Malasmadres a los fogones: ¡nos vamos de ‘brunch’!

Si hay algo que me apetecería hacer una vez es irme de brunch, me llama mucho la atención eso de hacer un desayuno tardío lleno de cosas ricas y apetecibles, y si es después de una noche de malamadreo entre amigas mejor que mejor. Así que cuando Rebeca. nuestra cocinilllas número uno, me propuso hacer un post sobre el tema la boca se me hizo agua. Y es que hoy empezamos el lunes con recetas fáciles y sencillas para quedar bien ya sea un brunch o cualquier otra cosa que queramos hacer. Y, por favor, que no falta la granola… ¡Esperamos que os guste!

* Podéis seguirla en @rbkdtorres, en facebook o en su genial BLOG, no apto para golosos, donde encontraréis recetas estupendas para dejar boquiabiertos al personal. ¡Malasmadres a los fogones!

Brunch

Los brunch están de moda o, más bien, siguen de moda. Los almuerzos anglosajones que aúnan desayuno y comida en fin de semana y días de fiesta llegaron a España hace unos años y parece que para quedarse. Aquí teníamos el tapeo, pero esto es algo más sofisticado y más ‘cool’. Además de ofrecer un buen abanico de platos variados a gusto de todos.

Sí, malamadre, aunque te suene a utopía, hay gente que se levanta el domingo a las 11 de la mañana, se da una ducha, se arregla y se va de brunch. No llores, los buenoshijos crecen… Mientras, te doy mil y una ideas para montar uno en casa, porque hacerlo no es difícil y así evitas preparar una comida más formal ese día. Además, si tienes invitados, quedarás como una reina.

Lo importante en un brunch es que haya variedad, tanto de bebidas como de alimentos dulces y salados. Para beber, lo ideal es que haya leche, café, infusiones y zumos, pero también puedes incluir chocolate caliente o batidos, ya sean de frutas, como un smoothie tropical o un batido de fresas, o sólo aptos para golosos, como este batido de vainilla y chocolate.

Las frutas deben tener su espacio. Y no me refiero a poner una cesta con varias piezas, sino a prepararlas para tomar: la pizzandia es una idea original, aunque las naranjas aromatizadas o las fresas maceradas en vinagre enganchan. También puedes poner dulces con fruta, como esta ensalada de frutas con helado de queso y fresones, estos rollitos de plátano con dulce de leche y almendras, o unas flores de hojaldre y manzana.

Además de leche, puedes ofrecer yogur casero, acompañado con mermelada de melocotón y cardamomo, de cerezas o de fresa, hierbabuena y pimienta rosa. También combina genial con la granola. Y es que, como tradición anglosajona que es, en un brunch no puede faltar la avena. Ya sea en forma de porridge o de granola, una mezcla crujiente de copos de cereales, frutos secos y frutas desecadas, endulzada y horneada, similar al muesli. Prepararla en casa es muy fácil, con la ventaja de que podrás hacerla a tu gusto.

Ingredientes (por persona):

3 cucharadas de copos de avena

1 y ½ cucharada de frutos secos (nueces, almendras, avellanas, pistachos, anacardos…)

1 cucharada de semillas (pipas de girasol o calabaza, sésamo, lino, amapola, chía…)

Una pizca de sal

¼-½ cucharadita de especias (puedes usar sólo canela o mezclarla con jengibre, cardamomo, nuez moscada…)

¼ cucharada de azúcar moreno

½ cucharada de endulzante (mejor si es líquido: miel, sirope de arce o de agave…)

¼-½ cucharada de aceite vegetal (de girasol, de coco, de semillas, o incluso de oliva suave)

1 cucharadita de clara de huevo

1 cucharada de frutas desecadas (escamas de coco o plátano, arándanos, pasas, orejones, ciruelas…)

1 cucharada de ingredientes opcionales: arroz inflado, bayas de Goji, pepitas de chocolate…

Elaboración:

Mezcla en un cuenco la avena, los frutos secos, las semillas, la sal, las especias y el azúcar moreno. Incorpora el endulzante (si es poco fluido, calienta unos 5 segundos en el microondas) y el aceite. La clara de huevo no es imprescindible, pero hará que la granola quede más crujiente. Bate muy bien, hasta que esté espumosa, agrega y mezcla. Extiende en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Debe quedar una capa fina.

Hornea en horno precalentado a unos 150 grados, durante 30-45 minutos, removiendo cada 10-15 minutos para que la mezcla quede suelta y no se pegue. Saca y mezcla de nuevo. A medida que se enfríe, irá endureciendo. Una vez fría, mueve un poco más, y añade las frutas desecadas y, si te apetece, los ingredientes opcionales. Mezcla de nuevo y ya puedes disfrutarla o guardarla en un tarro hermético.

Por supuesto puedes ajustar las cantidades de cada elemento a tu gusto 😉

Además de fruta y granola, en un brunch no puede faltar el dulce. Desde mil y una variedades de galletas, a los sofisticados macarons o algo más ‘nuestro’, como los churros, los bollos suizos o las palmeritas de hojaldre.

También puedes poner magdalenas, en sus distintas versiones: muffins de queso y frutos del bosque, cupcakes doble chocolate, cupcakes de Oreo, de limón o de Red Velvet. O bizcochos: de plátano, caramelo y especias, crazy cake, con sabor a tus galletas favoritas, de naranjas confitadas… Los que tienen forma de corona se conocen como bundt cake. Puedes incluir uno de chocolate y avellanas, de turrón o de chocolate y Baileys

Las tartas y pasteles no pueden faltar: selva negra, de chocolate y mayonesa, de sidra y frutas del bosque, de Santiago, de cerveza negra, carrot cake, de chocolate cremoso, cheesecake, de mousse de violetas, de limón, ‘pie’ de ciruelas, de brownie&cheesecake, Pavlova… ¿Con cuál te quedas?

Completa la zona más golosa con una bandeja con dulces en pequeño formato: tartaletas de fresas y naranja, de chocolate y caramelo, de chocolate y caramelo con frambuesas, trufas de galleta, brigadeiros, bocaditos de dulce de leche, flores de hojaldre, mikados caseros…

No me olvido de las tortitas (normales o de chocolate) y los crêpes, que pueden acompañarse con ingredientes dulces o salados, como estos de sobrasada, queso y miel o de setas, rúcula y jamón. Porque en un brunch también hay un importante espacio salado.

Sirve una tabla de quesos y/o embutidos con mermelada de tomate o de pimientos rojos y pan de avena, galletas de queso o panecillos de pimientos asados.

También puedes hacer algunas tostas: de jamón, pimiento frito y huevo, de rúcula, jamón y mozzarella, de gulas con gambas o un Fundy Philadelphia. Los wrap de pollo con mayonesa de yogur, la quesadilla o las arepas de queso seguro que apetecen a los comensales.

Para ‘dipear’ sirve cuencos con hummus, guacamole, brandada de bacalao o pastel de espárragos, nadie se resistirá a pringar panecillos, nachos o palitos de zanahoria.

Los canapés siempre son bien acogidos. Puedes probar unos de alcachofa con anchoa, de crema de jamón o rollitos de lacón con semillas de amapola.

Las ensaladas y hortalizas pueden aportar frescor: alcachofas con vinagreta de fresas y frutos secos, clásica ensalada César, ensalada de foie y parmesano, de espinacas y fresas, de aguacate y quesos con albahaca… Igual que las sopas frías: gazpacho, ya sea tradicional o con toques frutales, salmorejo, ajoblanco…

Si quieres añadir algo más consistente, prueba con las bombas de patata rellenas de carne, la clásica y deliciosa tortilla de patata, unas cestitas de huevo, estos rollitos de sobrasada, unas tartaletas de pavo y maíz, napolitanas de tomate y albahaca o pañuelos de foie, jamón y trigueros. Las croquetas y empanadillas suenan menos ‘chic’, pero ni qué decir tiene que están ricas.

También puedes preparar algún pastel salado: tarta espiral de verduras, bundt cake de salmón ahumado, kulibiak (empanada rusa de salmón) o algún tipo de pan enriquecido: pan relleno de queso, focaccia de cherrys, cebolla y brie o una coca de escalivada.

Un cóctel sin alcohol o ligero, como este Martonic, un Baileys casero con hielo, un San Francisco en vaso o en forma de polos, incluso éstos de tinto de verano. Todos servirán para poner un punto final refrescante al almuerzo. Para los peques, polos divertidos, como estos de gominolas o de Oreo.

Y vosotras, ¿os animáis a organizar un brunch en casa?, ¿qué platos no podrían faltar en tu propuesta?

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