he dicho antes, la relación evoluciona y nosotras también evolucionamos con ella. Además, la pareja cambia y con esos cambios llegan los buenoshijos, pueden emerger dificultades en la comunicación, rencores, asuntos inconclusos, los conflictos propios que cada miembro de la pareja lleva a la espalda…
Cada pareja es un mundo, un sistema, y lo interesante es darse cuenta de cómo los movimientos de cada uno de los miembros de la pareja puede afectar a la pareja en sí y a la vivencia conjunta de la sexualidad. De modo que si uno de los miembros de la pareja siente más estrés de lo habitual o tiene algún conflicto abierto, lo normal es que a la pareja en conjunto le pase factura.
GRÁFICA LEONOR FRASE
¿Cómo hacerlo para volver a disfrutar de la sexualidad, ya sea con el otro o con la propia?
A continuación te doy algunas ideas:
- Reserva tiempo para la intimidad. Con las vidas tan ajetreadas que llevamos y con esas agendas tan cargadas de obligaciones, de citas y de tareas, lo primero es reservar tiempo para la intimidad, ya sea con una misma o con la buenapareja. Si para otras cuestiones, como ir al gimnasio, te funciona el ponerlo en agenda, ¿por qué no hacerlo para disfrutar de los momentos de intimidad? Porque, por desgracia, a menudo lo placentero es lo que posponemos y lo que dejamos de lado.
- Apaga la tablet y el móvil. Llevarse la tablet o el móvil a la cama tiene como resultado el estar pendiente de la tablet o el móvil en la cama, con todo lo que ello conlleva. Porque tener conexión vía móvil o tablet significa tener también conexión a los problemas que hay fuera y toda mente humana necesita desconectar, ponerse en off, porque en ese off y en ese estar en el vacío es cuando viene la conexión con una misma, con lo que necesita y con lo que desea. Así que menos móvil y tablet en la cama y más contacto contigo y con la persona que duerme a tu lado (si es el caso).
- Tener una buena comunicación. En toda pareja es clave la comunicación. Hablar sobre lo que nos gusta y lo que nos gusta y resolver eso que no nos ha gustado y que aún puede estar dando vueltas por la cabeza e impedir el contacto íntimo con el otro. Piénsalo, si por ejemplo hay enfado porque con tu buenapareja por algún motivo por la noche, ¿cómo va a entrar el deseo en juego?
- Ampliar el concepto de sexualidad. Seguro que lo has leído con anterioridad o lo has escuchado: la sexualidad no es sólo penetración. En la sexualidad también hay juego, hay ternura, hay contacto, hay miradas, hay complicidad. Y esa complicidad es algo que se puede entrenar a lo largo de todo el día, con pequeños gestos, pequeñas caricias, viendo al otro y viendo tu deseo de contacto, de juego y de sensualidad.
- Saber qué necesito en este momento. ¿Qué necesito en este momento? ¿Mi cuerpo pide ternura y cariño o necesito algo más cañero y pasional? O quizás en un primer momento necesite ternura y desde ahí ya veremos qué es lo que va sucediendo. Tener conciencia de qué me pide mi cuerpo es fundamental para disfrutar de una sexualidad plena y ahí es fundamental tener la capacidad de parar la mente y enfocarnos en lo que nos está diciendo el cuerpo. Y para ello, como ya he dicho antes, es fundamental guardarnos tiempo para el disfrute y para estar en contacto con nosotras.
Y tú Malasmadre, ¿cómo te llevas con tu sexualidad? ¿Qué te impide en este momento disfrutar con plenitud de ella? Me encantaría leerte ahí abajo, en los comentarios.
Me parece un tema super-interesante y del que no se habla suficiente, y del que hablas con amigas muy muy cercanas y es casi como un tabú, o del que no se habla. Me gustaría que pudierais desarrollar más el problema, sus causas, cómo podemos afrontarlo porque me parece muy muy importante.
Yo me encuentro con unas niñas más mayores e independientes, pero con unos padres que cuidar, con muchos problemas físicos, recientemente la muerte de mi padre, y aunque tengo el apoyo de mi marido, yo me siento muy ajena a mi misma, sin deseo, sin fuerzas, y el sexo ha pasado para mi a último plano. Yo que he sido super sexual, no me reconozco. Mi marido hace tiempo que incorporó a nuestra rutina una tarde para nosotros, para el sexo fundamentalmente, pero a mi eso de programarlo me agobia, yo que soy más anárquica, más espontánea. Es verdad que si no lo planeas, por el día a día nunca se encuentra momento, al final del día estamos tan cansados, yo sobretodo. Animo a todas las madres que leen este blog a que participen en este tema. Els exo es vida, como se dice siempre, pero en nuestra evolución como madres, mujeres de 40 años etc debemos asesorarnos para afrontar estos cambios.
Pues a nosotros las ganas no nos faltan pero chicas que me crecen mas los problemas que enanitos tenia Blancanieves.Y comunicación y planes hacemos…pero en eso se quedan y ahora reíros que nosotros lo hacemos la ultima escapada ,camisón de satén ( precioso) incluido ,botellica de vino y charla termino en los dos fritos en una cama King zize a la que “destrozamos” durmiendo a pata libre. Esperamos que los “enanitos” escampen y ….volveremos a la casa rural y no para dormir , nos lo hemos prometido jajajaja sino al menos dormiremos a pata suelta. Un abrazo.
Hola!
Yo el problema que tengo, es que empezamos bien pero de repente miente se pone a pensar en otra cosa, (cosas del trabajo… hay que comprar tal cosa… en la familia…etc.) y claro… no siempre acaba bien la cosa. ?
Es uno de los problemas que más nos come la cabeza… Si fuera por él, lo haría todos los días, pero efectivamente, el cansancio es un handicap que me supera. En cuanto cerramos la puerta del niño, en lo único que pienso es en cenar para ir pronto a la cama… a dormir! Aún así, intento hacer un esfuerzo… aunque me gustaría que pudiera ser más natural… lo que está claro es que con el tiempo, el sexo va menguando.
Sí, el cansancio es normal que esté ahí. ¿Qué podrías hacer para que, al menos un día a la semana, el cansancio pase a un segundo plano? Quizás responder a esta pregunta te dé nuevas ideas. Saludos.
Yo es que además del cansancio, hay veces que también me apetece quedarme en la cama simplemente hablando. Con el día a día no da tiempo ni de hablar. Pero claro, me pongo a hablar ahí agustito, abrazada a él y luego lo que me entra es sueño. Y entonces ya empieza el sentimiento de culpa… en fin, me imagino que cuando los peques crezcan un poco iremos recobrando nuestros momentos.
Gracias
Buenas!!! En mi caso el problema a parte del cansancio, que está ahí. Es que con los años cada vez nos cuesta más ponernos de acuerdo en los temas de la casa y con los niños. Es una brecha bastante importante entre nosotros. Cada uno tenemos unos intereses diferentes. Me imagino Que es una racha que también toca pasar.
Un saludo y que sepáis que sois fantásticas!!!!
Hola, Carolina. De ahí que la comunicación en la pareja sea muy importante y cuanto menos temas pendientes haya más fácil será el encuentro. Besos.
Yo no quiero perder el deseo, pero me puede el cansancio y luego me sabe mal haber perdido ese tiempo.
¿Y si intentaras hacerlo de otra manera, dándole tiempo también a la diversión? Quizás así las cosas serían diferentes. Un beso.