¿Qué quieres encontrar?

2
Cinco claves para que la adolescencia de tu hijo/a NO saque lo peor de ti

Cinco claves para que la adolescencia de tu hijo/a NO saque lo peor de ti

Si convives con un adolescente seguramente tengas la sensación que te pasas todo el día enfadada con tu adolescente. Refunfuñando o alzando la voz  cada vez que entras en su habitación y encuentras ropa tirada por el suelo o la cocina sin recoger, después de hacer horas que haya comido. Que pierdes los papeles frustrada al ver que no cumple con sus responsabilidades en el instituto o con las normas en casa. Situaciones desagradables que te hacen perder los papeles fácilmente y entrar en un bucle constante de malestar y desesperación que provocan que muestres tu peor versión ante nuestros hijos e hijas.

Cómo convivir con un/a adolescente que casi siempre está de mal humorado

Cierto es que tu adolescente se ha convertido en un/a joven difícil de acompañar  y entender. Que anda enojado o enojada casi todo el día, escucha poco y muestra poco interés por pasar tiempo contigo. Que no colabora casi en casa y cualquier cosa que le dices le molesta. Que muestra su impulsividad a la hora de tomar decisiones y tropieza a menudo.

Tu hijo o hija está transitando una etapa vital muy complicada repleta de cambios y nuevos desafíos. Donde su cerebro inmaduro se encuentra en un proceso de total transformación y no le permite controlar sus impulsos, planificar ni organizarse correctamente. Un/a joven que vive entre emociones desbordadas, dudas y cambios de humor.

Es muy normal que pierdas el control con él o ella pero siento decirte que ese mal trago que pasas no va a dar ningún fruto positivo. Porque cuando gritas y pierdes los nervios nadie va a salir beneficiado ni a corto ni a largo plazo. Una rabia que únicamente va a provocar que os distanciéis y romper vuestro vínculo.

Acompañar la adolescencia con serenidad y empatía resulta sumamente difícil. Dar respuesta a sus nuevas necesidades, que nada tienen que ver con las que tenía en la infancia, será clave para su desarrollo. Pero aunque te resulte casi una misión imposible y te sientas agotada y saturada, debes ser muy consciente que es la etapa en la que tu hijo/a va a necesitar tu presencia y mayor comprensión. Tu amor incondicional y tu apoyo.

Aunque casi nunca te lo demuestre necesita tenerte cerca para ayudarle a entender todo aquello que le sucede o le crea tanta incertidumbre. Para encontrar las respuestas que no halla en su interior y hacer frente a sus indecisiones.

Si tu adolescente siente que reprimes, ridiculizas o ignoras todo aquello que siente o necesita será un/a joven infeliz. Esta falta de vínculo seguro provocará que se sienta inseguro, incomprendido y poco valorado. Si es así, buscará en su grupo de iguales la aprobación y ayuda que no encuentra en ti.

En cambio, un acompañamiento asertivo y afectuoso le ayudará a dar respuesta a todos los cambios físicos, cognitivos, sociales y emocionales que experimenta a diario. A sentir que su hogar es un lugar seguro donde puede expresar sin miedo y libertad lo que siente o necesita. Donde recibe el apoyo que precisa para crecer.

Claves para acompañar la adolescencia sin perder el control:

1. Ser muy consciente que para tu hijo es nada fácil hacerse mayor. Hacer frente a todos los cambios que experimente y gestionar correctamente sus emociones intensas. Saber que ninguna de sus conductas pretenden provocarte o hacerte daño, ya que son fruto de su desarrollo cerebral, te ayudará a no tomártelas de forma personal y a no reaccionar desproporcionadamente.

2. No impongas los límites o las normas a tu adolescente. Consensuálos con él desde el respeto y la comunicación empática para que sienta que su opinión importa y quiera cumplirlos. Unos  límites que deben ser claros, coherentes y constantes que facilitarán la convivencia en casa y aumentarán la responsabilidad y la autonomía de tu hijo.

3. Cuídate, delega y prioriza lo que es realmente importante. Si vives agotada y sin tiempo para cuidarte y atender tus propias necesidades será imposible encontrar la serenidad que necesitas para acompañar a tu hijo. Cuida tu alimentación, descanso, tus momentos para hacer aquellas actividades que te cargan de energía.

4. Incrementa el valor de tu hijo , hazle sentir importante y ayúdale a identificar todo aquello que sí hace bien ayudándole a construir una buena autoestima. Valora sus pequeños progresos y ayúdale a ponerse metas realistas. Si por el contrario tu adolescente siente que nunca cumple con tus expectativas y que te pasas el tiempo criticando sus errores o elecciones no va mostrar interés por acercarte a ti.

5. Identifica las situaciones que en casa desencadenan vuestros conflictos e intenta encontrar junto a él soluciones para que no se repitan constantemente. Intenta expresar tu enfado de forma asertiva y basar la relación con él en una comunicación respetuosa. Si crees que no puedes hacerlo, deja la conversación para otro momento. Recuerda que tu adolescente necesita a diario tus muestras de cariño a través de tus abrazos, besos y palabras que le encorajen especialmente cuando las cosas no le salgan bien.

Si tu adolescente siente que te conviertes en esa persona de referencia que ahora necesita a su lado y le regalas tu paciencia, apoyo y disponibilidad no tendrá miedo a equivocarse, a probar cosas nuevas y pedir ayuda cuando lo necesite. Tu amor incondicional será clave para conseguirlo.

Han comentado...

  1. en mi caso muchas veces me sacan de quizio. Lo que hago es fumarme un cigarrito para calmarme. Lo unico que espero es que mis hijos no acaben fumando ya que yo fumo mucho y a veces delante de ellos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *