El pasado viernes 27 de noviembre, ese mismo día en el que recibíamos el Premio Bitacoras, tuvimos el placer de participar en Málaga, mi tierrasanta, en un evento con la serie Mom, de canal TNT, dentro del ‘Festival de Series Movistar’ y en el que me representó mi hermana. Un taller titulado ‘Soy malamadre y ¿qué?’ en el que hablamos del club y tuvimos una mesa de debate en el que desmitificamos la maternidad con 4 invitadas de lujo: Ana Barreales (redactora jefe de ‘Diario Sur’), Flor Enjuto (periodista y autora del blog ‘Hija no hay más que una…¡Gracias a Dios!), María Garrido (responsable de comunicación de ‘Etología Veterinaria Málaga’ y colaboradora del club) y Leonor Cabrera (coach de ‘Viventi, escuela de comunicación y desarrollo personal’ y colaboradora del club). Y por supuesto, nos reímos mucho con el monólogo de una malamadre muy especial, Anabel Villalba, que se confesaba ante los asistentes al evento. Os dejo con él que seguro os echáis unas risas.
*Anabel Villalba en un momento de su monólogo
Bueno, a ver, ¿cuántas de las que estamos aquí hemos dicho más de una vez que no íbamos a ponerle la tele (maldito demonio devorador de infantes) a nuestros hijos para comer? O que no le daríamos la Tablet o el móvil (otro maldito devorador de infantes pero en versión reducida) para que nos dejaran…
Yo que sé, lo primero que me viene a la cabeza: depilarnos las piernas, tomar un café, y no cualquier café, sino uno “sentadas”, o así a bote pronto, hacerte la raya del ojo más rápida del planeta y aderezarlo con un toque de colorete que Heidi a nuestro lado es Casper el fantasma, porque cuando una va con prisa… Pues ya se sabe que los resultados son de aquella manera. Cuánta razón tenía mi madre cuando decía “…vísteme despacio, que tengo prisa…”, y digo yo que para ponerme ese chándal horrible de tergal ochentero verde y morado no necesitaba mucho tiempo la tía y volviendo al tema que estábamos hablando, sí, lo “guays” y “chachipirulis” que íbamos a ser cuando fuéramos madres.
¿Y qué ha pasado? Y “cuidao” que no quiero decir que ahora no seamos “supermegaguays” y “chachispirulis”, sino que seguro que no somos el reflejo de Mary Poppins, ni nos parecemos mucho a lo que habíamos imaginado.
De repente nos hemos dado cuenta que hacer el avión para que coman las verduras sólo funciona con los niños de las películas (esos tan monos que en ocasiones parecen hasta muñecos de atrezzo); que ‘Pocoyó’, ‘Los Cantajuegos’ y ‘Frozen’ no pueden hacer tanto daño a nuestros churumbeles, no. Es más, yo creo que más de una Elsa de Frozen ya canta “Suéltalo” al estilo Sabina y si fuera por ella se escondía detrás del castillo de hielo.
Que lo de estar mona pues eso, que lo mismo la Pataki después de sus gemelos se hace un libro con vídeo de fitness y de postre, vídeo de lencería súper sexy y eso, pero la realidad es otra muy diferente que nadie nos cuenta (que tampoco entiendo yo ese secretismo), porque el que avisa no es traidor, pero el que no lo hace es un poquito hijo de fruta, ¿no?
Pues eso, que es muy difícil ser una madre perfecta y a la vez estar buenorra. Porque cuando te has levantado 800 veces a darle teta o bibi durante la noche, la cara que tienes por la mañana no la arreglan ni ‘Benito y Cía’. La barriga que se nos planta (y quien dice barriga, dice culo, patorras, “alitas de murciélago”, y esos kilitos que se quedan ahí agarrados cual garrapatas, pues no ayuda precisamente; y ya no hablemos de plantarte un modelito sexy, de eso mejor no hablemos porque salimos perdiendo.
Así que es por eso que estamos aquí, porque hemos dejado de lado los estereotipos y complejos, porque hemos asumido que la madre perfecta no existe o la interpreta Doris Day, y que en definitiva somos malasmadres, y a mucha honra, porque ante todo y por encima de todo, le ponemos amor a todo lo que hacemos y porque el despertarnos por la mañana como un oso Panda, es lo más, el desmaquillante está muy sobrevalorado, y el tiempo para hacerlo más.
Porque ahora nuestras conversaciones telefónicas con amigas tratan sobre las pelusillas de los pies de mi hijo (si, amigas, ya he escrito a Iker Jimenez para saber de dónde vienen), en lugar del modelito que sacó la Pataki en tal alfombra (ya se que puede parecer que la tengo manía, pero nada más lejos, palabrita).
Porque los Gyn tonics ahora van en taza de cerámica y se quedan sin probar encima de la mesa porque después de los baños y cenas nocturnas, pues como que la babilla nos cuelga a la primera de cambio.
Porque nuestros buenoshijos a veces van al cole con un calcetín de cada color, o con más moños que un árbol de navidad, pero eso sí, llevarán su mochila cargadita de amor y buenas intenciones, que de eso tenemos a borbotones.
Y en lo de ser una “malamadre” “supermegachachipiruli” no podemos desistir en nuestro empeño. Yo me imagino como una Christie de MOM diciéndole a mi “buenahija” adolescente:
– “Cariño, ¿a dónde vas?
– A la biblioteca, me responde la muy simpática
– Pues dile a la biblioteca que use condones, le digo.
¡Toma ya! y soy la madre más “malamadre” y “supermegachachipirulijuanpelotilla” del mundo. Y hablando de la serie MOM; he ido rescatando un montón de buenas ideas para seguir “malamadreando” a tope: para que coma el tofu (si algún día me da por la comida súper sana) le digo que es un tipo de pollo. Ya me imagino al “buenhijo” preguntándole a su padre, que es “cocinero”, qué parte del pollo se está comiendo (me parto), y si alguna vez tengo dudas o me siento frustrada, ahí estarán ellas para recordarme que siendo todo eso, y además, ex alcohólica, ex ludópata,(nada más lejos de la realidad, que yo con ser actriz tengo ya lo mío) con una madre que además de ser también todo eso, está como una regadera, siempre tendré una sonrisa y me sentiré la “malamadre” más (no voy a soltar la retahíla) orgullosa del mundo.
Queridas mías, si por la mañana al despertar os intentáis agarrar el pelo con el chupete y a vuestro hijo le plantáis la pinza en la boca, y aún así te partes de la risa porque le sale un lazo de la boca, no hay duda, eres una buena “malamadre”.
*En las imágenes un momento de la mesa debate y abajo en el photocall del ‘Festival de Series Movistar’.
Real como la vida misma, al vestir hoy al buenhijo1 le veo las uñas de los pies largas y me pongo a cortárselas.. Me dice … Eso que el profesor de judo ha dicho que me las cortes que araño el tatami…
Soy Malamadre en modo experta…. Espero recuperarme de este ridiculo
Real como la vida misma, al vestir hoy al buenhijo1 le veo las uñas de los pies largas y me pongo a cortárselas.. Me dice … Eso que el profesor de judo ha dicho que me las cortes que araño el tatami…
Soy Malamadre en modo experta…. Espero recuperarme de este ridiculo
Jajajaja, buenísimo el monólogo, y lo de la Pataky no es manía seguro no…jajajaja
Jajajaja, buenísimo el monólogo, y lo de la Pataky no es manía seguro no…jajajaja