Me atrevo a decir que tan sólo con leer el título de este artículo hay algo que te rechina. Y lo que te rechina a buen seguro tiene que ver con eso de ponerte tú primero. Porque, ¿cómo te vas a poner tú primero delante de todo lo demás? ¿Cómo vas a tener en cuenta cuáles son tus necesidades e, incluso, ponerla por delante de la buenapareja o de los buenoshijos?
Desde siempre nos han enseñado que eso es ser egoísta. Pensar en ti y no pensar en los otros… No, imposible. Si te fijas, a muy pocas de las personas que ahora somos adultas nos han enseñado a identificar qué necesitan en cada momento. Desde que éramos pequeñas nos han dicho lo que debemos hacer y lo que tocaba hacer cuando éramos niñas era estar seis o siete horas sentadas tras un pupitre en el colegio, escuchando lo que tenía que contar el profesor o la profesora de turno.
Cuando nuestra necesidad era jugar, pasarlo bien, movernos, porque los niños necesitan moverse. Luego venía la hora de la comida, de la merienda, de la cena, del desayuno, horas prefijadas en las que nos tocaba comer porque tocaba comer, aún sin tener hambre. Y así hemos seguido la mayoría hasta entrar en una edad adulta también con horas prefijadas por el trabajo y por las tareas de la vida.
Lo cierto es que uno de las consecuencias de la educación que a la mayoría nos ha tocado vivir es tener que vivir de espaldas a nuestras necesidades. Aprender a anestesiarnos y no tener en cuenta qué necesitamos en cada momento, qué necesita nuestra cuerpo, nuestra mente y nuestra alma. Es más, parte de la educación consiste en aprender a aplastar esas necesidades y a no tenerlas en cuenta con el fin de producir más, de ser más efectivos, de aprovechar el tiempo y de hacer lo que se considera que hay que hacer.
Aplastar nuestras necesidades para buscar eso que nos han vendido como felicidad
Me atrevería a decir que en general vivimos de espaldas a nuestras necesidades auténticas, esas que surgen de dentro y que poco tienen que ver con las necesidades que defendemos como nuestras. Nadie nos ha enseñado a identificarlas ni a tenerlas en cuenta. Sí que nos han enseñado que tenemos que estudiar, producir, ser personas de provecho.
Uno de mis principales aprendizajes a raíz del cambio de vida que me llevó a dedicarme al mundo del desarrollo personal es darme cuenta de que lo más prioritario es cuidarme yo. Porque si yo no me cuido, no estoy descansada y no estoy en consonancia con lo que necesito, no puedo atender a mis clientes con la dedicación y la presencia que ellos se merecen.
¿Puedes tú estar presente y darle atención de calidad a las buenoshijos si no tienes en cuanto lo que necesitas?
Para yo estar al 100% con ellos tanto en las sesiones individuales como en las formaciones que hago y en los trabajos grupales, me toca cuidarme. Y cuidarme significa descansar si lo que necesito es descansar, hacer ejercicio casi a diario porque el ejercicio me ayuda a parar la mente y poder estar más en el cuerpo y cuidar la alimentación porque si como como le va bien a mi cuerpo, me siento con mucha más energía.
Ah, también incluye disfrutar, conectar con la alegría que hay estar viva, andar con mi perra por el campo, leer novelas policíacas que me encantan y pasar tiempo de calidad con mi pareja y con los amigos simplemente por el placer de estar con ellos. Y hacer yo mi propio trabajo personal. Ir a talleres para seguir conociéndome y hacer mis sesiones de terapia y de coaching.
Sí, y cuando lees esto me dirás que con la falta de tiempo que tienes, los horarios endiablados y la falta de conciliación y corresponsabilidad que vives, ¿cómo vas a hacer?
¿Cómo vas a tener en cuenta tus necesidades?
Lo primero es entrenar la auto observación y poder identificar qué necesito en cada momento
Puedes, por ejemplo, observar las acciones que haces a diario y estar pendiente de tu sensación corporal: ¿qué me está diciendo mi cuerpo en este momento? ¿Quiere estar aquí o quiere estar en otro sitio? ¿Cuáles son las acciones que me dan más fuerza y cuáles me la quitan? La triste realidad, como te decía antes, es que hemos aprendido a anestesiarnos de nuestras necesidades, hemos aprendido a no sentir porque si sentimos conectamos con nuestros deseos y con nuestras necesidades.
Lo segundo es tener muy claro que para cuidar a los otros, es necesario que yo esté bien
Si no estoy bien, no podré darle un tiempo de calidad a esa persona que cuido o a esa persona a la que ayudo. Y tiempo de calidad significa tiempo de estar presente, conectada con tus mejores cualidades, conectada con la alegría de estar con esa persona. ¿Puedes decir que en el día a día estas así con tus buenoshijos y con tu buenapareja?
Hay un test que uso con muchas madres que vienen a mi consulta y ese test es una sencilla pregunta: ¿Qué le dirías a tu hijo o a tu hija si fuera adulto y llevara la vida que tú estás llevando ahora mismo? Aplicarte a ti misma y a tus necesidades esa respuesta puede ser un buen de partida.
Y lo tercero es tener claro que el mundo entero no depende de ti
Cuando hablo de que no depende de ti me refiero a que la falta de corresponsabilidad también tiene mucho que ver con la actitud que nosotras adoptamos en la casa. A mis sesiones de coaching me ha llegado un buen número de mujeres que están convencidas de que si ellas se marcharan de casa, todo se derrumbaría. Y lo cierto es que aunque tú no estés, la casa sigue funcionando. Quizás la limpieza no es la que tú quisieras que sea, o el desayuno de los buenoshijos no está tan equilibrado como a ti te gusta, pero aunque tú no estés, la vida sigue.
Para aumentar la corresponsabilidad es necesario que también aumente nuestra flexibilidad. Aumentar nuestra flexibilidad quiere decir que si alguien hace algo de una forma diferente a como a ti te gustaría que fuera, tener en cuenta que quizás hay otra forma de hacer las cosas. Porque lo habitual es que la invalidación lleve a la inacción y a la rebeldía.
¿Cómo te llevas con tener en cuenta tus necesidades? ¿Sabes identficarlas y darles espacios o te quedas en el “yo no tengo tiempo” y en el “no puedo hacer lo que me apetece”? ¿Qué le dirías a tus buenoshijos si de adultos llevaran la vida que tú estás llevando ahora mismo?
Mi opinión o mi experiencia es que cada cosa tiene su momento y hay que vivir cada momento como lo sientas…en mi caso tengo dos niñas una de 3 y 6 y es ahora cuando empiezo a dedicarme más tiempo para mí y mi marido, clases de pilates, salidas al cine de vez en cuando o a cenar…etc
Luego cada uno tiene sus circunstancias pero las nuestras…solos sin ayudas familiares cercanas..tiene una fase en la que son más bebés..que tela! Bastante teníamos con caer rendidos a las 10 jajaj y hablo haciendo las cosas entre los dos.
Si que estoy de acuerdo en que cuanto más te cuides mejor estas, yo me dejaba un neceser en la oficina con dos pinturillas y me “obligaba” a pintarme un poquete cuando llegaba para verme mejor..jejeje y ahora cuando las nenas se cuestan..una buena cena, una buena ducha, un libro…y soy feliz (no es cuestión de gastar dinero, a cada persona le es gratificante una cosa distinta).
Muchas gracias por el post
¡Hola! Cierto es que no resulta fácil y menos cuando una tiene la suerte de experimentar la maternidad;
Saber encontrar esos momentos forma parte del autoconocimiento; y a veces no sabemos o no pretendemos hacerlo no vaya a ser que se abra nuestra caja de pandora. El regalo del tiempo para una misma puede comenzar siendo un baño con espuma, un capítulo de un libro, escuchar una bonita canción, tomarse una pequeña gran onza de chocolate antes de acostarse. Ya habrá tiempo para más cosas, acepto que no es posible mayor actividad AHORA, pero sí puedo elegir cuidadosamente mis minutos de calma. Salir de vez en cuando de mi cuerpo para observar una panorámica de mi dia a dia, un autoanáisis de mis propios gestos hacia mi misma. Dejando la autocrítica, la autoexigencia diaria, por unos instantes estoy en paz conmigo misma, soy feliz con mi ser, conecto con mi yo, para poder saborear los instantes esenciales de mi vida, así, mis acciones proyectarán armonia, equilibrio y felicidad hacia mis hijos. Y ellos aprenderán a valorar la importancia del tiempo para uno mismo. Bravo por este post.
Hola!
Yo tampoco veo muy claro el post, la verdad.
Intentamos luchar y decir que no somos súper woman y luego queremos que nos de tiempo a todo.
Yo he relativizadme todo mucho y con peques de 3 años y 16 meses ni hago deporte ni quiero, ni voy a la pelu ni me importan los malos pelos y voy siempre con el pantalón estrella porque estoy cómoda. Ni hablemos de la alimentación súper variada y equilibrada que no llevamos ni de lejos. Me he cansado de tener que aparentar nada, lo único que quiero es disfrutar cada segundo de los peques, que ya bastantes horas me paso en el trabajo.
Cómo dice Olga, es una etapa y creo que lo hay que saber es disfrutarla y adaptarse y no presionarnos más.
Eso de ponerme yo primero es algo que vengo practicando desde el verano pasado cuando exploté porque ya no podía más. Me encargaba de todo y aún así más me exigía (y me exigían) sin preguntarme nunca ¿como estás tú? Y llegue a la conclusión de que si no estoy bien, mi familia tampoco.
He aprendido a decir que No, a dedicarme un poco de tiempo aunque sea cuando los niños están en el cole o extraescolares y también a delegar.
No pasa nada si un día no me ha dado tiempo a hacer la compra y los niños desayunan un batido o si la casa tiene más o menos polvo porque ese día he salido.
Reconozco que hay veces que me saturo y sigo queriendo abarcar más de la cuenta pero entonces ya se encarga mi cuerpo de darme un toque de atencion
Buenos días,
Es un post en que te doy la razón. Pero cuando te presentas cómo: madre de dos hijos, de 3 y 7 años. Lo hacemos todo mi marido y yo ( un gran equipo) uno lleva niños el otro recoge, uno cocina , el otro duchas, una lavadora otro tiende…así sin parar…La verdad, es muy complicado cuando no sé tiene ayuda externa, y dinero extra para mimarte…
Y no me quejo porqué mi marido y yo estamos orgullosos de nuestros hijos y hacerlo nosotros…pero hay días que estamos exhaustos…si nos apetecería una cena romántica, una noche dormir del tirón en un hotelito…pero cuando la economía está al dedillo y cuando tienes algo lo queremos hacer los cuatro juntos…En fin…
Cuando un@ es del PLANETA TIERRA, es decir, una trabajadora con un sueldo fijo, horarios, madre, con hipoteca, sin familia para ayudar y todos los gastos que conlleva tener 2 hijos y tod@s lo sabemos..si está muy bien mirarse a una misma..pero la verdad es muy complicado!!!!con todo eso he decido y empiezo la semana que viene una hora a la semana Pilates.
Hola, Carme. Seguro que hay muchas maneras de cuidarte que no implican ningún gasto extra. En ocasiones ponemos el dinero como excusa para no mirarnos, cuando el mirarnos es algo completamente gratis y que no conlleva ningún gasto. Saludos.
tal cual, muy de acuerdo con Ana, yo primero pero cuando? en serio…hasta que mis hijos no están dormidos no tengo tiempo para mi, y eso es una hora al día que da como mucho para ver un capitulo de una serie y limarte las uñas. “Yo primero” vendrá algo más tarde, cuando los niños no me necesiten hasta para ir al baño, cuando empiecen a tener más independencia pues sí, entonces me daré ese tiempo que ahora no me doy, ya van creciendo y poco a poco puedo dedicarme a hacer alguna cosa que necesito YO pero hoy por hoy sigue siendo una utopia. Yo lo veo como una fase, antes de tener hijos solo me dedicaba a mi y a mi pareja, mis amigos, todo giraba alrededor del YO y al decidir ser madre sabia que eso dejaría de ser así, ahora todo gira alrededor de ellos y no pasa nada, no me quejo, yo tomé esa decision. Mi pareja y yo también lo hemos hablado, sabemos que ahora nos damos menos el uno al otro pero nos miramos cómplices sabiendo que esto es una fase, una fase muy dura y muy bonita y que acabará y entonces volveremos a ser novios jejejeje no sé si me explico… Ya nunca volverá a ser como antes, yo volveré a cuidar de mi un poco más, claro que sí, es importante estar bien, hacer ejercicio, comer sano, ir a la peluquería, quedar con amigas para tomar un café, todo eso poco a poco vuelve, yo ya hago todo eso simplemente menos veces que antes, llegará un día que mis hijos no querrán ir conmigo ni a la vuelta de la esquina y tendré tiempo de aburrirme y todo pero ahora me necesitan y quiero estar ahí para ellos, no me importa quitarme el tiempo a mi para dárselo a ellos, no me hace infeliz sino todo lo contrario, de verdad que siento que ellos son lo mas importante, más que yo, y no me importa, no me importa para nada, no me siento una victima, me siento MADRE y me gusta mucho.
Hola, Olga. En tu caso me da que te nutre esa dedicación y con esa dedicación también te das algo a ti. ¿Qué mejor que eso? Un saludo y gracias por compartir tu situación.
Bueno yo no estoy muy de acuerdo con que se nos ha educado solo para ser personas de provecho y producir, ni tampoco con con que de niños no tuvieramos tiempo suficiente para jugar, es más, yo creo que los niños de antes (por lo menos los de mi generación, tengo 50 años)jugabamos mucho más, pasabamos mucho más tiempo en la calle con nuestros amigos, y no estabamos sobre cargado de mil actividades, es cierto que ahora muchas cosas han cambiado, .
Por otra parte estoy encantada que hoy una profesional venga a ratificar lo que a mi hace muchos años me causaba cierto problema expresar, es lo adecuado. Yo siempre he pensado en mi primero, SI, y no por Egoismo, sino precisamente por Generosidad, porque en efecto si yo estoy bien los que me rodean están mejor, esta idea siempre la he tenido claro, aunque en algunos momentos se me tachara de egoista.
Pero cierto es y como dice Ana, no siempre es fácil.
Y también estoy de acuerdo en que la corresponsabilidad muchas veces depende de nosotras también, a mi me costó saber delegar, pero aprender a mirar para otro lado, intentar que el polvo de los muebles no ocupe el lugar de un baile o un masaje, o un sueño revitalizador, es un gran paso.
Por último yo me arreglo para gustarme, pero también para gustar, yo me cuido para estar bien, pero también para que los que más quiero o me rodean estén bien.
Qué bueno, Montaña. Y sí, no siempre es fácil. Un saludo.
Me he visto muy identificada con todo lo que comentas Leonor…recuerdo de adolescente tener claro eso, lo importante que es cuidarte a tí misma primero para cuidar de los demás. Ahora miro atrás y no sé de qué forma me “dejé llevar” por todo y me olvidé hasta el punto que un día no fui capaz de responder a la pregunta “¿qué quiero YO?”
Poco a poco cada una tiene que llegar a ese equilibrio que supone la responsabilidad que tenemos con los demás y con nosotras mismas pero lo más importante es no dejarse de observar nunca, porque así daremos ejemplo también a nuestros hijos para el futuro.
Un besazo y enhorabuena por el post! 🙂
Qué bueno leerte, Luci. Totalmente de acuerdo. Un saludo.
Buenos dias,
Me parece un postmuy bonito pero muy irreal,quiero decir, que sí, q yo lo primero,pero para eso necesito a otras personas para poder tener tiempo de ocuparme yo de mi. Tan simple como que necesito descansar y dormir,pues bien,si no tienes a tu alrededor quién se ocupe de los buenos hijos para poder recuperarte,qué haces? echarte un sueñecito mientras ellos juegan? cuando son pequeños es inviable.
Yo no creo q en general en la vida se nos eduque para no hacer caso a nuestras necesidades,pero cuando te conviertes en padre y tus hijos te necesitan hasta para comer,pues no te queda más que ocuparte de ellos.
No se, pienso que últimamente empieza a parecer que si no demuestras que tú eres lo primero y que te cuidas mogollón a ti misma, es porque no lo estas haciendo bien. Y no lo veo mal,solo que no es una realidad que la mayoria de las familias vivan en sus casas.
La corresponsabilidad está genial,hay que dejar hacer,vale,pero si quien tiene que hacer esas cosas no está xq trabaja en otro horario o xq viaja, qué pasa? pues todo se lo carga el que está,y claro,pues yo lo primero a veces no es viable.
Hola, Ana. Nadie ha dicho que sea fácil, pero sí que es deseable porque si no nos cuidamos a nosotras, mal podremos cuidar a los otros. Un beso.