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¿La publicidad engorda a los buenohijos?

¿La publicidad engorda a los buenohijos?

*Podéis seguir a la Boticaria Garcia en @boticariagarcia o en su BLOG.

La publicidad que reciben los buenoshijos en todos los aspectos es brutal y en cuanto a alimentación se refiere también. Ya no solo si pensamos en la televisión o anuncios dedicados a productos atractivos para los niños, basta pasar por un súper para darnos cuenta de esto. Para mí ir a comprar con el buenohijo y salir sin una sola chuche, chocolatina o dulce envuelto y diabólico es el gran reto que consigo cumplir sí o sí.

Recorremos pasillos y pasillos con mil cosas atractivas para ellos y con colores aún más llamativos. Lineales del mal donde parece a mirar el etiquetado requiere de nivel experto. Al final después de decir no a casi todo, acabas en la caja dispuesta a pagar con un niño en plena rabieta porque no se ha llevado un huevo sorpresa como preciado tesoro. Privilegiado lugar tienen al lado de la caja o en la estantería más cercana. ¡A tiro de piedra! Nada está dejado al azar.

Así que después de pagar sudando la gota gorda y quitándole de las manos todo lo que se quiere llevar te prometes que no irás más con el buenhijo. A la próxima no. Es brutal el bombardeo mediático y me pareció muy interesante un reportaje en el que afirman que “un escolar de entre seis y doce años ve 25 anuncios de comida cada día y el 75% son de productos que no debería consumir habitualmente” (podéis leerlo aquí). Y aunque obviamente somos las Malasmadres y los buenospadres los que educamos en este sentido el impacto es importante. ¿Influye o no? Para saber un poco más sobre este tema hemos contado con la opinión de la Boticaria García, toda una experta en el tema.

“No vale escudarnos detrás de los anuncios” por la Boticaria García

Este 2017 no ganamos para disgustos. Enero comenzó fuerte con la batalla del azúcar (aquella iniciativa de las fotos con los azucarillos), durante febrero, marzo y abril nos hemos vuelto muy locos con el aceite de palma… y cuando parecía que empezábamos a olvidarnos de todo, aparece un nuevo estudio diciendo que nuestros niños “engordan” gracias a los anuncios de la tele. ¡Qué tortura! -dice una malamadre- ¡Es que hoy en día no se les puede dar de nada a los niños! -responde el buenpadre-.

La pregunta es: ¿Comen hoy los niños tan mal como parece? ¿Deberíamos preocuparnos?

A riesgo de resultar incómoda, diré que la respuesta es un claro . No es una opinión, es lo que evidencian los resultados del estudio Aladino (2015): más del 40% de los niños españoles entre 6 y 9 años presenta sobrepeso u obesidad. Por su parte, la OMS considera la obesidad infantil uno de los problemas de salud pública más grandes del siglo XXI.

¿La solución está en que los niños no vean anuncios?

No del todo. Mis hijos solo ven la tele media hora al día y con eso les llega para estar puntualmente informados (entre otras cosas) del muñequito de turno que regalan con las hamburguesas. Si no lo ven en la tele, lo verán en la publicidad de YouTube o en las paradas del autobús. Aunque metiera a mis hijos en una urna de cristal, irían al parque y al colegio y allí se encontrarían a sus amiguitos comiendo palmeras de chocolate a dos carrillos. Ese es el verdadero problema: nuestros hijos no comen lo que ven en la tele, nuestros hijos piden lo que ven en la tele, pero comen lo que nosotros les damos.

El quid (uno de ellos) está en la mala interpretación que hemos hecho de la expresión “consumo puntual”. Porque “puntualmente” hoy lunes el niño merienda un bollo y “puntualmente” mañana martes también (porque en la bolsa venían a pares y no los vamos a tirar). El miércoles es el cumpleaños de cualquier niño random que lleva chuches al cole. El jueves como vamos con prisa cenamos salchichas y el viernes toca peli con pizza, refresco y palomitas. El sábado vamos a por esa hamburguesa con la que regalan el muñequito que vimos en los anuncios y el domingo, como cada domingo, comemos a capricho en casa de los buenosabuelos. ¿A alguien le suena todo esto muy descabellado? El problema es que lo “ocasional” es lo “habitual”.

De acuerdo. La publicidad no ayuda y debería endurecerse el control. Pero no vale escudarnos detrás de los anuncios. Insisto: nosotras parimos y nosotras decidimos… Incluso lo que se mete en el carro de la compra.

Y vosotras Malasmadres, ¿qué opináis de este asunto? ¿pensáis que el impacto de la publicidad es tan grande? ¿comen los niños peor ahora que antes?

Han comentado...

  1. La publicidad puede ayudar pero totalmente de acuerdo con la boticaria, lo que se pone en la mesa lo decido yo. Creo que debemos dar más ejemplo con un estilo de vida saludable, haciendo deporte y comiendo bien, si nosotros lo hacemos nuestros hijos nos imitaran. Lo malo es que una se esfuerza y tiene la genial idea de merendar en el parque y resulta que los únicos que llevan fruta son mis hijos.. son los raritos del parque… así no se puede!

  2. Buenos días, tema muy importante e inquietante,hoy en día es cuanto más variedad de alimentos procesados hoy y con envoltorios muy llamativos, deberíamos educarlos que esto y las chuches sólo se pueden comer unas pocas y de vez en cuando, y comer alimentos sanos a diario y de forma equilibrada, pero es tan díficil…. yo por ahora lo voy consiguiendo con la peque de casi 4 años, pero cada vez es más díficil, sobre todo si va con otros nenes que toman chuches o bollos. Otro punto que también considero imprescindible, es que se mueva, que corra, juegue y practique algún deporte, porque como la dieta falle y se vuelva sendentarios, apaga… la verdad es que estos tiempos modernos incitan a comer mal y ser sedentarios por la falta de tiempo y la tecnología… a mí me gustaban más mí época de niña, los años 80 que esta, donde también había bollería y tal, pero no tanto y todos los peques jugaban por las calles…

    Besos!

    Anabel

  3. Si no nos empeñásemos en hacer carrera del peso de nuestros hijos desde bebés, ganaríamos mucho.

    Uno de los errores que se cometen ahora es decir el percentil de tu hijo, yo sólo he visto que sirve para que una madre te diga que su hija está en un percentil más alto que ninguno de todos los que conocen, y a lo mejor para mí la niña está tirando a obesa.

    El segundo de los errores, es decir que tu hijo es delgado y creer que no come, la mía se come las paredes si hace falta y está delgada, su constitución es así, pero come de todo, espinacas, purés de verduras, judías verdes, pescado, carne…y veo que un niño que come de todo es más delgado que uno que sólo come lo que le gusta, y el gran error de los padres es darles sólo lo que les gusta porque dos días sin comer parece que van a morir de inanición.

    Un niño sano es el que está en su peso y come de todo, en pequeña o gran cantidad. Y también los abuelos que están empeñados en hacerlos reventar, pero que en nuestra época también nos pasaba, porque para ellos estar un poco más gorditos es sinónimo de salud.

    Cambiemos el chip y dejemos de comparar niños, cada uno es como es.

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