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Educación emocional en tiempos de confinamiento

Educación emocional en tiempos de confinamiento

  • Educar la mente sin educar el corazón no es educar.
  • Validar emociones es la mejor manera de acompañar y querer sin condición.
  • El apego seguro es el cordón umbilical del amor.

*Podéis seguir a Sonia en FacebookTwitterInstagram y en su blog.

Educación emocional en tiempos de confinamiento

Prestamos poco interés a nuestras emociones cuando en realidad somos un revoltijo de ellas. Las emociones condicionan nuestra forma de mirar el mundo, agitan nuestras ilusiones, nos hacen tomar decisiones desde el corazón. Son capaces de sacar de nosotros lo mejor y lo peor.

Si algo ha marcado estos días de confinamiento ha sido la intensidad en la que hemos vivido cada una de nuestras emociones. El miedo, la incertidumbre o la frustración nos han acompañado día y noche pero también la esperanza, la admiración o la gratitud. Conjugar ambos estados emocionales tan ambivalentes nos ha generado mucho desconcierto.

Nuestros pequeños también han experimentado este carrusel de emociones y han observado cómo nosotras les hacíamos frente. A pesar de haber demostrado gran capacidad de adaptación, muchos de ellos se encuentran en un momento de elevada reactividad emocional mostrándose mucho más sensibles, irritables o miedosos. Con problemas para conciliar el sueño, para respetar las normas, para hacer las tareas escolares con concentración.

Ahora más que nunca la EDUCACIÓN EMOCIONAL debería convertirse en el centro vertebrador de nuestro acompañamiento, un aprendizaje centrado en poner en comunión mente y sentimiento, en encontrar el equilibrio en nuestro sentir . Un aprendizaje que les permita entender lo que les recorre por dentro, que les haga sentir que entendemos las emociones por las que transitan, que les ayude a hacer frente a todos los retos que la vida les regala a diario.

Una gestión emocional que les proporcione salud mental y bienestar, que les enseñe a quererse sin reproches, que les haga empáticos, resilientes y agradecidos. Que les permita conocerse sin caretas.

¿Cómo podemos ayudarles en esta gestión emocional?

  1. Creemos espacios diarios donde puedan expresarse con libertad y compartir todo aquello que sienten, necesitan o les preocupa. Momentos llenos de confianza donde nos mostremos empáticos y comprensivos con todo aquello que nos explican.
  2. Enseñémosles a escuchar y comprender todo aquello que sienten. A etiquetar las emociones para que puedan adueñarse de ellas y legitimarlas, aprendiendo a regular sus efectos desde la calma y la reflexión.
  3. VALIDEMOS cada una de sus emociones sin juzgarlas. Sintonizando con ellos y potenciando el autoconocimiento y la autoregulación.
  4. Expliquémosles que no hay emociones buenas ni malas, todas son necesarias. Ayudémosles a potenciar las emociones agradables a través de actividades que les generen alegría: jugar, cantar, la práctica deportiva… Potenciemos mucho su automotivación e iniciativa personal.
  5. Acompañémosles desde el RESPETO y la CALMA con miradas que entiendan, con abrazos que arropen, con besos que reconforten. Respetemos ritmos y valoremos todos los esfuerzos.
  6. Enseñémosles a ser agradecidos,  a interesarse por los que los otros sienten, a escuchar activamente.
  7. Establezcamos límites claros, concretos y estables que les proporcionen seguridad y protección. Reforzando las conductas positivas y ayudándoles a reconducir las poco acertadas.
  8. Seamos un modelo positivo en la gestión de nuestras propias emociones compartiendo con ellos lo que sentimos de manera saludable, con actitud positiva, mostrándoles nuestras herramientas de autorregulación emocional.
  9. Estemos siempre atentos a las señales de alarma que nos informan que algo no va bien. Las rabietas, los lloros, los enfados constantes nos avisan que hay emociones no resueltas que nuestros hijos necesitan solucionar.

Y vosotras Malasmadres, ¿cómo educáis en esta gestión emocional? Si tenéis alguna pregunta, Sonia, como siempre, estará encantada de responderos.

Han comentado...

  1. Buenos días, la verdad que todo es un caos y a veces cuesta mucho que se dejen guiar bien. Yo intento en la medida de lo posible que mi pequeña haga muchas actividades creativas, aunque ahora lo que más le está gustanto es jugar con un bebe reborn que le compramos antes de la cuarentena.

  2. Hola,

    buen artículo en los tiempos que tocan, los míos a mayor con 6 años y el pequeño con 2 años y medio hay veces que juegan pero la mayor parte del tiempo chinchandose… a ver si podemos recuperar la normalidad pronto si no nos vamos a volver locos.

    Besos!

    Anabel

  3. Hola!!!mi pregunta es cómo las anteriores tengo una hija de 6 años u un niño de 2 y medio.El peque está sufriendo todos los días rabietas y enfados constantes y por más que intento carmarlo,no logro hacerlo.

  4. Buenas,
    Mi pregunta es muy parecida a la de Gimena. Salvo que mi bh tiene tareas años y medio. Además ahora se aguanta para ir al baño hasta el último minuto y muchas veces se hace pipí encima. Ya no llevaba pañales desde el año y medio y por iniciativa propia. Ahora es como si volviéramos al principio. Cómo puedo ayudarle?

  5. Hola Sonia, tengo 2 hijos uno d 4 y otro de 8. El mayor tiene muchos celos del pequeño. En general de todo. Es un niño muy bueno y siempre le realizo lo positivo y todo lo q hace bien. No se como puedo ayudarle para q no tenga. Lo pasa mal. Juegan muchos entre ellos pero a la mínima le hace daño jugando, le quita las cosas con rabia.. No se como gestionarlo. Me puedes dar alguna pauta por favor. He de decir q estoy mucho por él. Pero no sé. Como hacerlo. Muchas gracias

  6. ¡Buenos días! ¿Cómo podemos gestionar las emociones no resueltas de la bh de 2 años? Intentamos que se desfogue en el paseo que partimos en dos, hablar con ella con tranquilidad y más pero, las rabietas y lloros a veces parece que van en aumento con esta situación. ¡Muchas gracias!

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