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Cuando la persona tóxica contigo eres tú

Cuando la persona tóxica contigo eres tú

Gente tóxica, personas tóxicas que se convierten en ladrones de nuestra propia energía. Imagino que tienes a alguien en la cabeza. Sin embargo, no siempre son los demás los que nos roban esa energía de la que hablamos. A veces, somos nosotros mismos los que minamos nuestra vitalidad y fuerza con determinadas actitudes y comportamientos nocivos. El creer que podemos con todo es uno de ellos, y no somos súper woman eso creo que lo tenemos claro. Hoy Leonor nos habla de ello y nos ofrece un decálogo de comportamiento tóxicos que no hace otra cosa que bloquearnos.

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* Podéis seguirla en facebook, @Leonor_Cabrera, @centroviventi y en su BLOG.

Seguro que alguna vez has escuchado hablar de las personas tóxicas. Esas que te transmiten malos rollos y que te dejan un velo negro en el alma como si fueran un trozo de alquitrán de esos que se pegan a los pies cuando caminas por una playa a la que ha llegado algún pequeño vertido.

Son personas quejicas, con malas vibras, a las que le va el critiqueo, el pesimismo, sentirse víctimas de la vida y sienten que hay una especie de conjuro contra ellas que las lleva a tener que sacrificarse más que nadie, dar a los otros más que nadie o ser más perfecta que nadie, que toxicidades hay para todos los gustos. Esa toxicidad a veces se plasma en una especie de despotismo: de decir aquí mando yo y me tienes que obedecer sea como sea porque tú no sabes nada.

Hay muchos artículos y posts escritos sobre ello, así que es muy posible que alguna vez hayas leído alguno y hayas catalogado a tal o cual persona que tienes cerca como tóxica y a partir de ahí hayas tomado todas las precauciones habidas o por haber para alejarte de ella, lo que sin lugar dudas está muy bien y es más que comprensible.

Pero, ¿qué sucede cuando la persona tóxica contigo misma eres tú? Hay ocasiones en las que nosotras somos nuestras peores enemigas y en las que nos tratamos y nos hablamos peor que nadie. ¿Qué frases son las que te pueden llevar a detectar que estás cayendo en un comportamiento tóxico?

Y, ojo, prefiero hablar de comportamiento tóxico a ser tóxica, porque en el momento en el que nos creemos que somos algo lo interpretamos como si ya fuera inamovible. Sin embargo, cuando caemos en cierto compartimiento sí que nuestro inconsciente cree que puede cambiarlo. Así que vamos a ver esas diez frases que pueden indicar que estamos cayendo en un comportamiento tóxico:

  1. “La vida es injusta conmigo”. Cuando hago sesiones de coaching wingwave (si no sabes lo que es, puedes leerlo aquí) testamos si existe algún estrés espiritual. Esta frase pertenecería a ese tipo de estrés y tiene que ver con sentir una profunda carencia vital y que la vida, por mucho que nos esforcemos, conspira contra nosotras con todas su fuerza. Si te la dices a menudo pregúntate cuáles son los hechos concretos que provocan esa sensación de injusticia, si conoces a más personas que le hayan sucedido circunstancias similares y si esas personas se lo toman como tú o están avanzando en la vida. Y también te puedes preguntar, además de quejarte, qué puedes hacer para salir de ese bucle de sentirte más desdichada que nadie.
  2. “Siempre llevo las de perder”. Pues sí, ésta es otra frase relacionada con la queja profunda de sentirse menos. ¿En realidad siempre pierdes? ¿En qué circunstancias has ganado? ¿Cuándo has obtenido lo que ansiabas? Y, ¿qué has hecho en esas ocasiones para que te vaya bien? La queja es un ladrón profundo de energía que nos quita predisposición para actuar y para ir por lo que en realidad deseamos, así que detecta cuando te estás quejando y pregúntate qué puedes hacer para superar esa situación.
  3. Te pillas criticando a alguien por un comportamiento o actitud que no te gusta. Ah, la crítica, otros de los ladrones de energía que están a la orden del día. Piensa que cada vez que criticas a alguien estás creando una especie de mala vibración. Si tienes un problema con esa persona, díselo. Cuéntale cómo te sientes con eso que hace porque ahí sí que podrá haber una solución. De lo que se trata es de construir, no de destruir.
  4. “Nunca tendré una familia/amigo/marido/hijo que me quiera como quieren a mi amiga fulanita”. Es posible que aunque nunca te hayas pillado pensando esto, sí que tengas una profunda sensación de carencia que te acompaña durante toda la vida. Una carencia que duele, que te hace ver que los otros son muchos más felices que tú y que tienen una vida emocional plena y maravillosa que tú nunca tendrás. Aquí el antídoto es la ecuanimidad, el darte cuenta de todo lo bueno y abundante que tienes en tu vida. Incluso puedes hacer un listado con todo lo que te llena y con todo lo que te enorgullece de ti y de los tuyos. Verás cómo no hay tanta carencia como pensabas.
  5. “Soy imprescindible para mi familia”. Tan tóxico es sentirte carente como abundante en exceso porque detrás de esa abundancia desaforada, en la mayoría de los casos, lo que hay es un intento de tapar esa carencia. Aún recuerdo un taller sobre gestión del tiempo en el que una de las alumnas nos justificaba que se tenía que levantar todos los días a las siete de la mañana porque le tenía que preparar el desayuno a su hijo de 12 años. ¿Y si no te levantas, qué sucede?, le pregunté. La respuesta fue que su hijo se iría al colegio sin desayunar. Yo no sé tú, pero recuerdo que con 12 años llevaba ya algún tiempo preparándome mi propio desayuno. Detrás de actitudes como éstas hay una necesidad de sentirse imprescindible, de ser querida por lo que hacemos, por lo que aportamos a los demás y no por lo que somos. También es una forma de hacer tontos a quienes nos rodean, incluidos los buenos padres y las buenas madres (que también hay parejas de mujeres con hijos que nos leen). El antídoto puede ser una pregunta un poco gore que se me acaba de ocurrir, quizás porque acabo de ver una película que va sobre esto: si yo muriera mañana, ¿cómo se organizaría mi familia? ¿Sobreviviría? Todos somos insustituibles pero nadie es imprescindible.
  6. “Tiene que estar perfecto para estar acabado”. Uff, ésta es una de las ideas locas más duras que conozco porque cuesta muchísimo ser desactivada. La perfección, en teoría, es deseable. Cuanto más perfecto esté algo, mucho mejor, no cabe duda. Sin embargo, el intento de ser perfecto o de hacerlo todo perfecto es una gran maldición porque, al menos para mí, la perfección no existe como ya contaba en este post sobre el síndrome de la mujer perfecta. ¿Cómo sabemos que algo está perfecto? ¿O cómo sabemos que nosotras lo somos? Es imposible. A mí, en lugar de perfección me gusta hablar del concepto kaizen, que en japonés significa mejora continua y que es una estrategia que aplican numerosas empresas. Aquí partimos de la premisa de que siempre podemos mejorar lo que hacemos, lo que implica que cualquier cosa es imperfecta, así que siempre tenemos margen de mejora.
  7. Tengo que esforzarme más. El esfuerzo es necesario y positivo, no me cabe la menor duda pero con el esfuerzo sucede algo similar a lo que sucede con la perfección: cuando siempre es necesario más esfuerzo es cuando nos acabamos agotando y el disfrute pasa a un segundo, tercer o cuarto plano. No sé a ti, pero cuando estoy en este bucle del ‘tengo que esforzarme más’ (creo que ésta es una de mis principales toxicidades) no paro, lo que significa que no disfruto de la vida. Delimitar cuánto te vas a esforzar, en horas, en tareas o en algo cuantificable, puede ser una buena estrategia para no caer en ese pozo sin fondo.
  8. ¿Para qué voy a intentarlo si no me va a salir bien? Volvemos al apartado ‘yo soy víctima porque sí’. ¿Por qué al resto del mundo le a salir bien y a ti mal? ¿Es que eres especial para que te salgan mal las cosas? Y si no me crees, haz un listado de las veces que algo te ha salido bien cuando te has esforzado. ¿A que no es para tanto?
  9. Yo puedo con todo. Ésta es otra de las que a mí me fastidian la vida a menudo porque tan malo es sentirte por abajo como por encima. En apariencia el decirte esto puede molar, ¿verdad? Pues no tanto como parece porque nos hace ser incapaces de pedir ayuda, de solicitar colaboración y nos lleva a intentar tirar siempre para delante como mulas. ¿Es de verdad necesario que puedas con todo? ¿Qué pasaría si te relajaras y sólo pudieras con lo que te apetece poder en este momento?
  10. Tengo que tenerlo todo bajo control. Y para el final he dejado ésta que es una de las frases tóxicas estrella. Esta necesidad de control es uno de los grandes males porque hace que gastemos mucho esfuerzo en controlarnos a nosotras y en controlar a los demás. Y, por si aún no te has dado cuenta, la vida es incontrolable. Siempre te irá dando sorpresas y poniéndote por delante situaciones en las que no puedes controlar nada, así que más que frustrarte, aprende a soltar y a vivir en la incertidumbre. ¿Qué es lo peor que te puede pasar?

¿Te dices alguna de estas frases? ¿Cuál es tu grado de toxicidad contigo misma y qué consecuencias te acarrea esa toxicidad? Me encantaría escucharte ahí abajo, en los comentarios.

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Han comentado...

  1. Pufffff Qué duro leer esto en esta etapa de mi vida. Primero, porque llevo varios días dándome cuenta de que necesito ayuda, sobre todo, para la loca de la azotea. Pero además, porque llevo bastantes años que huyo de las personas con comportamiento tóxico como de la peste, porque los problemas vienen solitos, como para buscarnos más ¡y resulta que me he convertido en una de ellas! La maternidad me está resultando mucho más dura de lo que pensaba, y eso que sólo llevo 10 meses de estreno, no duermo, la ayuda externa ha sido prácticamente inexistente y siento que todo se tambalea: mi trabajo, mi pareja, mi sentimiento como madre (o me faltan ganas) y no hago más que quejarme, protestar y marcar mi personalidad perfeccionista, que ya de por sí venía de serie ¿¿por dónde empiezo, si no hago más que lo que me da tiempo??

    1. Te le leído y me has recordado a mi hace unos meses… y tengo buenas noticias ¡¡se supera!! Cuando nació mi buenhijo no tardé en verme superada por la situación y lo pasé fatal, pero poco a poco ellos van creciendo y nosotras adaptándonos, y sobre todo, cuando empiezan a dormir unas horitas seguidas, empiezas a ver la luz!!
      No te rindas!! Adelante!! Si ves que necesitas ayuda, no te cortes y pídela (a mi me costó la vida misma dar ese paso… me creía que podía con todo… y no era así), tanto la la loca azotea, como tu dices, como a tu pareja y entorno.
      Y sobre todo quiérete tu también, que a veces nos olvidamos que el primer paso para estar bien con los demás, es estar bien con uno mismo.
      Te mando un gran abrazo y muchos ánimos
      Muaaaaakkkk

  2. Que duro, yo no se que hacer siento que me ahogo. He tratado de darle prioridad a mi descanso tengo dos hijos pequeños y estoy embarazada del tercero. Mi esposo trabaja de noche y yo de 9 a 3 pm. Los trastes, la ropa, el tiradero dura días, si no lo hago yo no lo hace nadie, me siento insuficiente. Ojalá alguna pueda darme un consejo para cambiar mi enfoque y sentirme mejor. Me gustó mucho el post y el club, así no me siento tan mala jeje

  3. Post muy interesante, felicidades Leonor.
    Hace tiempo que me di cuenta de que no era superwoman, pero lo cierto es que esa toma de conciencia me hacía sentir “menos”. Creo que el truco está en perdonarme por no ser superwoman. Va muy ligado a lo de la perfección, tengo que esforzarme para que todo salga bien… Estoy trabajando ser más flexible… Lo del concepto kaizer es clave, me lo apunto.

    Be water my friend 🙂

  4. Yo me pillo en la 2 y en la 4.
    Si reconozco que esa sensación me acompaña y diría que es la causa de esa tristeza profunda que reconozco y que me acompaña siempre. Vivo con ella la reconozco y ya ni la regaño por estar ahí. La recojo , me ocupo de ella y me consuelo. Siento eso y no lo puedo evitar.

  5. Una buena ráfaga de aire fresco para volver en sí o volver en mi porque llevó unas semanas (o meses ya ni lo se…) volviéndome un poco tóxica conmigo misma y tu post me ha servido para darme de muchas cosas que debo olvidar. Entre ellas el pensar que todo siempre me va mal o peor aún que siempre ha ido mal o que yo tengo que poder con todo. Lo tendré x aquí guardado para releerlo despacio y hacer bien las cosas. Gracias

  6. Me he leído el libro “gente tóxica” y nunca pensé en que yo podría ser un de ellas!! Me ha gustado mucho leer este post para eeflexionar sobre ello y así poder cambiar las cosas. Un besote!!

  7. Gran post. Muy interesante. Creo que todos somos tóxicos en mayor o menor medida. Diría que tengo todas las actitudes, de vez en cuando, no en exceso, pero ahí están. De vez en cuando me relajo más. De vez en cuando me da el bajón de “todo me pasa a mi” o el subidón de puedo con todo. En cualquier caso, poco a poco mejoro, sobre todo porque los niños son niños y me dejo llevar por su ritmo. Eso o la pelea es de órdago 😉

    1. Pues sí, Celia. Todos o casi todos, en mayor medida, tenemos algunos de eses comportamientos tóxicos con nosotros mismo. Lo bueno es darnos cuenta. Saludos.

  8. Que grandísimo post!!! Miles de enhorabuenas Leonor, me ha encantado y me va a ayudar en el camino que emprendí hace unos años de empezar a quererme.
    Yo todos los días doy gracias por ese momento en el que me di cuenta de que tenía que ser feliz por mi misma, no por los demás, ni para los demás, ni mucho menos por lo que hiciera, ganara o pareciera… Y ahí empezó todo, apareció el buenpadre y nació nuestro buenhijo. Ambos, sin proponérselo siquiera, me recuerdan que no hay que poder con todo, que la imperfección es maravillosa y que ellos me adoran tal cual soy, igual que yo a ellos.
    Así que, malasmadres queridas, a relajarse y disfrutar!!!! Que la vida es maravillosa!!!
    Un besado a todas

  9. Leonor, soy el marido de Amelia. Quiero felicitarte por tu artículo, es fantástico y además, muy constructivo, en la medida en que te ayuda a enfrentarte a determinadas fobias que a todos/as nos angustian en algún momento de nuestras vidas. Yo he sido muchas veces mi mayor enemigo pero ya me estoy enfrentando a esa disfunción. Un abrazo y felicidades por tu trabajo.

  10. Pues yo soy el perfil marcado por los puntos 1,2,3,4,8… Un desastre, metida en un bucle destructivo y parásito desde hace unos años… Y ahora peor, porque tengo un nene de 2 años y me siento torpe y frustrada como madre.

  11. MUCHAS GRACIAS POR ESTE FANTÁSTICO POST Y POR LAS PERSONAS QUE INTERVIENEN CONTANDO SUS EXPERIENCIAS, QUE HACEN DARTE CUENTA QUE COINCIDIMOS EN MULTITUD DE SEMEJANZAS.
    SÓLO TENÍA EL CONCEPTO CLARO DE PERSONAS TÓXICAS PARA MÍ,QUE AFORTUNADAMENTE SON ESCASAS,PERO NO EL CONCEPTO DE AUTOTOXICIDAD.
    ESTO NOS AYUDARÁ A UNA VEZ IDENTIFICADO,PODER TRABAJAR EN MEJORARLO Y ELIMINARLO.
    GRACIAS DE NUEVO Y BUEN FIN DE SEMANA.

    1. Piensa que el decirte estas frases tiene detrás una intención positiva, aunque el resultado sea tóxico. A veces está bien eso de ser compasivas con nosotras mismas y comprensivas.

  12. control….esa es mi perdición. Listas para todo. Planificaciones al detalle. Si hay control, hay éxito..y de ahí me cuesta horrores salirme. No sé improvisar en lo que sé que puedo planificar…Yo creo que es algo tan mío que no creo que lo pueda cambiar, ¿o sí?
    Muy buen post!

  13. Buenos días, la verdad es que tienes razón la mente muchas veces nos juega malas pasadas y un día malo lo tenemos cualquiera, pero hay que intentar aislar esos pensamientos negativos y positivizar las situaciones para hacerlas más llevaderas. Gran artículo, para reflexionar. Besos!

    1. Gracias. Y yo más que aislarlos creo que lo que toca es darnos cuenta de que los tenemos y del daño que nos hace tenerlos. Así seguro que cambia algo.

  14. Madre mía! Me he dado cuenta de que todas esas frases me las he dicho o pensado yo. Buffff
    Y ahora que hago?

  15. Yo más de poder con todo, de ser imprescindible… Soy de querer tenerlo todo bajo control… TODO… Ese es mi mayor enemigo. Me encanta que los planes salgan bien, y soy capaz de planificar todo, tengo excels para todo…
    En dosis adecuadas ayuda mucho en el día a día, sobre todo para conciliar el trabajo con dos niños pequeños, vida en pareja, familia y amigos… Pero hay veces que necesito tener controlado TODO, hasta los calcetines que se van a poner los buenoshijos al día siguiente… Hasta las posibles desviaciones de mi control tenía que tenerlas controladas y con planbes B… Y si algo se escapaba de pronto de mi control me generaba una ansiedad enorme…
    Menos mal que mi cerebro y mi cuerpo dijeron ¡BASTA! un día y petaron… Eso me ayudó a darme cuenta de que es imposible controlar todo, y que tolerar algo de “descontrol” y delegar me aporta paz interior

    1. Hay un ‘ejercicio’ que a mí me ayudó mucho a soltar esto y a confiar: vete alguna vez de vacaciones sin tener nada reservando, confiando en que vas a encontrar alojamiento y que todo va a salir bien 😉

  16. Yo soy demasiado autoexigente y Perfeccionista y claro. No disfruto nada. El otro día todos me felicitaban y yo me sentía fatal. Había estado todo súper bien y me daban la enhorabuena y mi sentimiento era de fracaso. Es realmente malo… Si hubiera disfrutado hubiera sido genial.

    1. Claro: lo importante es disfrutar de lo que hacemos. Fíjate en los deportistas: lo que son muy buenos son los que disfrutan con lo que hacen como si fueran niños.

  17. Muy buen post. A veces necesitamos ver por escrito cosas que sabemos y conocemos, pero todas juntas…puede ser demoledor. Creo que casi nadie se salvará de alguna de las frases; pero lo de que nadie es imprescindible es algo que tengo asumido desde hace años. Por ejemplo, en el trabajo, crees que no puedes fallar ni faltar, y un día te pones enferma (una gripe, sin mas) y el mundo sigue girando…y no pasa nada o al menos nada grave. Así, que ¡a relajarse y disfrutar!

  18. Con respecto a la frase: “si yo muriera mañana, ¿cómo se organizaría mi familia? ¿Sobreviviría?” yo me la he hecho.
    Hace 2 años, por desgracias y de repente, murió mi madre. De ella he heredado el “Soy imprescindible para mi familia”,Yo puedo con todo,Tengo que tenerlo todo bajo control…
    Y ¿qué paso? Que mi padre se arregla perfectamente, hace sus cosas de casa, sus compras y hasta se va a Cortefiel a comprarse su ropa, que sigue perfectamente conjuntada.
    Después de observar cómo han evolucionado las cosas desde entonces me empiezo a atrever a pedir ayuda, a asumir que a menudo soy tóxica conmigo misma y que eso hay que mejorarlo. Poco a poco, poco a poco…

  19. Enhorabuena Leonor! Gran post el de hoy y muy bien explicado.
    El “Yo puedo con todo” y el “Tener todo bajo control” forman parte de mi día a día, aunque, afortunadamente, cada vez menos. Y me ha encantado el punto 5, con el toque gore incluido. Hace un par de años pasé por un momento complicado de salud, que afortunadamente quedó en un susto, pero que me hizo plantearme esa pregunta. Y la respuesta que me dí fue la misma: somos insustituibles pero no imprescindibles, y más vale que no lo seamos. Por eso tenemos que educarnos a nosotras mismas para no creernos imprescindibles y a los que nos rodean para que sepan salir adelante sin nosotras.
    Bss

  20. Mi post favorito tuyo hasta el momento!
    En mi caso, casi todas las frases alguna vez…. Uuufff…!!! Hay que seguir aprendiendo a vivir, yo creo..
    Me ha encantado el concepto ‘kaizen’!!

  21. Hola Leonor!
    Yo vivi varios ańos en la Ergentina, donde ya sabes que hacer terapia es tan normal como ir al dentista y en los últimos ańos se puso muy de moda hablar de las personas tóxicas, cómo solucionarlo, detectarlos, etc. Y sí, el problema es cuando tu eres la tóxica y no lo ves, cuando tu eres la manipuladora por ejemplo.
    Lo malo fué al volver a Europa, aquí las exigencias son muchos mayores, parece que tienes que vivir varios roles, ser profesional, madre, esposa…un montón de fachadas como bien dices que te quieran por lo que haces y no por quién eres, y eso nos obliga a mantener una pose que a veces no se conecta con nuestro yo interior y surgen los problemas.
    Muy buen post, quizás para ahondar más.
    Saludos.

  22. Gracias Leonor
    Por ponernos delante un gran espejo en el que poder ver para cambiar. Como dices, pensaré que tengo parte de ese comportamiento tóxico para entender que está en mi mano darle la vuelta.
    Un abrazo

  23. Gracias Leonor. Que post más indicado y como hace reflexionar. …de todas las frases tóxicas mínimo 3 o 4 las cumplo…la energía te la vas consumiendo por tu presión a ti misma,frustración etc…
    Poco a poco voy aprendiendo a delegar,a priorizar y no ir corriendo por la vida pensando que todo lo puedo hacer…se que no y no quiero ser una super woman porque en realidad no existen, no es bueno serlo! Gracias!

  24. Qué buen post. Yo desde luego me puedo apuntar un par o un par de pares :-p
    Ser perfeccionista y crítica conmigo misma en algunos casos es tanto que me lleva a no disfrutar de las cosas.
    Gracias por la reflexión! Voy a darle un par de vueltas más
    Besos
    Paula

  25. Yo me acuerdo una vez que en un ataque de ansiedad me dijo mi doctora: No eres superwoman, aprende a relajarte y delegar… y aún así, sigo intentando llegar a todo. Estoy aprendiendo a delegar (y oye, a veces creo que lo consigo… ) pero sí, muuuuchas (o casi todas las frases) caen en algún momento del día. Pero yo creo que muchas veces tenemos un problema de confiar en los demás y por eso nos embuclamos en nuestras propias toxicidades. Me ha encantado el artículo 😉

  26. Madre del amor hermoso…! O_O 5 de 10…, q horror! Increíble lo que una misma puede llegar a hacerse…
    Ahora convendría que nos aconsejaras como dejar este tipo de conductas.., hace tiempo leí un artículo sobre como uno mismo se podía dinamitar sus propios proyectos, lo que se llama morir de éxito…y realmente creo q este es mi caso, pero lo que no consigo es controlar estas conductas para dejarlas a un lado y poder ir hacia adelante. Gran post! Muchas gracias!

    1. Hola, Ana. Para dejar esas conductas que te hacen daño te puede venir bien hacer alguna sesión de coaching o de terapia. Hay veces que la ayuda de un profesional es el empujón que necesitamos.

      1. Gracias Leonor, ahora que voy a España miraré q opciones tengo! (Llevo varios años fuera de España)

  27. Vaya…pues creo que en mayor o menor medida, con esas 10 “opciones”, casi nadie se libra.
    Yo me siento identificada con la última. Creo que ese es mi mayor problema, inconscientemente, querer tener todo controlado. Y es imposible, así que estoy en continua alerta y os aseguro que se sufre…
    Estoy intentando mejorar

  28. Empecé leyendo el artículo convencida de que yo no soy tóxica para mí misma pero lo de “yo puedo con todo” es mi frase favorita… Y es mi excusa perfecta para evitar pedir ayuda.
    ¡Con lo bien que se vive cuando se delega un poco, se pide ayuda y se disfruta de un poco más de tiempo!

  29. Ains, que lo de “yo puedo con todo” es mi frase estrella! No solo lo digo sino que lo pienso convencida (y así me va…) Vaya, me quedaré el día entero repasando mi comportamiento, quizás mi exceso de empuje me esté haciendo daño. Buenísimo artículo.

  30. Si… Lo admito… Me digo muchas veces algunas de esas frases… Supongo que a veces me siento insegura, porque quiero hacer siempre bien las cosas y me presiono a mi misma, en busca de la decision correcta, del hecho correcto, del momento correcto…. Y el otro factor… Que diran los demas….!!!!
    Has resumido muy bien la toxicidad….!!!!
    Reflexionare sobre tu articulo.
    Muchas gracias…. Creo q ahora estoy en un momento personal q tus palabras me pueden ayudar a plantearme muchas cosas.
    Gracias

  31. Yo llevo unos meses en proceso de desintoxicación y es durisimo. El buenpadre que por lo visto tenia ganas de decirme un par de cosas, se ha apuntado y de vez en cuando me suelta tímidamente algo.
    En el fondo nosotras mismas somos nuestros peores enemigos. Adoptamos conductas imposibles y perseguimos metas aun más difíciles de alcanzar. Creo que nos da miedo no ser imprescindibles y no queremos aceptar que la vida sigue evolucionando con o sin nosotras así que, liberemonos de cargas inútiles y con centrémonos en lo que está realmente a nuestro alcance.

  32. Buenos dias!!!
    Graaaaaaan post. Leonor, felicidades por el post. De verdad, real como la vida misma. Me siento reflejada en casi todos los puntos. Y estoy contenta porque, con el tiempo, he evolucionado, he dejado atrás algunos de estos pensamientos “tóxicos” que comentas y he aprendido a vivir “en paz” conmigo misma.

    Feliz viernes.

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