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Los buenoshijos/as y la tecnología: si te implicas, molas. Y tú, ¿tienes like?

Los buenoshijos/as y la tecnología: si te implicas, molas. Y tú, ¿tienes like?

Desconocemos el mundo tecnológico que rodea a los buenoshijos y buenashijas, vemos las tecnologías con cierta preocupación pero hay que quitarse el miedo y entenderlas como algo positivo para establecer normas y comunicarse y dialogar con ellos y ellas. No nos olvidemos de dar ejemplo, algo que a veces nos cuesta. De todo esto hablamos en el ‘Taller de buenos hábitos en el uso de la tecnología’ con María Zabala dentro de nuestro proyecto #TenemosLike junto con Movistar . ¡Tranquilas Malasmadres no hay que tirar móviles y tablets a la basura, prohibir tampoco es la solución aquí!

Dale al play y toma nota, Malamadre

Familia y tecnología: la voz de la experta

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*Podéis seguir a María Zabala en Facebook, Twitter, Instagram y en su web.

Educar en tiempos de Internet presenta retos y oportunidades. Estamos rodeados de información acerca de cómo hacer las cosas bien, pero no siempre es fácil. Además, con frecuencia tenemos la percepción de que los buenoshijos y buenashijas saben más de tecnología y eso nos quita la autoridad que sí tenemos a la hora de educarles en otras cosas (alimentación, actividad física, autonomía, responsabilidad, respeto…).

Pero no. Con las pantallas es igual que con el resto. Tenemos que educar a los buenoshijos y buenashijas como lo que son: personas que ven la tecnología como algo normal en el mundo en el que crecen, pero que están aprendiendo a desenvolverse. Da igual la edad: tus hijos te necesitan para ir aprendiendo hábitos, ir aprendiendo a tener conciencia de lo que hacen y de por qué lo hacen, ir aprendiendo a tomar decisiones.

Más que buscar garantías de qué hacer para que los buenoshijos y buenashijas no corran ningún peligro en el mundo digital, se trata de educar en una autonomía gradual, dar buen ejemplo siempre que podamos y hablar con ellos sobre lo que hacen.

Tener like no es otra cosa que gustar y una Malamadre que tiene like es una madre que mola. Molar no significa saberlo todo ni decir siempre sí o no; no se es mejor madre por prohibir tecnología o dar barra libre de wi-fi. Molar es implicarse, interesarse, informarse y adaptarse para ir tomando las decisiones que los buenoshijos y buenashijas necesitan en cada momento. En el taller #TenemosLike de Malasmadres y Movistar sobre buenos hábitos en el uso de la tecnología centramos la conversación en tres aspectos que nos pueden ayudar a darnos cuenta de nuestro papel en la educación (digital) de los buenoshijos y buenashijas: costumbres, dispositivos y herramientas para educar en este loco mundo digital sin perder la cordura.

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1. Costumbres

Cuando son pequeños, no necesitan pantallas; eso es lo que dicen los pediatras y la Organización Mundial de la Salud. Así que, si decidimos que vamos a introducirlas en su vida, tiene que ser con conciencia, coherencia y prudencia. Es cierto que no hay que fustigarse y que un rato viendo un video no es el fin del mundo, pero si recurrimos a la tecnología como vía frecuente de entretenimiento, será más complicado asentar buenos hábitos cuando los niños sean algo mayores. Así que, respecto al tiempo de pantalla que vayas permitiendo a los buenoshijos o buenashijas trata de tener en cuenta estos aspectos:

  • Tipos de uso: ¿siempre que están delante de una pantalla están jugando o pasando el rato? Porque si es así, asociarán la tecnología solo al ocio. Y se pueden hacer muchas más cosas…
  • Momentos de uso: ¿hay unas normas o el tiempo de pantalla en casa no sigue un criterio? Para los niños es fundamental cierta rutina, también con el uso de la tecnología. Esto significa que necesitan límites, saber interpretar en qué momentos les dejas hacer algo y por qué.
  • Formas de uso: ¿siempre que ven videos o miran pantallas o usan la consola están solos en su cuarto o en otra habitación? Si sembramos esa semilla, asociarán el uso de la tecnología a algo que se hace aislado. Hay muchas formas de disfrutar de la tecnología en familia, para que se acostumbren a compartir ese ocio o esa actividad y para que resulte más sencillo que nos cuenten cómo lo viven.
  • Decisiones: cuando hay uso de la tecnología, ¿es porque lo piden ellos –insistentemente- o porque la decisión la has tomado tú? En el resto de su educación (elegir su alimentación, su vestimenta, su colegio…) tomamos decisiones conscientes como Malasmadres. Con las pantallas deberíamos actuar igual.
  • Normas de uso: si decides que en tu casa va a haber normas, trata de que ellos participen de su creación y, cuando los son pequeños, colócalas a la vista para que les resulte más fácil tenerlas presente.
  • Alternativas: si queremos que vayan aprendiendo a ser capaces de repartir su tiempo entre distintas actividades, nada como ofrecerles alternativas para que el tiempo de pantalla tenga que ver con quienes son en el ‘mundo real’. En lugar de simplemente dejar que usen la tecnología para mirar lo que hacen otros, anímales a que la utilicen en relación con lo que ya les gusta.
  • En el caso de los adolescentes, podemos hablar con ellos sobre aspectos como la diferencia entre consumo pasivo y creación de contenidos; la importancia de no creer todo lo que se ve; la responsabilidad de aprender a gestionar el tiempo y la atención; ser capaz de discutir sin insultar; distinguir lo público de lo privado y valorar lo que es realmente íntimo… Conversaciones que no son nada tecnológicas, pero sí muy importantes

2. Dispositivos

La tecnología llega a las vidas de los buenoshijos y buenashijas porque nosotros lo decidimos, por eso es importante que todo llegue respetando la edad y el carácter de los niños. Algunas ideas que se compartieron durante el taller:

  • Seleccionar en qué lugar de la casa se colocan las pantallas: si tu BuenHijo de 12 no tiene la consola en su habitación, será más difícil que juegue a escondidas.
  • No hace falta que los buenoshijos y buenashijas –sobre todo los pequeños- sepan los códigos de acceso a tu móvil, tu Tablet, la consola, el ordenador…
  • Si utilizan algún dispositivo, debemos ser nosotros quienes elijamos qué aplicaciones se descargan. Para elegir informados, es importante recurrir a fuentes que nos cuenten en qué consisten las distintas apps disponibles.
  • Si decidimos regalar a los juguetes con conexión a Internet, es fundamental preguntar en la tienda cómo funcionan esos juegos, qué nivel de seguridad presentan…
  • Los videojuegos tienen mala fama y se asocian con frecuencia a uso abusivo o contenidos que incitan a violencia. Infórmate antes de comprarlos y no delegues en los buenoshijos y buenashijas todas las decisiones sobre tiempos, contenidos y conexión.

3. Ayudas a nuestro alcance

I. Herramientas tecnológicas:

  • Aprender a gestionar la wi-fi de casa, para que no den la conexión a Internet como algo obvio (y necesario) en sus vidas. Si Internet no funciona por la noche, será más difícil que un adolescente de 12 años al que le cuesta parar de jugar con Fortnite, por ejemplo, pierda horas de sueño.
  • Conocer los entornos que vamos a abrir a la vida de los buenoshijos y buenashijas: si no queremos que se encuentren con contenidos inadecuados o que se relacionen con gente que les pueda dañar, la primera opción es enterarse de qué ven o dónde están. Con los más pequeños, elegir entornos adaptados a la edad. Con los adolescentes, tener al menos algo de información sobre las redes o apps o webs o los influencers que más los atraen, entender cómo funcionan o cómo se expresan, para poder ayudarles cuando lo necesiten.
  • Cuentas de usuario: están disponibles dispositivos tanto Android como Apple y te ayudan a gestionar la autonomía con la que tus hijos vayan tomando decisiones digitales
  • Controles parentales: recurrir a ellos si es necesario no a espaldas de los buenoshijos y buenashijas para ‘enterarse y regañar’ o para ‘prohibir y desentenderse’, sino como herramienta para hablar.

II. Herramientas analógicas:

  • Reflexión: no esperar a la adolescencia para educar en la convivencia con pantallas y no confundir educación digital con educación a secas. No se trata de que sepan programar, sino de que vayan aprendiendo a pensar.
  • Información: buscar huecos para saber más. Son difíciles de encontrar, pero los hay.
  • Conversación: hablar, hablar, hablar con ellos para conocerles y, en caso necesario, ayudarles.

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Después de todo esto, la pregunta más frecuente sigue siendo siempre… Pero María, ¿a qué edad se les debe dar un móvil?

Quizá te estés planteando que ha llegado el momento de que tu buenhijo tenga móvil propio. O tú no te lo has planteado pero tu buenhijo no deja de pedirlo. Quizá es el único de su clase que aún no tiene smartphone. O quizá nadie de su clase lo tiene aún, pero tú crees que hoy es el día de abrir esa puerta. Puede que estés totalmente en contra de que tenga móvil. Puede que no veas cuál es el peligro de que lo tenga. Sea cual sea tu situación, te animo a tener en cuenta los siguientes puntos:

  • Para qué lo quiere y cómo es (el buenhijo): lo más común, dicen ellos, para relacionarse con sus amigos. O porque tú quieres saber dónde está. En realidad, pueden comunicarse con sus amigos sin tener móvil porque con una tablet o un ordenador pueden chatear en otras plataformas (incluido WhatsApp). No necesitan un móvil para navegar por Internet ni para consultar sus redes sociales (en caso de que las tengan). No necesitan un móvil para editar fotos o videos. Todo eso lo pueden hacer con otros dispositivos. Ellos quieren un smartphone porque salen con él de casa, metido en el bolsillo. Por eso es fundamental que esa autonomía digital, la de su propio móvil, vaya en línea con la autonomía real que les des en el mundo offline. Para cada familia y cada niño, el momento es distinto. Por las necesidades o por las características de las personas implicadas. Mejor no prejuzgar lo que hacen otros y optar por decidir y aceptar lo que queremos hacer nosotros, eso sí, sabiendo lo que hacemos.
  • Qué móvil y en qué condiciones: ¿hace realmente falta que el BuenHijo estrene dispositivo nuevo y estupendo? ¿O hay alguno antiguo en casa que pueda adaptarse a algún plan que resulte económico y eficiente? En estos tiempos de inmediatez y de facilidades para los no pasa nada porque no tengan un smartphone de última generación. Por otra parte, ¿qué tipo de contrato o tarjeta tendrá ese dispositivo? Porque a lo mejor no necesita datos móviles infinitos, sino menos, para ir aprendiendo a gestionarse…
  • Sobre la ocasión: estamos cada vez más acostumbrados a ver que los smarthones son “el regalo”, pero un smartphone no es un juguete, ni tampoco debería ser un premio. Un móvil implica muchas decisiones que tienes que tomar tú. Sin cuenta tuya de usuario en Google Play Store o App Store de Apple, el dispositivo no se descarga aplicaciones. Sin datos y sin la wi-fi de tu router, el “regalo” no funciona. De hecho, siendo menor, lo más probable es que tampoco pueda permitirse comprar un dispositivo móvil. Necesitará tus recursos. Sobre la configuración, recurramos a las cuentas de usuario para que nuestros niños sean eso, niños, también en el mundo digital.
  • Y finalmente: límites y responsabilidad. Cuando decidas darle un smartphone a tu hijo, da igual si tiene 12 ó 15 años, hazlo con unas normas claras. Puede ser un contrato o un papelito con ideas que entre todos acordéis, pero que quede claro que el móvil es un plano de más de su vida en el que tú también quieres participar. No espiar, sino hablar. No controlar, sino acompañar.

Y dar ejemplo, y hablar, mucho hablar, para conocerles y ayudarles si lo necesitan.

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Y vosotras Malasmadres, ¿qué relación tenéis con las tecnologías?, ¿ponéis normas, límites y tiempos de uso?

Han comentado...

  1. Hola! Tema interesante y debería de hablarse en todos los medios. Soy Jefa de Estudios en un Instituto normalito, de pueblo tranquilo y poco conflictivo y si fuera por mí, estarían prohibidos los móviles hasta los 18, para que los desastres que hacen con ellos no tuvieran que ser responsabilidad mía. Acabar con denuncias a la guardia civil, ciberacoso, fotos horrorosas que se hacen y se las pasan y acaban donde no quieren… se meten desde muy pequeños en unos líos espantosos. Y ellos no son conscientes de las implicaciones de lo que hacen. Los padres no ejercen de padres y todos piensan que su niño/niña NO va a hacer: un montaje de una escena porno con la cara de una compañera, NO va a insultar de formas horribles a su propio amigo (¿?), NO va a tener cibersexo con una persona desconocida que luego chantajee al alumno… ays. NO va a posicionarse diciendo cosas o subiendo cosas de fuertes connotaciones políticas que ni entiende y no va a acabar recibiendo amenazas de muerte ni saliendo en la prensa… en fin. Unas risas. A muchos se les atragantan cuando se ven a la Guardia Civil delante. Y hay cosas que dejan secuelas y antecedente (delitos de acoso sexual).
    Igual que para salir por la noche hay normas y todo el mundo tiene claro que es complicado y que hay que tener cuidado, tal y cual MÓVIL CON ACCESO A INTERNET es LO MISMO que el niño SALGA SOLO DE NOCHE por el mundo. ¿Lo dejaríais sin control, ni cuidado, ni normas mínimas ni nada? Pues la gente a sus hijos con los móviles sí.

    1. Me ha encantado la aportación que ha hecho la Jefa de Estudios, yo tengo dos hijos de 13 y 11 años. El mayor tiene móvil pero sin redes sociales instaladas (increíble, lo sé) en su clase sólo hay 4 niños que tampoco lo tienen. La comparación de que no les dejaríamos salir sin control ni normas cuando salen de casa sería la misma a la de no poner normas ni restricciones en la tecnología. Creemos que al tenernos en la habitación de al lado ya los tenemos a salvo pero realmente es mucho más peligroso el no saber con quién se relacionan, juegan o qué les cuenta el youtuber de turno. Necesitamos acompañarles en sus viajes por la red así como seguir insistiendo que al igual que no le dirían todo sobre su vida a un desconocido en la calle, tampoco a una persona de la que sólo sabes su foto de instagram o nombre de gamer.

  2. Hola,

    mi hija tiene 5 años y ya va loca perdida con los vídeos de youtubers y series, y el peque de dos años anda camino. Intentamos que sólo les sirvan un rato de entretenimiento, para nosotros el parque y actividades al aire libre en estas edades son insustituibles… Así que tenemos like a medias.. jeje

  3. Nosotros pusimos control parental porque la vimos que hablaba por vídeo con un niño del cole, con hangout que se puso ella misma, luego nos lo puso a todos. Lo tiene para trabajar con sus amigas pero abusa y es nuestra lucha diaria junto con las horas de TV.
    Un tema muy interesante

  4. Buenos dias, me encanta el artículo, es super interesante. Nosotros nos encontramos en esa decisión con nuestro buenhijo de recien cumplido 9 años de comprar una consola porque según él sus mejores amigos juegan todos al Fornite y como él no juega pues le dan de lado, porque en el recreo sólo hacen hablar de ese juego y él se siente apartado del grupo…todos los dias viene con la misma canción : ” mamá, me aburro en el patio porque mis mejores amigos sólo hablan de Fornite”….el otro dia me dijo que para estar con sus amigos se ha inventado que su primo tiene Fornite y así poder hablar algo….nosotros le insistimos que le proponga a sus amigos juegos para que dejen de hablar tanto de Fornite o que juegue con los demás compañeros, pero dice que no, que se aburre con los demás….
    Según nuestros pensamientos no queremos consolas por dos motivos: 1-) porque no queremos que entre en el circulo: ” quiero lo que tienen los demás” y 2.-) porque va a ser una lucha para que no se vicie.
    estamos hechos un lío….

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