* Podéis seguirla en @melusalejandra
Después de haberos puesto la casa llena de murales, retratos del eccehomo y otras pintadas rupestres, de haberos impuesto que comieran vuestros descendientes con las manos y palparan todo lo que os rodea con el post que hicimos sobre el tacto, vuelvo para proponeros que probéis con otro sentido: el oído. Sí, sí, no os libráis de mí, malasmadres. Así que preparaos que comienzo:
Y diréis, yo que soy malamadre y no aguanto esos ruidos que a veces los buenoshijos emiten con sus cuerdas vocales o realizan con cacharros, palos o artilugios, le dan golpes a todo sin cesar, no tienen límite… Pues aquí llego yo para haceros aprovechar lo que sale de esos sonidos, para que dejemos al buenhijo experimentar a través de sus orejas, su cerebro y su cuerpo y conozca mejor su entorno y lo reconozca.
El oído es uno de los sentidos que antes se desarrolla en el feto. El buenhijo oye desde el sexto mes de embarazo tanto lo que sucede dentro del cuerpo de su malamadre como a ella misma al hablarle y otros ruidos del exterior (sonidos fuertes, portazos, el aspirador, un perro que ladra…). Esto hace que poco a poco vaya desarrollándose y su capacidad aumente con el tiempo y mejore gradualmente.
Los buenoshijos no comprenden lo que se les dice al nacer y tampoco en sus primeros meses de vida. Simplemente perciben a través del oído el tono de voz con el que se les habla y la gestualidad del comunicador. Por parte de los buenoshijos todo empieza en esa fase donde prueban con su voz y experimentan lo que son capaces de emitir. Comienza con los balbuceos y ahí se nos cae la real baba, cuando vemos los soniditos que pueden lograr realizar.
Luego siguen con las vocalizaciones, y son capaces de emitir algunas sílabas de forma repetitiva (sílabas redobladas). El típico papapa, mamama, tatata, que nos hace llorar de emoción y con el que insistimos en que pronuncien de forma persistente y si primero dice “mamama” pues mejor que mejor; pero no suelen complacernos.
Más tarde siguen con las palabras sencillas de su entorno como agua, tete, papá, mamá, nene, etc. Y aquí ya somos esclavos de sus palabras, en el buen sentido de la palabra. Estas emisiones primarias se acompañan de los cambios de tono de voz, donde realizan desde susurros hasta chillidos agudos que nos dejan impactadas de lo que hemos creado.
Para ello hay que hablar mucho a los niños, sin volvernos locas, pero contándoles lo que vamos haciendo con ellos y fomentando que salgan esas vocalizaciones. Muchas de mis consultas se dan por esto mismo, algunas familias no hablan mucho a sus buenoshijos y luego estos tardan mucho en decir lo más mínimo.
También el hacer que entendemos más de la cuenta, hace que no necesiten el lenguaje para hacerse entender, y fomenta la escasez de vocabulario o esfuerzo por parte de ellos. Tiene que ser algo intermedio.
Con el tiempo descubrimos que los buenoshijos tienen esa capacidad para hacer agitar y sonar todo lo que se pone en sus manos, por tanto lo mejor es elegir los mejores elementos para ellos.
Mi selección para los más pequeños son los sonajeros llamativos pero sencillos, que incluyan contrastes en sus colores y algunos sonidos simples, no llenos de botones y con vocecitas que nos vuelven a todos locos y sobreexcitan a los más pequeños. Para mí eso es demasiada información sensorial. Mejor ir poco a poco para que sientan y perciban cada elemento por sí mismo.
Yo he hecho una pequeña selección para que veáis lo que recomiendo normalmente en la primera etapa de experimentación del sonido:
– Sonajeros de la marca Sassy, son súper sencillos y fáciles de agarrar. Les encantan y suenan lo justo para gustarnos a todos. Esta marca la podéis encontrar en casi todos los grandes almacenes y es una de mis preferidas. La unidad ronda normalmente los 10€.
– Palo de lluvia y pulsera de cascabeles de la tienda Dideco. Aquí encontraréis muchos sonajeros sencillos como los que os comento y a muy buen precio (de 3€ a 10€) y además se puede comprar por internet.
– Sonajeros de Imaginarium. Hay una maraca pequeña que tiene un tamaño ideal para niños desde 6 meses y también tiene muy buen precio y de igual modo tienen más instrumentos para bebés que se pueden comprar tanto en tienda como por internet.
De todos ellos yo escogería dos o tres, ya que se usan durante poco tiempo y no merece la pena llenar a los niños de juguetes que más pronto que tarde acabarán dejando olvidados en un rincón.
Después podemos desarrollar los sonajeros algo más elaborados, se pueden incluso realizar en casa (DIY):
– Con un botellín de agua vacío y todo lo que se nos ocurra (legumbres, pasta, arena, piedrecitas, botones, canicas…). Lo metemos dentro, cerramos bien y precintamos la botella con cinta aislante para que sea imposible de abrir. Al agitarlo veremos los elementos moverse y además sonará de una forma muy característica y tendremos un palo de lluvia casero y barato.
En la siguiente etapa veremos que los buenoshijos comienzan a realizar sonidos de todo lo que les rodea. Aquí aparecen las onomatopeyas.
Así que nos toca aprendernos todo tipo de sonidos del mundo y aquí es donde empiezas a conocer lo que emite cada animal, incluso te planteas cuál es la onomatopeya del hipopótamo o tratas de hacer la del elefante sin llegar a parecerlo en ningún momento.
Te vuelves loco haciendo el perro, el gato, el pájaro, la gallina, el cerdo, el burro, el tren, el coche o el avión… Y un sinfín de sonidos que no sabías ni que existían.
Aquí con equiparte con algunas imágenes o muñecos yo considero que es suficiente, ya que así podrán relacionar el sonido con el objeto al que se refieren.
Además de todo esto veremos que los buenoshijos chocan los objetos que se les ofrecen, dan sobre la mesa, tocan todo lo que suena y repiten la acción para probar una y otra vez y de paso aumentar nuestra infinita paciencia de malasmadres.
Para ello lo mejor es ofrecerles juguetes sencillos y cotidianos, ya que los buenoshijos son así de simples y prefieren lo del entorno antes que los juguetes propios de su edad. Así que armarles con dos cucharones de madera, un peine y un vaso de plástico o incluso un mando de la tele antiguo y veréis las composiciones musicales que son capaces de crear.
El gran estímulo auditivo para los buenoshijos son las canciones de sus malasmadres. Esas que creas desesperada cuando ya no sabes ni cómo dormirles, y te inventas cada rima que piensas, menos mal que aún no entiende muy bien lo que le canto. Pero acaba funcionando para calmarnos tanto a él como a nosotras y se acaban durmiendo, que es lo importante.
Esas canciones que hacen que bailes con el buenhijo en brazos y disfrutes más que saliendo un día de fiesta con las malasmadres, esas que te hacen ver su atención puesta en ti al cien por cien y te hacen sentirte especial; además de la mímica que solemos incluir en ellas que ya nos hace parecer monos de feria, pero es lo que toca.
No menos importante es la música en general. Y no es necesario ponerle música clásica al buenhijo para cultivar a un genio, sino aquella música que nos guste a nosotros, que nos haga sentir algo, ya que será seguramente la que más le guste a él también.
Y podemos variarla según lo que busquemos con ella. Si el fin es bailar y entretenernos podemos escoger cualquiera que nos haga movernos con ritmo y saltar de alegría, pero si por el contrario buscamos paz y tranquilidad hay muchas canciones lentas de todo tipo o incluso podemos encontrar cds infantiles de música de ambiente y relax, donde poder escuchar pajaritos y agua de fondo.
Lo esencial es lo que nos transmita a nosotros esa música, ya que si la clásica no es habitual en nuestro entorno, quizás tampoco fomente tranquilidad ni llene de inteligencia al buenhijo, y sirva mejor cualquier canción de Coldplay o Manolo García que sí que nos relaje.
Los instrumentos también son parte fundamental de este proceso. No me refiero a querer hacer de nuestro buenhijo un Paco de Lucía o que tenga el arte y el ritmo del que toca el teclado de Camela (léase con tono irónico), sino a que disfrute aporreando los instrumentos musicales, como un buen tambor, un piano, una maraca, soplar una armónica o un silbato.
Esto le hará aprender el ritmo y a ser capaz de seguirlo en una canción, a esperar a escuchar la música, seguir turnos, dar palmas, diferenciar entre sonido y silencio, algo esencial en el desarrollo, para saber comprender cuando es necesario estar tranquilo y en silencio y cuando podemos hacer ruido y hablar en alto.
Los buenoshijos necesitan momentos de desfogue, donde poder gritar, hablar, reír, cantar, hacer sonar los objetos y sacar toda la energía que llevan dentro.
Para ello, antes de que lo hagan de forma inadecuada y acabemos desesperadas y con ganas de arrancarnos los pelos, debemos darles las herramientas planteadas para que lo hagan en el ambiente adecuado, en el momento correcto, en situaciones apropiadas y a horas respetables.
Y ante todo paciencia malasmadres, que todo pasa y llegará un día en que el silencio se apodere de nuestras casas y echemos de menos a esos pequeños seres ruidosos que son nuestros buenoshijos.
¿Y tú malamadre te animas a bailar al son de las composiciones de tu buenhijo? ¿Estás preparada para sentir el ruido en tus propias carnes? ¿Te animas a disfrutar del músico que lleva tu buenhijo dentro?
Hola!! Me ha encantado el post. Soy madre de mellizas, y desde chicas, hemos estimulado mucho su capacidad auditiva.
Mi marido toca la guitarra y yo siempre he cantado muuuucho, así que desde que nacieron (van a cumplir 3 ahora) les estoy cantando, les hemos ofrecido “instrumentos” musicales y les hemos puesto cantajuegos, primero sólo los cds, ya que se excitaban mucho con la tele y cuando ya fueron un poco más mayores los DVDs.
Fueron prematuras y son de diciembre, por lo que son de las más peques del cole, así que hemos notado siempre mucho la diferencia con los otros niños que son de principio de año en cuanto a tamaño físico, pero en cuanto a desarrollo, van superavanzadas. Tienen un vocabulario muy grande, y se expresan desde los 2 años perfectamente.
Ahora, ya para rematar, están aprendiendo inglés, y te cantan además las canciones del cole, otras que se han aprendido de memoria (Hey Jude, de los beattles), y la del guardaespaldas con gestos.
Una entona mucho mejor que otra, pero ambas aman la música y el baile. En las ferias, no quieren montarse en los cacharritos sino bailar en las casetas (y si les ponen Bailando de Enrique Iglesias o LALALALA de shakira, como locas).
Podría contaros miles de anécdotas relacionadas con la música, pero para no aburriros… Creo que es superimportante potenciar la música y el baile a estas edades y me alegro mucho de haberlo hecho con mis hijas, porque son felices con la música y no nos exigen ni tele, ni tablets, ni móviles, ni juguetes complicados.
Lo dicho, enhorabuena por el post, muy interesante!!
El oido es el primer sentido que se desarrolla en el bebé y dicen que es el último que se pierde antes de fallecer. Yo soy profesora de un método estupendo que se llama El Mago Diapasón. Nos dedicamos a la estimulación musical temprana, desde el vientre materno hasta los 6 años. Trabajamos en escuelas infantiles con niños desde los 15 meses hasta los 3 años y no os podéis hacer una idea de el potencial natural que tienen los pequeños. Podéis echar un vistazo del método en nuestra página.
http://www.magodiapason.com/
Qué bonito trabajo! Un abrazo.
Muy bien post! Yo tengo gemelos de 20 meses y disfrutan muchísimo de la música desde que eran muy pequeños, ya tararean y sobretodo bailan!! Como señalaste anteriormente, los mellizos y gemelos tiene un estímulo extra que es la figura de un par al que pueden seguir continuamente y son su mejor estímulo . Es muy bonito pero a veces resulta ensordecedor! Jaja hay que tener muuuchas paciencia. Un saludo
Muchas gracias! Me alegro de que te gustara el post! Un abrazo fuerte y suerte con tus peques!
Muy bueno el post!!
A mi buenahija de 5 meses ya le encanta todo lo que suena…Los sonajeros se los hago caseros, soy amante del ganchillo y hay patrones chulisimos de búhos, conejos, etc que con la mezcla adecuada de colores quedan super chulos, se pueden meter en la lavadora y emiten el ruido justo que la malamadre quiera.
Con respecto a la música, yo le pongo de todo los trillados cantajuegos, la radio, Metallica o música de relajacion, y ella no se queja, asi que supongo que le gustará. Eso sí lo que mas le gusta es cuando el buenpadre le toca suavecito la guitarra, la deja KO!!
Qué mañosa Carmen! Ojalá yo supiera hacer sonajeros caseros y me pusiera a ello! Gracias por compartirlo con todas!
Me alegro que te haya gustado el post! Besos!
Me ha gustado mucho el post.
Con el primer embarazo, escuché no sé dónde que la música de Mozart estimulaba el cerebro de los niños, etc… Mis compañeros de oficina acabaron hasta las mismísimas narices de Mozart, tanto que para cuando iba a nacer la buenahija, me regalaron otro disco distinto…”Para que la niña escuche más variedad de música clásica” (¿indirecta, tal vez?)
De recién nacida, mientras estabamos en casa y ella estaba en su moisés, yo tenía el aparato de música constantemente en marcha… Me compré 5 CDs de “Clásicos Populares”, que me aprendí de memoria… Yo no sé si fue eso, o porque la niña vino así de serie, la verdad es que mi buenahija fue un bebé tranquilo: dormía toda la noche, ni un cólico…
Cuando ha ido creciendo (ahora tiene 8 años)siempre que está haciendo alguna cosa ella sola, tararea una canción, la que sea… Y recuerdo que a los 3 años, su maestra me decía que iba para artista, porque les ponía música a veces…¡y la buenahija se levantaba de la silla y se ponía a bailar ella sola, con la consiguiente revolución de los 20 crios restantes!
El buenhijo (como buen segundo que se precie) ha tenido menos música clásica, pero la poca que ha tenido, le está luciendo, porque a los 3 años, viene otro cantante y bailarín en potencia. Y teniendo en cuenta la afición de su hermana mayor, de vez en cuando tengo bonitos espectaculos de coreografías de “Violetta” (manda la chica, claro) en el salón de casa.
Qué bueno! Pues yo creo que lo importante es eso, encontrar el punto exacto para cada uno. Si a ti te funcionó eso y encima te da sus frutos, pues qué mejor, no?
Gracias por compartirlo con nosotras! Muak!
Pues yo he debido de hablar demasiado con los enanos, porque hay noches que le bajo el sonido a la tele…y son ellos, y me pasa mil veces!!! Y ellos claro, angelitos se parten, tengo dos cotorras musicales y ahora en fase baile : buenhijo 4 años y baila hasta con las alarmas del móvil y buenahija 2 años que imita todos los raps de su hermano con una característica suya…los brazos, siempre en jarras!!Gracias por el post, muy chulo!
Jajajaja! Qué bueno Ru! Me parto con los brazos en jarra y los bailes con las alarmas del móvil!
Me alegro de que te guste el post! Un abrazo!
Me estoy imaginando a mis futuros gemelos aporreando los dos sonajeros y otros objetos no identificados por la casa…y emitiendo ruiditos similares al lenguaje que solo entienden ellos…¿alguna recomendación especial para gemelos?
gracias!
Anita
http://gemelosinvasores.wordpress.com/
Hola Anita. El simple hecho de que sean gemelos ya les da un estímulo que el resto de niños no suelen recibir. La imitación del uno al otro va a ser continua y muy enriquecedora. Lo positivo es que podrás tener una banda de música a la vez, en lugar de un artista en solitario, así que paciencia y enhorabuena!
Un beso!