Se acerca el 8 de marzo, día Internacional de la Mujer, fecha en la que nos toca recordar que queremos derechos que nos permitan vivir con libertad sin que la condición de ser mujer determine nuestra vida.
Nos resulta inverosímil leer titulares en el siglo XXI como que las mujeres cobran un 14% menos que los hombres o que solo hay un 2,8% de consejeras en las empresas cotizadas de España, cuando en realidad una niña y un niño reciben la misma escolarización o cuando el 60% de la población universitaria son mujeres. ¿Qué está pasando?
Pese a que haya quiénes quieran ocultar las desigualdades de género en el ámbito laboral, estas cifras tienen un denominador común: la maternidad y hoy queremos contar el porqué.
La brecha salarial
Ya vimos con Judit Carreras, consejera de la OIT para España, que la brecha salarial de género no es un mito sino una realidad que está cuantificada. Según el Informe Mundial sobre Salarios 2018/2019, la brecha en España es de 14,9%, lo que significa que una mujer cobra casi un 15% menos que un hombre. Y, lamentablemente, los motivos que explican esta brecha tienen que ver con el género:
- Hay más mujeres en ocupaciones peor pagadas y valoradas.
- Hay más mujeres responsables del trabajo doméstico-familiar no pagado ni valorado.
- Hay más mujeres trabajando a tiempo parcial.
- Los estereotipos asocian la maternidad a menor compromiso laboral.
Y aunque empiezan a haber iniciativas para controlar la brecha salarial, lo cierto es que necesitamos mayor seguimiento y que se extienda en todos los ámbitos empresariales.
El techo de cristal
Otro de los efectos que tiene la discriminación de género en el mercado laboral es el conocido “techo de cristal”, una barrera difícil de traspasar que dificulta el ascenso de las mujeres en su carrera profesional.
En este sentido también hablamos del “suelo pegajoso” que se refiere a que los puestos de trabajo más feminizados son los más precarios (peores condiciones, peor remuneración, etc.) y, salir de ellos para conseguir mejores condiciones se convierte en una barrera difícil de superar, especialmente porque las mujeres son las que asumen mayoritariamente las tareas doméstico-familiares y la falta de medidas de conciliación las empuja a renunciar.
Como vimos con Carol Daunert, portavoz de la ‘Asociación 50a50, la presencia de mujeres disminuye a medida que aumenta la trayectoria profesional. Como comentaba la experta, “cuando la mujer está en condiciones de volver a trabajar o de completar su jornada, la dirección deja de considerarla para puestos de responsabilidad por desconfiar de su compromiso. Dada la dificultad real de conciliación de trabajo y familia, la mujer acaba asumiendo y conformándose con la situación y deja de aspirar a más”.
Trabajo a tiempo parcial
El tipo de contrato también es diferente si lo analizamos con perspectiva de género. En 2018 un total de 358.200 personas ocupadas trabajaron a tiempo parcial con objeto de disponer de más tiempo para cuidar a personas dependientes. La mayoría que trabaja a tiempo parcial para poder cuidar a terceros fueron mujeres (344.800). En este sentido, el 56,8% de las mujeres consideraron que no hay servicios adecuados para la atención a personas dependientes (niños, adultos, enfermos, personas con discapacidad, etc.) o bien que no pueden pagar estos servicios.
Tasa de desempleo
Otra de las cifras que explican la desigualdad de género en el mercado laboral son los que tienen que ver con el desempleo. En 2019 cerramos con una tasa de desempleo del 15,6%, en el caso de las mujeres frente al 12,2% en el caso de los hombres. Esta distancia incrementa entre los 25 y 54 años, rango de edad en la que se enmarca la maternidad, siendo de 14,6% en las mujeres y de 10,9% en los hombres.
Por estas y otras muchas razones tenemos que defender la igualdad y los derechos de las mujeres, visibilizando que el cuidar de terceros es otro trabajo que, además, es calve para que una sociedad sea sostenible. El próximo 8 de marzo queremos volver a alzar la voz de miles de mujeres a las que esta sociedad invisibiliza, apostando por un cambio social en el que todos y todas tengamos las mismas oportunidades y podamos elegir con libertad.
Y vosotras Malasmadres, ¿de qué manera habéis sufrido la desigualdad salarial?
Hola, creo que va cambiando todo, pero queda mucho por cambiar. Los médicos, las llamadas del cole, las reuniones,… no nos engañemos, están copadas mayoritariamente por mujeres. Es cierto, que poco a poco el tema va cambiando, pero tiene que haber un cambio de mentalidad familiar, de corresponsabilidad donde creo que todavía queda mucho por hacer. No son las bajas de maternidad, es que cuando un niño se pone malo el 99% de las veces es la madre la que sale pitando del trabajo. Es cierto que en España la legislación pone muy complicado coordinar ciertas cosas como enfermedades en el cuidado de hijos, pero creo que en la pareja hay que concienciarse de que todo es cosa de dos.
¡Claro! Para el gráfico de trabajo a tiempo parcial puedes acudir al INE, concretamente a la Encuesta de Población Activa y la pirámide está construida a partir de diferentes datos que puedes leer en el informe de “Mujeres directivas en España” de PWC. Cualquier duda puedes escribirnos.
¡Mil gracias!
Hola! Me podrías decir de qué informe habéis obtenido los datos de los gráficos? Me gustaría utilizarlos y para ello necesitaría citar la fuente (ademas de vuestro artículo, claro ?). Gracias!
Seguiremos trabajando por un cambio social. 🙂
Hola,
poco a poco, va cambiando pero todavía falta mucho por hacer en este mundo de hombres. Todavía se nos ve como un florero que tarde o temprano tendrá hijos y faltará al trabajo. Tenemos que ir concienciando a la sociedad que todos aportamos y que somos igual de luchados o más con todo lo que llevamos en la vida. Además por este hecho cada vez son más las mujeres que dejan de tener hijos en pro de su vida profesional.
Esperemos que este problema vaya remitiendo y a seguir luchando para que el futuro de nuestras peques sea mejor!