No es país para madres que no quieren renunciar

El sábado nos dieron el Premio “José Ramón Losana” en reconocimiento a nuestra labor por el proyecto de conciliación “Yo No Renuncio” y por el vídeo denuncia “Madres y Padres Desaparecidos”. Me tembló la voz y me sentí súper orgullosa de este club y de todas las que lo formáis.
Con la adrenalina aún en el cuerpo por este reconocimiento toca volver a la carga. Seguiremos luchando porque un premio solo es un reconocimiento al trabajo, al esfuerzo que ha coincidido con nuestra semana por la conciliación. Y eso es sólo una señal para comenzar con más fuerza e ilusión.

Esta semana es amarilla como nuestro “Yo No Renuncio”, que se convierte en Asociación, amarilla como nuestro grito para seguir en la lucha por no renunciar. Tras visibilizar el problema de la conciliación durante un año y medio, llega el turno de la corresponsabilidad, del equipo, de sumar fuerzas. Sólo así será posible un cambio y dejaremos de sentirnos excluidas de un país que nos empuja a la renuncia.

Pero no miremos a otro lado, no busquemos culpables. Es un problema social y tenemos nuestra responsabilidad. Las familias, el estado, las madres, los padres, la educación, el sistema, los valores, esta sociedad patriarcal, los roles que se perpetúan, la cultura establecida, las medidas insuficientes, las leyes que no se cumplen, los programas electorales que caen en saco roto, el gobierno que nunca llega, los docentes, las empresas que concilian, las que no, las que quieren pero tampoco…

Pero nosotras también. Tú también. Yo también. En nuestra mano también está cambiar las cosas, luchar por ser corresponsables, avanzar y no renunciar. #SOMOSEQUIPO.

Un año y medio de análisis

Una de las principales conclusiones que se desprende del informe concilia13f es que la mujer, al convertirse en madre se ve obligada a tomar decisiones que muchas veces implican una renuncia (ya sea sacrificar su carrera profesional para poder cuidar a los hijos/as quedándose en un segundo plano en el mercado laboral durante los años de crianza, o bien renunciar a ver crecer a sus hijos/as por tener que cumplir con la rigidez de las jornadas laborales):

• El 41% de las mujeres que no trabajan lo hacen por dedicarse al cuidado de los hijos/a
• El 30% de las mujeres que son autónomas decidieron trabajar bajo este régimen laboral para poder tener flexibilidad horaria y conciliar el tiempo de trabajo con el del cuidado
• El 35,5% de las mujeres que trabajan por cuenta ajena lo hacen con una jornada a tiempo parcial

En el caso de los hombres, la situación en el mercado de trabajo no sufre grandes alteraciones ya que la mayoría no se acoge a modificaciones laborales y, por tanto, su carrera profesional no se ve penalizada.

1. Desequilibrio y desigualdad

Este desequilibrio entre el reparto de responsabilidades y el desigual uso del tiempo entre hombres y mujeres tiene consecuencias graves que se pueden dividir en dos:

• Consecuencias individuales: sentimiento de culpa y frustración.
• Consecuencias sociales, como la brecha salarial de género, el retraso en la edad de ser madre o el descenso de la natalidad.

Para analizar los motivos que nos llevan a esta situación de desigualdad, no sólo se debe tener en cuenta las barreras externas o institucionales (aquellas que nos pone el Estado o las empresas) sino que también debemos indagar sobre las barreras internas que son los roles heredados del patriarcado, los valores como mujer y como madre en la sociedad. Es verdad que la entrada de la mujer en el mercado laboral ha ayudado a que la creencia de que la mujer es quién se debe encargar de las tareas domestico-familiares se empiece a difuminar, pero todavía estamos lejos de acabar con ella.
*Según el sondeo de opinión de INJUVE, el 33,4% de los jóvenes está de acuerdo con que “trabajar está bien, pero lo que la mayoría de las mujeres realmente quiere es crear un hogar y tener hijos “.

2. “Las mujeres se van antes de irse”, Shery Sandberg

En este sentido, la directiva de Facebook Sheryl Sandberg advierte que las mujeres “se van antes de irse” ya que nosotras mismas tomamos decisiones laborales antes de ser madres que hacen que nos vayamos quedando atrás y ralentizando nuestra carrera laboral.

Según la autora, “las mujeres toman un montón de decisiones pequeñas durante su carrera profesional realizando ajustes y sacrificios cuando se sienten llamadas a tener una familia. Y para cuando llega el bebé, es probable que la mujer se encuentre en un lugar de su carrera diferente del que habría estado si no se hubiera cortado las alas”.

Por tanto, al analizar el problema social de la conciliación, no se debe responsabilizar únicamente a las empresas o el estado, sino que hay que implicar también a las familias y a las decisiones individuales de cada uno.

3. Proyecto ‘Yo no renuncio’

Teniendo esto en cuenta, el primer paso del proyecto YO NO RENUNCIO fue presentar el estudio Concilia13f que alertaba de que 8 de cada 10 mujeres no podían conciliar su vida familiar, personal y laboral; de que 5 de cada 10 madres habían vivido una experiencia negativa al incorporarse al trabajo después de la baja maternal o de que 48,5% llegan cansadas al trabajo debido a la carga de trabajo familiar. Con estos resultados, lanzamos en octubre de 2015 una petición a change.org responsabilizando al estado de ayudar a través de incentivos fiscales a aquellas pymes que implantaran la jornada intensiva y fomentaran la flexibilidad horaria. Gracias al apoyo de más de 295.900 personas, pudimos presentar la petición a los principales representantes de los partidos políticos con el objetivo de que lo incluyeran en sus programas electorales.

Tras un año de lucha, hemos conseguido que esta petición se apruebe como Propuesta no de Ley en les Corts Valencianes así como estar presentes en los programas electorales de los principales partidos políticos.

¿Somos corresponsables en nuestro país?

Los resultados del estudio Somos Equipo

Los datos de nuestro estudio “Somos Equipo” que contestaron 24.000 personas (11% hombres) demuestra que la corresponsabilidad está lejos de ser una realidad en este país, que las mujeres al ser madres renunciamos a nuestra carrera profesional y que el reparto de tareas doméstico-familiares sigue siendo principalmente femenino.