Salen granos, aparecen pelos sueltos donde nadie los espera, los pechos duelen… De repente, se manifiesta una fuerza intensa que se apodera de la persona y empieza a cambiar su cuerpo, sin su permiso. Prácticamente, de un día para otro, su imagen en el espejo cambia. Lo biológico se manifiesta y no suele ser agradable. Nada encaja, todo es más grande o más pequeño de lo que debería ser o gustaría que fuera… La pubertad, los cambios físicos que anteceden a los cambios psicológicos propios de la adolescencia, se caracteriza por ser una de las etapas de la vida en la que más nos rechazamos.
La sensación de que “todo el mundo está mirando”
Esos cambios físicos “inesperados”, muchas veces provocan sorpresa, desagrado o malestar cuando los vivimos. No es casualidad que en este período comiencen las dietas de adelgazamiento y surjan los primeros casos de trastornos de alimentación. Porque, además de que el cuerpo cambia, un problema añadido que vendrá poco después, es la idea de que “todo el mundo está mirando”. Y es que, para los adolescentes, su día a día es algo similar a vivir en un escenario en el que son observados constantemente. Cada detalle de su cuerpo, de su pelo, de su vestimenta, según él o ella, está siendo meticulosamente escudriñado por los demás. A eso hay que añadirle su miedo a la crítica, lo que ellos creen que los demás piensan cuando les miran. Un lío, vamos.
- Primeramente es el cambio físico, el que hay que ayudarles a entender, aceptar y superar. Aceptarse tal y como uno es, es el principio para mantener ese malestar a raya. Como decía en el post anterior ‘Desarrollo de la identidad sexual en la infancia’,una fuente de enorme felicidad tiene que ver con encontrar tu sitio en el mundo, aceptarse y respetarse tal y como uno es. Hay veces que no se está cómodo con los cambios físicos naturales que conlleva la pubertad, pero hay otras ocasiones en las que además el adolescente puede no se identificarse con las características sexuales que van desarrollándose en esta etapa.
- La segunda situación se da mucho menos que la primera, pero hay que atenderla igualmente. Los cambios físicos de la pubertad son pasajeros, el cuerpo se va desarrollando y tomando su forma definitiva adulta, es cuestión de esperar, disfrutar de todo lo que un cuerpo adolescente puede hacer y aceptar lo que no gusta tanto con amor y aceptación. Sin embargo, el rechazo hacia el propio cuerpo es distinto, no es algo pasajero, sino que requiere atención por parte de diferentes profesionales que puedan ayudar a que la ansiedad que sientan estos chicos y chicas disminuya y desaparezca.
¿Qué ocurre con los cambios psicológicos?
Los cambios físicos no son los únicos a tener en cuenta. Después vendrán los cambios psicólogos y, con ellos, entre otras cosas, la necesidad de elegir una primera pareja sexual, algo que no tenía ningún lugar en su vida antes. Y, entonces, surge una pregunta inevitable: ¿me gustan los chicos o las chicas? La tendencia a clasificarse en uno de estas dos casillas produce unos dolores de cabeza terribles. Me he encontrado a muchos adultos, ya no adolescentes, preocupados porque se han sentido atraídos por personas del mismo sexo o del contrario, si su orientación general es homosexual. En suma, atraídos por el sexo que no suele ser el habitual de elección en él o ella. Este conflicto que sufren no suele tener que ver con que rechacen sus preferencias sexuales, sino con su identidad. Creen que poder incluirse a sí mismos insertos dentro una orientación u otra es algo que les define como personas y debe permanecer fijo. Nada que ver con la realidad, por lo menos en esos momentos vitales de duda y posibilidades abiertas que es la adolescencia.
Alfred Kinsey a mediados del siglo pasado, intentó plasmar la diversidad sexual ampliando las categorías iniciales, hetero y homosexual a comportamientos más amplios que varían a lo largo de la vida. Aceptar que se pueden sentir atraídos ocasionalmente, o tan a menudo como ocurra, por personas de diferente sexo al que normalmente le atrae, solo indica que la complejidad sexual de las personas es grande y que puede cambiar según la persona y el momento. Hay que ayudarles a ver que, más que intentar encajar en categorías, lo que les va a traer paz consigo mismos es la aceptación de su sexualidad. Y a sentir que, si se lo permite, podrá ver belleza en muchos sitios y sentirse atraído o atraída por cosas muy diferentes.
¿Cómo les podemos ayudar a aceptar todos los cambios que conlleva esta etapa?
Vuelvo al tema de los cambios corporales
- No hay costumbre de hablar del asunto con los niños y niñas, a la edad de 12 o 13 años, cuando vemos que van a eclosionar. Quizá pueda parecer extraño o forzado sacar el tema antes de tiempo, pero creo que es realmente útil informar a los niños y niñas que su cuerpo va a experimentar cambios. No es lo mismo que un día se levanten horrorizados porque les han salido tres granos en el centro de la cara que estén prevenidos de que algo así pueda ocurrir. Decirles que esos cambios son normales, temporales y esperables puede ser muy tranquilizador. Sobre todo si la charla va acompañada de chascarrillos de cuando sus padres pasaron por esa etapa. Eso les gusta mucho.
Ahora vamos a los cambios psicológicos
- Es decir, a cómo interpretan ellos la forma en que su cuerpo cambia, cómo creen que les miran los demás, la manera en que se perciben a ellos mismos desenvolviéndose en el mundo, entre otros. Para que pasen esta etapa de la mejor manera posible han tenido que aprender muchas cosas, durante toda su infancia, que les protejan de un rechazo a sí mismos. La primera de ellas es un buen conocimiento de sí mismos, de sus necesidades y de cómo cubrirlas. Es una etapa llena de dudas, ilusiones, cambios de opinión, desarrollos morales. Por ejemplo, ¿qué necesita hacer cuando está nervioso para volver a la calma? ¿Sabe a quién puede acudir dependiendo de qué es de lo que necesita comunicar? Normalizar y ayudarles a gestionar todos esos picos emocionales con los que se van a encontrar, así como guiarles para que den con lo que necesitan para gestionarlos, hará que con más facilidad se acepten a sí mismos, que se comprendan.
- Lo segundo es un buen repertorio de habilidades sociales que le permita relacionarse bien con los demás, creando una red de apoyo fuerte, de amigos y familia que le sirva de soporte en cualquier situación. Sobre todo cuando duden de ellos mismos, cuando se sientan perdidos, que les facilite expresar lo que sienten, lo que quieren. En este repertorio de habilidades destacaría la capacidad de decir que no u oponerse a la opinión mayoritaria. Esta habilidad se aprende dentro del hogar, desde el respeto de la familia a sus opiniones constructivas en contra y teniéndolas en cuenta. Que sea capaz de defender ante cualquiera su forma de pensar, sus elecciones vitales, si estas son cuestionadas.
- Por último, una autoestima fuerte, la capacidad de ver lo valioso y capaz qué es y puede llegar a ser. Se consigue valorando sus logros, generando para él y ella metas exigentes pero realizables. Puede vivir cambios, dudas, miedos, ilusiones, decepciones, todo lo que la vida tiene deparado para él o ella, pero siempre viviéndolas desde el respeto y aceptación hacia la persona con la que pasaran el resto de sus vidas 24 horas al día: ellos mismos.
Y vosotras Malasmadres, ¿cómo lleváis esta etapa?
Que buen articulo, me gusto mucho la forma en la que te haces entender. Esta información es Importantísima para acompañar bien a nuestras hijas que se acercan a la adolescencia y a sus 15 años.
Que buen articulo, la etapa de la adolescencia para la chicas es dura, a partir de los 15 años empiezan a tomar ciertas conductas. Las madres deben apoyar a las hijas pero darles cierta libertad para que encuentren sus pasiones y habilidades
Hola Maribel,
Tengo una hija de 13 años, que no encaja con el resto de niñas de su edad, se siente sola, dice que no tiene ninguna amiga, ya no le interesa lo que hacen las que antes eran sus amigas (están todo el día con el móvil, hablando de novios/as, grabando videos, …)
No parece afectarle mucho, en casa es una niña normal, pero hablando con ella me ha dicho un par de veces que no le importaría morirse, ya que la vida no tiene ningún aliciente para ella.
¿Debería preocuparme, o son simples comentarios propios de su edad?
Buenas, es la primera vez que escribo en el blog, aunque os sigo desde hace tiempo. Mi niña con 13 años, siempre una niña muy niña…., al parecer quiere ser un niño. Ha establecido una relación con su amiga de toda la vida, ella es el niño y su amiga la niña, y ahora son pareja…. perdona??? dicen gustarles las chicas y ser un chico trans que se llama Daniel…. (se lo he visto escrito en un papel en el escritorio), bueno a mi directamente no me ha dicho nada, pues esto está ocurriendo hace aproximadamente un mes, o mes y medio, . Creo que en su clase hay un par de parejas de “amiguis” igual… debo preocuparme y tomar cartas en el asunto??? puede ser una moda??? yo apuesto por dejar pasar un poco el tiempo a ver que decide… pero hago lo correcto???
Gracias y un saludo.
Buenos días, Susana. ¿Cómo estás?
Despúes de leer lo que cuentas sobre tu hija te recomiendo que intentes acercarte a ella lo máximo posible. Es decir, buscar espacios en los que estéis agusto juntas, donde se sienta escuchada y atendida por ti, sin juzgarla. Que ella pueda sentir con total claridad que puede contarte cualquier asunto que le preocupe sin que eso provoque un conflicto entre vosotras, ya que eso puede alejala de ti. Generar esa confianza puede aumentar la probabilidad de que te cuente aquello que está ocupando mucho espacio mental en su cabeza, que es su identidad sexual. Antes de “tomar cartas en el asunto” que interpreto como una acción directa y quizá más invasiva, te recomienda que intentes que ella ” se abra” en un ambiente distendido en el que pueda contarte que piensa y siente. Desde ahí, podrás orientarla y ayudarla. De todas formas, si está situación se desarrolla en cualquier dirección y no sabes muy bien cómo actuar, puedes contar conmigo para ayudarte en este asunto.
Un abrazo.
Gracias Maribel, en ppio es complicado el acercamiento, xq no quiere y punto. Ufffff pero voy a intentar dejar el tiempo pasar y q sea ella la que busque nuestra ayuda.
Lo hace todo público en redes sociales y pretende q su padre y yo, no nos enteremos, cree tener todas las respuestas, es difícil mantener una conversación con lógica. Dramática lo ha sido siempre, y adorna trágicamente todo siempre que habla, aunque yo sé de sobra q lo q me está contando es mentira… para mi entender está jugando con fuego (sin tener claro nada) y se va a terminar quemando. Voy a concertar cita con el psicólogo pues necesito mediar ya q con nosotros no quiere hablar.
Me tiene frita
Hola, Elena.
Lo primero que te aconsejo es no presionarla al intentar convencerla de que la ropa sí la siente bien si ella afirma que no es así.Puede sentirse muy poco comprendida, si ya has intentado por esa vía hacerla cambiar y no funciona. Cuando podáis encontrar un rato tranquilas para estar juntas sí sería interesante abordar el tema, lejos del malestar que le provoca el momento de ir de tiendas. ¿Qué es lo que ella percibe que le sienta tan mal frente al espejo? Y si eso es algo que no cambiar razonando con ella, y no hay manera de cambiar su percepción, por lo menos de momento, sería útil preguntarle qué limitaciones en su vida le provoca eso que ella ve. ¿Tiene dificultades para hacer amigos por que la ropa no le siente bien? ¿Problemas académicos? Estas preguntas van encaminadas a minimizar el problema que ella ve ante el espejo, haciéndola ver que por tener un cuerpo de una forma o de otra no la limitará para desarrollarse como una adolescente feliz.
Gracias por comentar. Un abrazo!
¡Muchas gracias por este artículo Maribel! No soy madre pero soy tía de dos sobrinas y tus palabras y conocimientos me han sido muy útiles para poderlas entender mejor y apoyarlas en esta etapa tan complicada como la adolescencia. Esperamos el siguiente post.
¡Gracias!
Gracias, Antonella. Si tienes algún tema en la cabeza, estaré deseando oírla.
Un abrazo,
Muy interesante, opino que efectivamente es de gran ayuda anticipar a los adolescentes los cambios que les van a suceder en esta etapa tan difícil. Se suele hablar de los físicos pero no de los psicológicos, por ello me parece que tiene gran valor este artículo, informar es prevenir.
Efectivamente Blanca, de los cambios psicológicos se habla menos al ser menos visibles.
Es una asignatura pendiente en la educación de los adolescentes.
Gracias por comentar.
Un abrazo,
Se ve que domina el tema, lo ha clavado.
Jajaja, mucha gracias, África. Espero que te haya servido de ayuda.
Un abrazo,
Maribel.
Muchas gracias por este post. No soy madre pero si tia y tengo una sobrina en esta etapa tan complicada. Agradezco este tipo de ayuda ya que consigo poder entenderla mejor y pensar sobre como yo puedo aportar en su educación. Mil gracias
Gracias a ti por comentar. Espero que todo vaya fenomenal con tu sobrina.
Un abrazo,
Maribel.
Me encanta este artículo. Muy bien explicados los cambios que ocurren en la pubertad. Me va a ser útil para intentar ayudar a mis sobrinos que empiezan a entrar en esta etapa y hacen algunas preguntas “incómodas”” jajaja Gracias!!
Me alegra que el artículo te haya servido de ayuda.
Un abrazo gordo,
Maribel.
Que interesante artículo!!. Importantísima para acompañar bien a nuestros hijos que se acercan a la adolescencia. Gracias Maribel, ¡siempre das en el clavo!
Muchas gracias, Elena, por tus palabras.
Gracias Maribel! Esperamos el siguiente!
Me pongo a ello, Maite!
Gracias!
Un abrazo!
Maribel, muchas gracias por el post. Muy bien explicado y de gran ayuda!
ES fundamental ser capaces de transmitir y enseñar a nuestros hijos/as que lo más importante para transitar por esta vida de una manera tranquila y gustosa es Quererse, Respectarse y Aceptarse.
Me encanta lo que dices sobre transitar la vida de manera gustosa. Hay que ayudarles a que vivan así, como tu dices. Eso repercutirá positivamente en ellos y en todos los que le rodean.
Un abrazo,
Maribel.
Hola,Maribel. Interesante artículo. Yo soy madre de una adolescente de 14 y es un suplicio ir a comprar con ella ropa,nada le sienta bien,dice. Ya no sé qué hacer para que se acepte.
Saludos.