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Lo revolucionario es ser madre y ser libre

Lo revolucionario es ser madre y ser libre

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Según el reciente estudio del Instituto Nacional de Estadística, este 2018 tuvimos en España un mínimo histórico de nacimientos desde que hay registro: a natalidad ha caído en nuestro país casi una cuarta parte en la última década y es que, para una gran mayoría de mujeres en edad fértil, plantearse la maternidad en condiciones vitales de absoluta incertidumbre es una irresponsabilidad. Debido a la inestabilidad económica y laboral, también, España, es después de Italia, el país de la UE con la maternidad más tardía donde más mujeres tienen su primer hijo pasados los 40. La política pública es clave. Hay que irse a países como Suecia, Finlandia, Dinamarca, Noruega, Bélgica, Islandia. Incluso Estonia, Hungría y Lituania tienen mejores planes estatales que los nuestros.
Las que se atreven a dar el paso, deben enfrentarse a la presión social y la imposición cultural de cómo debe comportarse una madre en cada momento: hemos normalizado la crítica mezquina, la que juzga e impone un punto de vista como si se estuviera en posesión de la verdad. Con el tiempo, han aparecido movimientos y colectivos contestatarios, como las Malasmadres, que han desafiado la concepción clásica de la madre, dotándola de realismo y despojándola de exigencias imposibles, prejuicios manidos y esos crueles estereotipos que han sumido a mujeres competentes, inteligentes y brillantes en la más profunda depresión. Y pese a ese afloramiento de la sororidad, muchas han optado por no ser madres a modo de protesta.
No tener hijos se ha convertido en una rebelión social. Millones de mujeres que han luchado por tener una carrera profesional de prestigio o una vida donde la libertad sea un valor en alza, han visto en la maternidad una brutal zancadilla sistémica con la que se retrocede en el tiempo hacia una pausa que en ocasiones se prolonga hasta eclipsar a la mujer, convirtiéndola casi exclusivamente en madre. Se ha asociado maternidad a clasicismo, tradición, sumisión, involución. Maternidad como trampa. Como obligación. Como cárcel. Como amenaza a nuestra libertad y nuestro desarrollo como individuos. Maternidad como pérdida. Como frustración. Incluso como fracaso.
No todos los seres humanos debemos procrear, es algo desaconsejable para muchísimas personas, especialmente aquellas que se reproducen de forma sistemática, o las que traen vida al mundo como un deber, o igualmente atroz, porque se aburren. Los que por razones medioambientales, económicas, por salud mental, por el bien común o existenciales (lean las Lesiones incompatibles con la vida, de Angélica Liddell), optan por no reproducirse.

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Pero hay una revolución muy importante por hacer desde el feminismo, que proclame que la mujer que decide ser madre, puede seguir siendo libre, moderna, intelectual y profesionalmente brillante. Traer un hijo al mundo implica renuncias, pero el esfuerzo social radica en trabajar para que esas renuncias no sean las troncales en nuestra vida. Los hombres también pueden quedarse cuidando niños en casa, ¿estamos todas y todos preparados? Los padres con custodia compartida a menudo llevan mejor vida que las de los matrimonios que se auto-imponen la familia 24h. ¿Estamos preparados para ese reajuste mental de forma consistente?, ¿o hay que seguir separándose para conseguir combinar la vida como progenitor, de la vida interior como individuo?
Quizá la superación generacional no debería ser el pasar de tener a no tener hijos, sino apostar por una opción moderada (que son siempre las más difíciles), que nos permita ser madres pero también seguir teniendo tiempo para hacer lo que nos colme. Sembrar precedentes siempre es difícil, pero ya hay ejemplos. Que la sociedad nos acompañe.

Y vosotras Malasmadres, ¿qué opináis sobre este tema?, ¿cómo vivís vosotras la maternidad?

Han comentado...

  1. Holaa.. tengo 29 años.. soy mama de una pequeña de cuatro y estoy en espera de un príncipe y mama soltera. Todos mis allegados empezaron a indagar en mi futura vida, no podes salir mas, a partir de ahora tenes que quedarte en casa a cuidarlos. Por que? Me gusta salir, tomar algo con amigas o sola, (lo cual no implica volver en estado de ebriedad), me gusta divertirme. Esta en discusión si soy mala madre por querer seguir haciendo esas cosas. Papa los ve dos veces por semana y hace su vida. En que momento ser mama se convirtió en abandonar lo que nos gusta hacer por que es mal visto hasta por familiares. Ser mama no es abandonar lo que te hace sentir bien.

  2. Sí, no todo lo que rodea la maternidad y la crianza de los hijos es de color de rosa. No todo son momentos mágicos, dulces y agradables.

  3. Que tal, yo soy de Perú y aquí es un pecado o es mal visto que una mujer siendo madre y esposa, salga a divertirse, que tome, q fume o salga a bailar con las amigas o amigos. Cuando eres madre tienes que olvidarte de tu vida anterior y solo dedicarte a tu hijo, esposo y trabajo, y si haces lo contrario vives con la crítica de la familia y eres calificada como mala madre, una vez fui al psicólogo y me dijo que mi familia dependía de mi y que el esposo es solo un apoyo más no en alguien quien pueda confiar. En estos momentos de mi vida soy divorciada por qué mi ex esposo solo pensaba en querer tener aventura, pero claro yo tuve la culpa por qué le reclamaba que ayudará. Ahora que nuevamente recupere me libertad me dicen mala madre por qué trabajo, sigo estudiando, salgo a veces con mis amistades y también velo por mi hijo, pero nada es suficiente. Es una realidad que día a día se tiene que vivir.

  4. Yo me quedé embarazada sin querer. Desde el primer momento fué como si una red me hubiera atrapado, una desolación infinita. Me centré en ser la profesional que quería ser y lo secundario fue la maternidad que atendí como pude. No he sido buena madre de forma consciente. No he consegudo ser la profesional que soñaba, porque era imposible. Creo que en estos tiempos hubiera abortado, por más que tuve la suerte de una progenie increíble: bellísima, inteligente, capaz… Aun así, no lo dudaría. La maternidad tiene que ser para personas que quieran, comprendan y estén muy bien informadas de lo que significa

  5. Me ha encantado el post! Yo tengo una niña de dos años y me ha costado mucho volver a encontrarme a mi misma y cada dia lucho para no hundirme porque es duriiisimo. Me alegra mucho saber que hay mamas que deciden no tener niños porque somos libres y cada una podemos hacer lo que queramos: ganas unas cosas y pierdes otras como siempre. Alrededor mía tengo mamas que no van a ningun lado sin los niños porque se creen que esta mal visto o se sienten mal, ah y porque el papa no es capaz de quedarse una tarde con ellos. Me parece increible que se autoconvezcan de que que prefieren quedarse con sus hijos porque no necesitan nada mas: mentira! Se autoengañan y me da mucha pena, todo el mundo necesita desconectar y escaparse con las amigas o la pareja, te da energía para volver a casa con mucha mas fuerza y enfrentarte a todo. Y en el trabajo lo mismo: hace falta un cambio de pensamiento en la sociedad. Que hacen falta niños, que son el futuro, que es una realidad y esos niños necesitan ser cuidados por mama o papa y para eso si tienen que dejar unos meses al trabajo, señores empresarios no pasa nada, volverán con mas fuerza porque tendrán muchas ganas y mientras contratar a otra persona que hay muchos en paro!

  6. Yo soy una de las locas de la colina que se lanzó a ser madre sola, sin pareja. Toda mi vida adulta siendo libre, moderna, intelectual y profesionalmente brillante. En ese escenario no suponía un problema para mi no haber dado con el hombre con el que compartir mi vida, porque me sentía plena por mi misma. Así que me sentí con la suficiente energía como para emprender la maternidad en solitario. Mellizos. La mejor decisión de mi vida, no me arrepiento y lo volvería a hacer mis veces.
    Pero el precio ha sido muy alto. Tienen ahora mismo 6 años y a la misma velocidad que ellos crecen, brillan, se desarrollan y se van sociabilizando, yo he recorrido el camino contrario. Cada vez mermo más como mujer, estoy más deslucida físicamente, atrofiada culturalmente y alejada de casi cualquier actividad social que no tenga que ver con el mundo infantil.
    Me hablaban de que la maternidad te cambia la vida. Pero yo pensaba que se referían a otro tipo de cambio, nunca imaginé encontrarme lo que me he encontrado. Mis renuncias no las provocan mis hijos, me encanta hacer cualquier cosa por ellos, despertarme mil veces en la noche si me necesitan, tener todas las conversaciones fantasiosas que sean necesarias, jugar a la chorrada más grande mil y una veces, para mi eso no es renuncia, al contrario, es lo único que hoy por hoy me hace medrar, cada día aprendo algo nuevo de ellos.
    Quien me ha cambiado la vida es la sociedad, el sistema, la administración, al no permitir que haga todo eso a la vez que hago lo que hacía antes. Me han anulado como mujer, como profesional, me han quitado mi libertad económica, intelectual, emocional. Porque no valoran lo que hago como madre, no lo tienen en cuenta. Ese tiempo dedicado a los hijos no cuenta, no vale para nada socialmente. No importa nada que esté contribuyendo a reducir el descenso de natalidad, no importa nada que haya creado mi propio puesto de trabajo a través del autoempleo, no importa nada que me saque las castañas del fuego yo solita, no importa nada que haya trabajado y cotizado durante más de veinte años en mi vida pre-mamá. Y por supuesto no importa nada si no puedo ir al cine, o al teatro, o salir de viaje, o descansar, o leer un libro, o tomarme una copa, o disfrutar de un día libre entero con mis hijos. Yo me lo he buscado.

  7. Pues si, ser madre implica muchas renuncias, o mejor, llamémoslas elecciones. Pero para mí el primer problema es que el ser padre no implique lo mismo. Y sinceramente, quién quiera renunciar a otros aspectos de su vida para centrarse en sus churumbeles, pues tiene todo el derecho, qué queréis que os diga… Aquí viene el segundo problema: muchas mujeres no renuncian por elección propia, se las obliga a renunciar. Y de los hombres que sí se quieren implicar de forma real en la crianza de los niñ@s, no siempre son entendidos y, aunque parezca mentira, todavía hay gente que les señala con el dedo… mejor no saber qué hay dentro de esas cabezas, si es que hay algo…
    Estaría bien que la diferencia no fuera de género, sino de implicación. Me explico. Habrá quién piense que me refiero a que la diferencia debería ser entre persona (sea hombre o mujer) que tiene hijos y tiene que hacer ciertas renuncias/elecciones, sobre todo en el plano laboral, y la persona que no tiene hijos… ¿realmente todas las personas que no tienen hijos se entregan a su trabajo al 100%? Pues claro que no, puede que tengan mayor disponibilidad para darle a su plano laboral, pero no todo el mundo está dispuesto a ello. Obviamente si tienes hijos, asumes una responsabilidad que no existiría si no los tuvieras, y que el tiempo que les dedicas ya no se lo puedes dedicar a otras cosas, pero eso, para mi, no es una renuncia, es una elección. El problema, y vuelvo al principio, es cuando es el padre/madre el que no decide y es obligado a renunciar a lo que no quiere renunciar por obligaciones sociales/empresariales/culturales.
    Y si de implicación hablamos, desde luego que depende de la persona, no de si tiene hijos o no… que no me vengan con cuentos, que tod@s conocemos todo tipo de pelajes laborales… Otra cosa es que algunos element@s del mundo empresarial estén empeñados en que la implicación solo sea equivalente a jornadas interminables, conexión 24h y lealtad absoluta a los objetivos por encima de todo…
    Desde luego, si de implicación se trata, yo me tomo mi trabajo aún más en serio de lo que me lo tomaba antes de ser madre. Primero porque para mi personalmente, es clave tener una faceta de mi vida dentro del campo laboral (me gusta y lo necesito a nivel mental), y segundo, porque ahora tengo un buenhijo al que mantener y educar lo mejor que pueda, y para eso necesito algo de pasta y estabilidad, y el trabajo me proporciona cada mes lo primero y bastante, no todo, de lo segundo.
    Por último, que me enrollo como una persiana, no creo que sea cierto que las mujeres renuncien porque los hombres ganen más… dejando a un lado la brecha salarial, que eso da para un libro entero, no siempre los hombres aportan más económicamente, pero muchos ni se plantean tener que pedirse una excedencia para encargarse de los buenoshijos, y los que si lo hacen, tienen que afrontar ese tufillo patriarcal que de vez en cuando nos apesta la pituitaria…

  8. Hoy me he levantado con una noticia de la ampliación del permiso de paternidad… Parece que no tiene nada que ver con el tema de esta entrada pero lo tiene TODO. Durante años se ha dicho que no se podía ampliar la baja de maternidad porque no había dinero y supondría un paro en la carrera de las mujeres. Un paro que de hecho se produce y que, al parecer, sigue estando mal visto. Sigue estando mal visto que una mujer renuncie a su carrera por ser madre y sigue estando mal visto que una mujer no desee ser madre por su carrera, o por lo que le de la gana. Y sigue pareciendo menos válida una mujer que ha optado por cuidar de sus hijos en casa y después quiere reincorporarse al mercado laboral.

    Pero ¿por qué a nadie le importa lo que queremos las mujeres? ¿Por qué no nos dejan decidir por nosotras mismas y siguen poniéndonos dificultades, o diciéndonos lo que tenemos que hacer?

  9. Es verdad. Ser madre ( y padre) te cambia la vida. Nunca vuelves a ser el de antes. ¿Pero cómo serlo si una personita o varias que tú has traído al mundo voluntariamente dependen de tí? En mi caso tenía un trabajo peor que el de mi marido y yo sacrifiqué más que él. No se qué hubiera pasado al contrario. Ahora estoy en casa, pero esto no ha significado ni una involución ni una sumisión, ni un retroceso. Es una etapa más. Provisional. Soy madre, pero sigo siendo moderna, tengo multitud de inquietudes intelectuales y lúdicas y soy libre. Para salir cuando puedo, para divertirme en la medida que las necesidades de mis hijos me lo permiten y para seguir desarrollándome y tener otras actividades en un futuro. Ahora son muy pequeños y ni su padre ni yo tenemos tiempo para más. Nuestro tiempo libre es para ellos. Y afortunadamente los veo crecer con más tiempo que si no estuviera en casa. Ya vendrán otros tiempos y otros planteamientos. Para mi la maternidad no es una cárcel, no es algo ¿clásico? Es una decisión libre y meditada. Y las circunstancias son las que son. Hay que cambiar muchas cosas en la sociedad, pero también la mentalidad y los prejuicios de mucha gente que se autodenomina moderna, hacía la maternidad. Que no, que no es una cárcel. Que no es opresiva. Que es lo que es.Una experiencia que llena y que te cambiará para siempre.

  10. Soy malamadre de tres buenashijas…!! Mi tercera buena hija nacio el año pasado… !!!!
    Mis hijas son lo mejor q me ha pasado y mi motor para compatibilizar: trabajo, familia, y tiempo para mi…( bueno este ultimo.. muy escaso..sinceramente)
    Para mi ser madre va ligado a esfuerzo y sacrifios …. con su contrapartida recompensa de tener a tus hijos y todo lo bueno q nos aportan…!!!!
    Lo triste es que ser madre implique una renuncia a tu carrera profesional… !!!
    No hay ayudas, no hay facilidades para ser madre y poder tener proyeccion de carrera profesional….
    Todavia creo q hay much que hacer…. !!! Q la sociedad tiene q dar mas apoyo a la maternidad… y buscar vias de compatibilizar sin renunciar…
    Una excedencia, una reduccion de jornada… si son vias para compatibilizar pero nuestra carrera profesional con esas medidas se anulan…
    Y La diferencia salarial entre genero..tampoco ayuda… porq la mayoria de las mujeres renunciamos..? Porque son ellos,los buenos padres lo q aun llevan el peso de aportar economicamente mas en el hogar.. !!
    Hay q seguir luchando
    Ese es el peso de ser madre.. !!!

  11. Hoy en día más o menos se ha logrado tener una vida y además hijos, ya entendemos que queremos seguir pasando tiempo con nuestras amigas, ir de compras solas, o pasar una tarde tranquila en casa sin nadie alrededor.Ya se puede compartir lo que antes era solo de las mujeres y madres. Se ha avanzado mucho en la interiorización de esa necesidad de seguir siendo personas. El escollo sigue siendo el tema laboral, y ahí es donde falta mucho aún; hasta que no desaparezcan los directivos sesentones, acostumbrados al estilo de vida del siglo pasado y a mirar a la mujer como un accesorio, y se adapte el ritmo de trabajo a las condiciones de hoy en día. Mucho que hacer.
    Sin embargo, si decides tener un hijo, eres tú la que decide ser madre, eres tú la que trae a una criatura al mundo, no la criatura la que decide venir de motu propio, y esa responsabilidad no se puede soslayar. Efectivamente, supone renunciar, y si no se está preparado a renunciar al sueño, a la vida tranquila, a llegar a tu casa y tumbarte a la bartola, a moverte como quieras y por donde quieras… entonces mejor no tengas hijos.
    Sin embargo, nada hay más satisfactorio que crear a una persona (no “hacer” un niño, sino hacer una persona, que los niños crecen y se convierten en eso, en personas): es un proyecto personal, es una empresa, es algo creativo, es algo práctico, es números y letras, es algo que perdurará, es algo solo tuyo donde nadie te manda, y, por mucho que te guste tu trabajo, salir con tus amigas, viajar, pasear con tu pareja a la luz de la luna… no hay amor más grande que se pueda sentir que el que se siente por los buenoshijos. ¿Y nos lo vamos a perder, precisamente eso, solo porque no se puede tener todo? Bien, quien quiera, que se lo pierda, no hay problema, pero quien lo quiera vivir, que lo haga, que de todos modos la vida es muy larga y los buenoshijos (por suerte) un día crecen lo suficiente y se van. Y aún queda tiempo entonces para paseos, charlas, copas, y tumbarse a la bartola.

    1. Me encanta tu comentario y estoy totalmente de acuerdo, se pierden libertades pero se ganan experiencias que no son comparables a nada.

  12. Yo soy madre y soy libre. Yo soy de las q retrase la maternidad x cuestiones profesionales y llegado el momento me costó mucho asumir la nueva situación pq aunque sea un tópico decirlo, la maternidad te transforma. Yo pensé al nacer mi hijo q nunca volvería a ser mi Yo de antes, pero lo cierto es q si bien no puedo decir q haya vuelto a ser la misma al 100% si q lo soy a un 80%. Lo q quiero decir es q al ser madre modificas esquemas y desdeluego hay ciertas renuncias inevitables pero también obtienes ganancias q se traducen en cariño y en experiencia vital. La maternidad no te resta libertad, si no q le da una nueva dimensión.

  13. Pues pienso que tenéis toda la razón. Yo he decidido ser libre y cuando puedo me escapo a cenar o a comer con mis amigos y en muchas ocasiones tengo que oír multitud de comentarios del tipo: qué bien vives, que suerte tienes, etc. Perdona pero tus hijos también tienen padre y hay que aprender a pensar en una misma, aunque sea difícil y cansado. Yo quiero que mi hijo crezca con la imagen de su madre como ser independiente, libre y sobre todo feliz.

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