*Podéis seguir a Ana Olivo en su web, en Facebook, Twitter e Instagram.
Soy Ana Olivo, tengo treinta y seis inviernos y un buenhijo de ocho que me enseña cada día como ser mejor madre. Hace cinco años me diagnosticaron cáncer de mama, y a partir de ese día decidí que me iba a centrar única y exclusivamente en vivir intensamente. Ahora soy capaz de potenciar el sabor del chocolate, de alargar los abrazos a más de seis segundos, de intentar que las miradas duren más un minuto y a no mirar el reloj demasiado. Me detectaron cáncer con treinta y un años, un hijo de tres. Una larga lista de propósitos y cosas que hacer. Resumiendo, una vida planificada.
¿Qué pasa cuando te detectan una enfermedad tan grave?
Una enfermedad que en muchos casos mortal. Mi mundo, mi lista, mi vida planificada se puso patas arriba. A penas me dio tiempo a sentir ese miedo que debería haber sentido, a veces me siento culpable por no sentirlo. Pero mi actitud positiva se niega a cambiar, me es muy fiel, y sé que jamás me engañaría, por eso, me tomé la noticia como un reto personal, esa clase de retos que te eligen, con lo cual lo cogí con más fuerza si cabe.
El equipo médico, mi familia y por supuesto yo, nos pusimos manos a la obra. Nuestro objetivo era cargarnos a ese bicho al que llaman cáncer, esa palabra con nombre zodiacal que pone los pelos de punta. Me sometí a diecisiete ciclos de quimioterapia, veintiocho sesiones de radioterapia, me quedé calvorota, perdí diez kilos, tres piezas dentales, las uñas de los pies, una teta con pezón incluido y once ganglios de la axila, más las siete correspondientes visitas al quirófano, creo que en la próxima me harán descuento.
*Ana Olivo, nuestra protagonista hoy en el blog.
Pasaron dos años agridulces, y logré superarlo
Gracias a la medicina tradicional y a la natural esa que no necesita receta, los arándanos y los abrazos de más de seis segundos que subían mis defensas a tope, el cariño de mi familia y amigos conseguían que mi actitud positiva se enamorase aún más de mi y yo de ella. Tuve días muy agrios, días sin poder dormir, dolores, sin poder comer, sin poder beber, sin poder andar, sin poder decir “no os preocupéis, estoy bien” mi aspecto canceroso luchaba cada día contra mi actitud positiva, he de reconocer que mi aspecto enfermizo con calvorota incluida ganaba muchas veces a la actitud positiva de mi gente y eso no me gustaba.
Me sonreían con la boca pero no con los ojos, esos expresaban tristeza. Necesitaba un tratamiento para mi familia, ¿por qué no me dieron uno para mi familia? yo tenía el mío, a pesar de mi aspecto y los síntomas que manifestaba, pero mi actitud seguía en pie con su escudo y su casco de espartana, por dentro estaba librando mi mayor batalla, pero no sabía como calmarlos, como decir, tranquilos que esta es mi lucha. Nunca perdí la esperanza, nunca perdí la sonrisa, nunca perdí las ganas de seguir luchando y por supuesto las ganas de vivir. Por eso después de cinco años totalmente curada y una menopausia precoz, mi actitud positiva y más guerrera que nunca me susurro al oído… ¿y si coges una mochila y te vas al Polo Norte?
¡Y así lo hice! Hace un año cinco mujeres supervivientes de cáncer decidimos enfrentarnos al inhóspito desierto blanco de Groenlandia. Cruzamos el Ártico y realizamos una travesía de más de cien kilómetros sin ayuda exterior, porteando más de veinticinco kilos de peso a la espalda durante nueve días a temperaturas bajo cero. Pisamos tierras inexploradas, remamos entre icebergs, superamos grietas gigantescas, ríos helados y noches eternas intentado conciliar el sueño.
Mi buenhijo se siente muy orgulloso de que su mamá escriba libros, haya ido al Polo Norte y ahora le de por calzarse unas deportivas y correr por la montaña. Dice que soy una mamá “sorprendente“ y eso me llena de orgullo.
Cuando suceden cosas buenas, conoces a gente maravillosa, se suele decir que es obra del destino, pero mi razonamiento es bien distinto y no digo que sea el correcto. La vida es como un tablero y en este momento estoy en una buena casilla, cuando no avanzo deduzco que es el turno de otra persona. No siempre me va a tocar a mí la mejor casilla. Por eso unas veces guardas turno y otras vuelves a empezar, es cuestión de suerte, de jugar bien tus cartas, de estar en el lugar y en el momento justo. No hay nada escrito, no hay ciertas personas destinadas a otras, ni momentos predeterminados. La vida me ha presentado varios retos, unos los elegí yo, y otros como el cáncer me eligieron a mí, pero he ido superando todos y cada uno de ellos, he ido cumpliendo sueños, reforzando ideas, pero siempre fiel a mis principios. El tiempo me ha hecho más paciente, más calmada, y un pelín rebelde, pero eso no significa que mis días no sean productivos. Mi día productivo no se basa en tener la casa perfecta, o dejarme los ojos en el ordenador trabajando. Mi día productivo es tomarme mi tiempo para hacer las cosas que realmente dan sentido a mi vida.
Hace tres años me convertí en escritora, he publicado tres libros, en el primero ‘Yo fui agente secreto’ recojo mi experiencia con el cáncer de mama contada en clave de humor. La segunda publicación es una novela llena de amor y risas ‘No me des caviar, dame amor y alitas de pollo’, y por último mi cuaderno de bitácora ‘Encordadas’ en el que relato con pelos y señales mi expedición al Polo Norte, un libro lleno de superación y mucha vida. ¿Por qué escribo? Porque me apasiona, porque me permite transmitir mi mensaje, porque las palabras sirven de reflexión, de aliento y de impulso para muchas personas.
Antes de irnos…
Un 20% de lo que vendamos en nuestra tienda online irá destinado a savethemama.org
Mañana es el ‘Día Mundial del Cáncer de Mama’ y desde HOY en el Club de Malasmadres, tal y como hicimos en años anteriores, queremos destinar el 20% de todo lo que vendamos hasta el lunes 22 de octubre a las 13.00 horas a la Asociación savethemama.org.
¡Entra en soymalamadre.com y colabora con este día!
Si es que Ana es mucha Ana!! La persona más optimista que conozco, pura vitalidad. A mi me ayudó y ayuda mucho en mi proceso personal. Ojalá hubiera más personas como ella, seríamos más felices ??
¡¡¡¡ INCREIBLE !!!!!! Eres maravillosa, y leerte hace que la vida valga mucho mas la pena.
Muchas gracias por tu testimonio Ana! Vitalidad modo on 🙂
Eso sí que es superarse!