Como dice nuestra colaboradora Arancha hoy a cada uno nos pone una cosa en el mundo de la erótica. Yo lo confieso como ella tengo mis peculiaridades y me pone que las buenahijas se acuesten pronto y poder hablar largo y tendido con el buenpadre, aquella persona que hace equipo conmigo y con el que en estos años de la maternidad he intentado tener nuestros momentos de malamadreo en pareja. Hoy nuestra experta sexóloga se adentra en el mundo de lo que nos pone y de lo que se considera ‘rarito’.
* Podéis seguirla en @atajou y en la web de Sexorum.
Voy a realizar una confesión, a bocajarro y sin preparación previa: la Navidad me pone. Ver las luces en las calles y el soniquete de la lotería del día 22 da comienzo a una época que me encanta. Los árboles de Navidad me dejan boquiabierta, los Papá Noel en cada esquina y cada centro comercial (hohoho) me producen mucha ternura, admiro los belenes, disfruto cantando villancicos, me alegra reunirme con la familia en las cenas y comidas de los días señalados (y los no señalados también) y me emociona que durante dos semanas la gente intente ser un poquito mejor con sus semejantes. Así que desde que empieza el mes de diciembre hasta que pasan los Reyes Majos, estoy predispuesta al amor en todas sus manifestaciones.
Lo sé, no es nada cool, ni moderno. No se lleva nada, pero no puedo evitarlo. Estoy segura de que decir que no me gusta que me impongan momentos en los que ser feliz por obligación y que sería mejor que intentáramos ser buena gente todo el año y no sólo el mes de diciembre y la primera semana de enero me haría estar más en la onda. Pero no lo puedo evitar.
Como dice el refranero: “cada uno es de su padre y de su madre” y “para gustos los colores” y en este plano de las peculiaridades eróticas aplican ambos a las mil maravillas. Cada uno es singular, especial y único y esto, pensándolo bien, es muy fuerte. Estamos hablando de una riqueza inmensa, de una diversidad extraordinaria. No hay dos personas idénticas, ni siquiera los gemelos idénticos lo son en realidad. Hablar entonces de qué nos excita es comenzar una conversación inagotable.
Sin embargo, no todo lo que nos excita se considera de la misma manera. Así, por un lado tenemos lo relacionado con la penetración, del pene en la vagina para ser más concretos, que se ve como “normal” o “natural”, según nos vamos alejando de esta práctica, peor fama tiene aquello que suscita nuestro deseo. ¿Les suena lo de “si te gusta, es pecado, ilegal o engorda”? Para estos temas tenemos un trío similar: pecado, ilegal o enfermedad.
De esa visión normativa sobre la erótica, nacieron las perversiones, desviaciones o parafilias (el nombre se ha ido acomodando a los tiempos para parecer más moderno, aunque es siempre el mismo perro con distinto collar). Estas tres formas de nombrar las cosas o acciones que nos excitan se asientan en la base de que fuera de la penetración en la vagina no debería haber nada y si lo hay, es “rarito”.
Pues bien, todos somos “raritos”, todos somos peculiares y a todos nos excitan, en mayor o menor medida, cosas diferentes, singulares y que se salen de lo “normal” (de la norma procreativa). Y esto, lo peculiar, es precisamente lo normal (entendido como muy frecuente). Nuestras peculiaridades eróticas forman parte de nuestra intimidad y, por lo tanto, se comparten poco o nada con el resto de la gente, por eso hoy quiero sacar a la luz algunas de ellas. Vaya por delante que, sin bien no están todas las que son, sí son todas las que están, porque prácticamente cualquier cosa o acción ha podido excitar a alguna persona en algún momento y por lo tanto constituiría una peculiaridad.
La saga de “50 sombras de Grey” en los últimos años o “la historia de O” a mediados del siglo pasado popularizaron el sadomasoquismo y el bondage. Dentro de este campo hay a quien le gusta ser humillado/humillar, provocar o sentir dolor, en ocasiones producido por algunos objetos en especial (agujas, tacones, descargas eléctricas…), morder/ser mordido, ser atado o atar con cuerdas, cintas, cadenas, esposas, vendar los ojos o dejárselos vendar,…
Si hablamos de atracción por características físicas del otr@ la lista también es larga. A modo de ejemplo, se puede sentir especial atracción por las personas altas, calvas, con barba, bajas, que tienen un color de pelo en especial, que tienen los genitales completamente depilados o por el contrario con mucho pelo, a los que le falta un brazo/pierna o que vayan en silla de ruedas o usen bastón o muletas, que sean de una nacionalidad en concreto….
En el ámbito de los gestos, la excitación puede ser provocada por cosas tan dispares como mirar o ser mirado, llorar o ver llorar a alguien, oír hablar en una lengua en concreto, ver a alguien dormido, tener relaciones eróticas en un sitio público, travestirse,… Dentro de los objetos que tienen fama de producir excitación no podemos dejar de hablar de los zapatos (un clásico a la altura de ver “qué bello es vivir” en Navidad), pero también los pelos, uñas, fotos, armas, árboles, plantas, animales, objetos sagrados, tatuajes, joyas, sombreros,… La parte escatológica tiene también su público: sentirse atraído por la orina, las heces y todo lo relacionado con los fluidos corporales tiene su nicho en el mercado.
Las peculiaridades eróticas, seguramente por su pasado de pecado o enfermedad son fuente de sufrimiento para muchas personas. Tanto más, cuánto menos corriente sea el objeto o gesto que suscita su excitación, sin embargo, son ellas las que nos hacen especiales y únicos, las que nos hacen diferentes del resto y las que constituyen, para los que se sienten atraídos por nosotros, un plus sobre los demás.
Los propósitos para 2018 de nuestra experta
Antes de irme quiero aprovechar para felicitaros las fiestas y daros pistas para vuestros propósitos de año nuevo. Aquí van 5 puntos para añadir a la lista que estáis preparando para el 2018:
- El corazón de la familia es la pareja. Buscar momentos para disfrutar de ella y no dejarlos al final de la lista de “tareas pendientes”, hará que no olvidemos porqué nos embarcamos en la locura aventura de tener peques.
- Aunque en esta sociedad nuestra, las ganas y el deseo se presuponen, como el valor de los toreros, a veces, es necesario un empujoncito para que cojan consistencia.
- La vida no es cuestión de todo o nada, blanco o negro, comilona navideña o ayuno. Hay términos medios que pueden apañarnos y esto aplica también a nuestras relaciones eróticas.
- La comunicación no sólo se basa en el idioma: hay comunicadores directos e indirectos. Tener un poco de paciencia, si el buenpadre/Malamadre2 no comunica de la misma manera que tú, hará que no se produzcan malos entendidos innecesarios.
- Tener cuidado en las áreas de “alta concentración de accidentes” que existan en tu pareja, por ejemplo, las relaciones con las familias de origen, evitará accidentes desagradables.
Y a vosotras Malasmadres, ¿cuáles os llaman más la atención?, ¿cómo mantenéis la llama viva con vuestra pareja?
Me encanta el decálogo (de tres) que has escrito de lo que nos ponen a las mujeres, jejejej, cierto todo, el tema erñotico y las mujeres o los hombres es un mundo a cada una nos pone una cosa. Genial post ,cuanto más os leo más me engancha. Gracias
lo tengo clarísimo gracias a experiencias recientes..lo que más me pone es saber que estamos él y yo solos.. que las buenas hijas no están en la habitación de al lado con lo que podemos dedicarnos a nosotros sin tener el modo alerta activado, que es capaz de bajar mi nivel de libido de 1.000.000 a -1.000.000 en nano segundos….
felices fiestas !!
A mi hay una frase que me dice èl que me pone y no lo puedo evitar, la frase en cuestion es: Ascolta bimba ( escucha pequeña). En casa se habla italiano y cuando llega a la cocina y quiere decirme algo y suelta la frase y yo me vuelvo y me lo veo ahi con esos ojos azules, esa media melena canosa y rizada………..Diosss momento ùnico.
Aysss yo soy básica,a mi me pone mi marido. Y aunque no soy ciega y cuando veo un hombre guapo me lo miro y puedo piropearlo… sigue ganando mi marido. Mantenemos la llama los dos. Me encanta ir lo a buscar al trabajo una paseada,una cenita y una noche en hotel. El trabajo es encontrar hotel en oferta,canguros ,coordinar trabajo ,y que mi hucha de momentos especiales de para todo. Y como es cuestión de amoldarse a lo que hay no hay problema.Me pone que después de años kilos partos barriguilla masculina y dos millones de cosas nos miremos y nos pongamos jajajaja. Ea un besico malasmadres.
Buenas,
jeje, el tema erotico, la verdad es que normalmente estar de buenhumor me suele llevar más a la excitación, pero muchas veces también el malhumor y la tensión me la provoca, supongo que como forma de escape, eso sí siempre que los peques nos lo permitan.
Besos!
Anabel
Me acabo de deprimir cuando has escrito que la Historia de O es mediados del siglo pasado. Cuando yo era buenahija sonaba en vinilo la banda sonora y yo miraba intrigada la portada del disco. A mi me encanta la Navidad pero no me pone en absoluto. No es una época que yo asocie al sexo, sino al cariño. Me pone no tener obligaciones ni horarios ni tener que saludar ni dar explicaciones. Me pone viajar y dormir y me ponen mucho las siestas…