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¿Nos sentimos libres y seguras las mujeres cuando hacemos uso de los espacios urbanos?

¿Nos sentimos libres y seguras las mujeres cuando hacemos uso de los espacios urbanos?

En nuestro último proyecto ‘Las Invisibles’ hablábamos de que el trabajo del cuidado, aquél que recae mayoritariamente en los hombros de las mujeres, no es visible y permanece oculto a los ojos de la sociedad. Todo se queda en casa y no se pone en valor aquello que conlleva cuidar de otras personas.

Una de las acciones que podrían ayudar a mejorar esta situación visibilizando la realidad que vivimos las mujeres es replantear los espacios urbanos desde una perspectiva de género y preguntarnos en primer lugar si los espacios de la ciudad responden a las necesidades que tenemos las mujeres. ¿Nos ayudan a compartir las tareas con otras personas? ¿facilitan el desplazamiento? ¿ invitan a socializar? ¿nos sentimos libres cuando hacemos uso de los espacios urbanos?

¿Qué soluciones podemos plantear?

En este sentido, otro de los aspectos que más nos preocupan a las mujeres es el tema de la seguridad ya que no nos sentimos libres cuando caminamos por la ciudad a ciertas horas, cuando caminamos por calles solitarias o cuando practicamos deporte en zonas donde no hay tanto movimiento. ¿Podemos cambiar esta situación?

Para hablar de ello hoy contamos con Sara Ortiz Escalante, socióloga y urbanista del colectivo Punt 6, una cooperativa de arquitectas, sociólogas y urganistas que tienen como objetivo repensar los diferentes espacios desde nuevos paradigmas para romper con discriminaciones y jerarquías y poder llevar a cabo una transformación social.

¿Nos sentimos libres y seguras las mujeres cuando hacemos uso de los espacios urbanos?

* Podéis seguir al Colectivo Punt 6 en Facebook, Twitter e Instagram.

1. ¿Por qué es importante replantear los espacios urbanos con una perspectiva de género? ¿Cómo afecta todo esto en la desigualdad de género?

Actualmente en la zona de Europa entendemos las ciudades como espacios donde se prioriza el trabajo productivo y de consumo y donde se ha invisibilizado el resto de actividades que realizamos en nuestra vida cotidiana, como por ejemplo el trabajo reproductivo. Los espacios públicos no están pensados para sentarnos a hablar, a socializar, descansar o incluso utilizar baños públicos.

Por tanto, replantear los espacios urbanos desde una perspectiva de género implica poner en el centro la vida de las personas y para ello no nos tenemos que fijar solo en lo productivo y el consumo sino que tenemos que centrarnos en la vida y en el cuidado de las personas. Esto pasa por poner atención en cómo son y qué necesitamos en los espacios del cuidado, consiguiendo visibilizar la importancia que tiene el trabajo que queda oculto en el ámbito del hogar.

sara ortiz club de malasmadres

2. Según nuestro estudio Concilia13F 8 de cada 10 mujeres no pueden conciliar su vida familiar, personal y laboral. ¿Podríamos revertir esta cifra a partir del replanteamiento de los espacios urbanos? ¿Cómo?

Como contaba, replantear los espacios urbanos es cambiar de prioridades y poner la vida familiar y el cuidado en el centro.

Para nosotras construir espacios con perspectiva de género no es poner más servicios para que las mujeres hagan mejor su primera, segunda y triple jornada sino es crear espacios que visibilicen las tareas doméstico-familiares y que corresponsabilicen al resto de la sociedad. Para nosotras el objetivo es romper con la creencia que cuidar y el trabajo doméstico es una actividad gratuita de las mujeres y apostar porque se entienda como una responsabilidad colectiva y pública, donde puedas compartir el cuidado con la red de vecinos o vecinas.

Nosotras trabajamos en un proyecto de red comunitaria de cuidados en entornos de viviendas para que estos tipos de actividades como las tareas domésticas y del cuidado se compartan con la red de vecinos y vecinas consiguiendo romper estereotipos y roles de género y que no solo sean las mujeres las que estén interpeladas a cuidar sino que sean los hombres los que se corresponsabilicen.

En este sentido siempre decimos que esto no solo beneficia solo a las mujeres, sino a todo el mundo.

3. En nuestra última campaña del 13 de febrero hablábamos de la invisibilidad social de las mujeres, especialmente cuando nos convertimos en madres. ¿Qué fórmulas fomentarían visibilizar el trabajo reproductivo que hacemos generalmente las mujeres?

Nosotras defendemos el concepto de una ciudad cuidadora que
es aquella que te cuida a ti, que te deja cuidar y deja cuidar a otras personas y la que cuida de la ciudad a nivel ambiental.

Como comentaba, replantear los espacios y cambiar las prioridades también pasa por que ellos nos escuchen y estén dispuestos a perder privilegios. Deben corresponsabilizarse del cuidado y si contamos con espacios que fomenten la corresponsabilidad se sentirán interpelados a ello.

¿Nos sentimos libres y seguras las mujeres cuando hacemos uso de los espacios urbanos?

4. Muchas de nosotras nos sentimos inseguras cuando caminamos por ciertas calles o cuando practicamos deporte al aire libre ¿qué tipo de espacios fomentan la seguridad a la hora de pasar por las calles?

Basándonos en el trabajo que se empezó en Canadá, trabajamos en 6 principios de seguridad para hacer espacios libres para las mujeres.
El espacio público tiene que ser:

1. Visible: que haya iluminación homogénea, que no haya rincones y que no haya obstáculos que bloqueen la visibilidad. Y también hablamos de la visibilidad simbólica en el sentido que debemos visibilizar la lucha de las mujeres en los nombres de las calles.

2. Señalizado: para saber donde estas y donde vas.
Para orientarte en el espacio y tiempo, calculando las distancias. Que tenga equipamientos, que indique si hay paradas de transporte o señalizar rutas accesibles.

3. Equipado: debe tener bancos, que son elementos
que dotan vida pública, también zonas con sol y sombra, parques, plazas, espacios que promuevan diversidad de actividades no solo consumo. Y también “equipado” en el sentido que las paradas de transporte sean transparentes, que estén cubiertas del frío y del sol, que te indiquen el tiempo de espera, botones de ayuda, etc. Todo para que nos ayude a tomar decisiones.

4. Vital: deben ser espacios en los que pasen diversidad de actividades y que los usen diversidad de grupos en cuanto a género, edad u origen.

5. Vigilado: vigilancia desde el punto de vista
informal, es decir, donde conoces a los vecinos, vecinas, gente que trabaja en los comercios y que te puedan echar una mano si necesitas ayuda. De esta forma también colectivizas la responsabilidad de cuidar. Por ejemplo, así se ha entendido la vigilancia cuando los niños y niñas van a pie a la escuela. Te apoyas de la gente que trabaja en el territorio para que ellos cojan autonomía.

6. Comunitario: que esté construido a partir de las
experiencias de las personas que viven en el espacio, especialmente las mujeres, que somos las que vivimos la violencia de género y que somos las que tenemos conocimiento de lo que se puede hacer para mejorar nuestra seguridad desde una perspectiva transformadora.

Hasta que las mujeres no seamos libres para utilizar un espacio de cualquier manera (solas, acompañadas, a cualquier hora del día o de la noche, vestidas de una manera u otra, etc) un espacio no será seguro.

Y vosotras Malasmadres, ¿qué creéis que debería cambiar en los espacios urbanos?

Han comentado...

  1. Hola! el tema que toca este artículo es uno de los principales ejes de mi tesis de licenciatura y me gustaría saber que literatura consultar para poder optener más información sobre el asunto o con quien dirigirme para que me hechase una mano.

  2. En México en general hay cero infraestructura para el peatón, llevar un carrito de mercado, carreola o silla de ruedas es todo un reto y no hablemos de zonas marginadas donde todavía no hay pavimento o iluminación, lugares donde los feminicidios se ha incrementado, me preguntó por qué nuestros gobernantes no ven está relación directa y lo plantean como una estrategia real para combatir estos crímenes

  3. Soy de Puebla de México y en mi ciudad comenzaron hacer vialidades para ciclistas pero no hay suficiente seguridad, ni tampoco estaciones donde puedas tener ayuda si se pincha una llanta o si requieres ayuda médica, considero que para hacer esas vialidades debes de tener en cuenta ciertos problemas que se pueden presentar ya que algunas vialidades están en el periférico de la ciudad, en alguna ocasión intentaron robarme pero pedalie lo más rápido que pude y fue una experiencia terrible desde ese momento he dejado de hacerlo por miedo

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