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Cómo romper la rutina para hacer frente al estrés de estar encerrada

Cómo romper la rutina para hacer frente al estrés de estar encerrada

Transcurridos ya varios días desde el anuncio del estado de alarma, en este momento del confinamiento en el que nos encontramos, somos muy conscientes de cómo cambia la vida cuando prácticamente no se puede salir de casa. Y de la dificultad de proporcionar a los niños y niñas tranquilidad y entretenimiento ya que, por su edad, necesitan especialmente moverse y estar expuestos a estímulos nuevos. Justo lo que no podemos darles ahora. Es inevitable que el estrés familiar aumente y que la convivencia se mantenga en un equilibrio complicado de manejar.

*Podéis encontrar a Maribel Gámez en otrapsicologa.com.

Aceptar lo que no se puede cambiar ayuda mucho a eliminar sufrimiento innecesario

Cómo romper la rutina para hacer frente al estrés de estar encerrada

Aceptar se traduce, en esta situación, en no perder tiempo en lamentarse por no poder hacer lo que uno quiere, aunque sea lo que nos pida el cuerpo. Además, si logramos hacerlo, aceptar que debemos permanecer en nuestros hogares durante un tiempo prolongado, se abre un espacio para centrarnos en cambiar lo que sí podemos controlar. Mi idea es que focalicemos nuestra atención justo en eso, en algunas ideas que pueden ayudar a los niños y niñas y a las familias a sobrellevar estos momentos con menos tensión, intentando convertir lo cotidiano y repetitivo, que caracteriza a un aislamiento de este tipo, en algo estimulante.

Estrés psicológico

No poder salir de casa provoca estrés psicológico al estar expuesto/a, entre otros problemas, a los mismos estímulos durante períodos prolongados de tiempo. Una casa, por grande que sea, es un espacio limitado. Nos movemos varias veces al día por estancias archiconocidas creando una rutina que, junto con otros factores estresantes, provoca apatía, tristeza o aburrimiento.

Las propuestas que aparecen a continuación tienen como base común la transformación de esos lugares, esas habitaciones, de las que no podemos marcharnos aunque queramos. Convertir el entorno doméstico en un lugar diferente y estimulante para los niños y niñas.

Y ojo que sabemos que las familias bastante tienen con teletrabajar y llevar el día a día, esto son solo rutinas por si te sirve alguna no para generar frustración y que ahora hagas más de lo que normalmente hacías antes.

Rutinas nuevas ante el confinamiento

Idea 1: En busca del mejor cocinero/a de la casa

La cocina ya no será solo un lugar donde se prepara la comida diaria, sino un espacio donde tendrá lugar una reñida competición. Aprovechando programas tan aclamados como MarterChef Junior y, ligando lo atractivo que les parece a muchos niños y niñas poner en marcha su creatividad dentro de la cocina, podemos convertir ese espacio en un lugar estimulante donde pueden competir varios por ganar el premio al mejor equipo de cocineros de la casa. Convertir una tarea tan rutinaria como cocinar en algo estimulante es el objetivo. Solo hace falta “vestir” el espacio con algunos pocos elementos y, así, convertirlo en algo nuevo.

Juntando varios folios se puede diseñar un cartel grande con el título: “Competición MasterChef” o como lo queramos llamar, decorándolo con pegatinas o elementos que les parezcan atractivos. A todo buen cocinero/a no le puede faltar un mandil en el que aparezca su nombre,  real o de guerra, lo que podemos conseguir simplemente dibujándolo en una hoja y pegándolo al delantal. Limitando el tiempo para realizar los platos, programando un simple huevo de cocina, aumentaremos la sensación de competición y las ganas de jugar. Con un trapo de colores vivos atado en la cabeza ya tenemos un distintivo profesional de chef. Los elementos con los que se cocina, la materia prima, debe ser sencilla, lo que se tenga normalmente en la nevera o despensa de casa. Los participantes pueden competir solos o por equipos, formado por un adulto y un niño o por dos niños/as. Hay que asegurarse de que, si el equipo lo forman solo niños/as, estos sean lo suficientemente autónomos para desenvolverse en la cocina. Los equipos pueden preparar platos existentes ya en su repertorio o buscar creaciones nuevas e interesantes en Internet.

Este concurso puede celebrarse varios días a la semana apuntando las calificaciones que los críticos, uno o varios miembros de la familia designados para esta tarea, dan a los platos de cara al resultado final. No hay que valorar solo, si no se quiere, el plato más sabroso, sino que se pueden puntuar las creaciones con otros
criterios, como la buena presentación, la riqueza nutricional o la
originalidad. La imaginación es el límite.

Por supuesto, el equipo o vencedor individual debe obtener un premio al término de cada competición como, por ejemplo, un diploma que le señale como vencedor o ser obsequiado con una comida especial por los que han quedado en un puesto inferior en la competición.

Para que esta actividad no se convierta en algo repetitivo o poco atractivo, hay que retirar todos los elementos que han servido de “disfraz” hasta el próximo día de la siguiente competición. Si dejamos toda la utilería colocada, al final dejará de tener ese poder novedoso y estimulante para convertirse en otra rutina más y no conseguiremos que esperen con ilusión ese momento.

Un alíen visita la tierra

Les proponemos a los niños que imaginen que son unos extraterrestres que vienen del planeta X, cuya forma de vida se limitaba a comer piedras y flotar en el espacio, como los demás extraterrestres de su planeta. De repente, sin saber cómo, han caído con su nave en el planeta Tierra, dentro de una casa. Desde la perspectiva de un extraterrestre que tiene como forma de vida comer piedras y flotar en el espacio, todo le causa mucho asombro. No entiende la lengua en la que hablan los terráqueos, con lo que tendrá que intentar hacerse entender de otras formas e investigar cómo se vive en este planeta extraño, lleno de cosas que no comprende.

Esta actividad, como en cualquier otro juego de roles, el atrezo es una ayuda vital para sumergirles en la dinámica de la situación, utilizándolo como trampolín para que su imaginación haga el resto. Con la ayuda de los adultos pueden construirse un traje de alienígena, colocando trozos de papel plata en la ropa y adornarse con unas gafas y un gorro de ir a clase de natación. Cualquier idea divertida vale. Pueden elegir un punto de la casa desde donde su nave espacial haya caído después del choque con la tierra, tras recuperarse del pequeño golpe les invitamos, como anfitriones de la tierra que somos, a que recorran la casa desde el punto de vista del extraterrestre, maravillándose por todo lo que allí descubre.

Como buen extraterrestre investigador es posible que encuentre muchas cosas que le llamen la atención, como  por ejemplo, que haya elementos que se llamen grifos y que salga agua de ellos, ya que en su planeta no existen. Para no olvidarse de nada de lo que ha visto cuando vuelva a su planeta, le invitaremos a realizar un esquema que detalle, siguiendo el ejemplo anterior, de donde procede el agua que sale del grifo y adónde se va. Esa información la puede obtener preguntando a los habitantes del planeta tierra que viven es esa casa o de búsquedas en Internet. Toda la información que recopile durante su viaje puede quedar plasmada en un diario que diseñe a su gusto, con dibujos, comentarios, decorándolo con colores variados, y, si es posible, ligando esos hallazgos a las tareas escolares que puedan estar realizando estos días.

Cómo romper la rutina para hacer frente al estrés de estar encerrada

Como en la actividad anterior, el material se recoge al acabar el juego, y se pacta cuantas veces a la semana el extraterrestre va a continuar con su misión investigadora en la tierra. Una idea relacionada con la anterior podría ser representar roles de épocas concretas de la historia, como, por ejemplo, el período medieval. Construir un pequeño castillo con cajas, convertirse en un señor feudal con una manta como túnica, caminar por una calle medieval, como un siervo o un monje, podrían ser actividades divertidas y que cambian por completo el entorno en el que se desenvuelven. La cuestión es que viva y represente la forma de vida de un estamento de la época diseñando con elementos sencillos la forma en la que viviría, su vestimenta, sus modales, y que se transporte, durante unos momentos, a otro lugar.

Cómo se transforman las cosas

¿Quién no recuerda el clásico experimento de colocar una judía seca en un algodón húmedo y ver como brota de ella una raíz verde? Observar cómo algo tan insignificante como una judía se transforma en algo vivo que va experimentado cambios, puede marcar la diferencia en un entorno estático, provocando curiosidad y excitación intelectual. Otros candidatos posibles para este experimento son las lentejas, otras legumbres o una cebolla,
colocando unos palillos clavados en sus extremos y sumergiéndola en agua. Otras actividades que impliquen procesos de transformación más cortos en el tiempo pueden ser hacer pan en casa, bizcochos o magdalenas caseras, creando la masa, mezclando los ingredientes y esperando a que se convierta en algo delicioso dentro del horno.

Cuaderno de bitácora

Otras transformaciones ocurren constantemente, a veces sin darnos cuenta de ellas. Son los cambios internos que experimentamos dentro de cada uno de nosotros. El arte de ejercitar la autoobservación sobre lo que pensamos y sentimos  facilita y aumenta el conocimiento sobre nosotros mismos, llave para entendernos y provocar cambios que nos sean beneficiosos. Aprovechemos este tiempo para ayudar a los niños a que se conozcan, se entiendan y descubran que su cuerpo y su mente están en continuo cambio, que ninguna emoción ni pensamiento permanece durante mucho tiempo. Llevar un pequeño diario de sus sentimientos y pensamientos, en el trascurrir de los días, estimula a conocerse, a hablar y a entender esas emociones y contrastar esa experiencia con lo que van sintiendo los demás. Es importante naturalizar esas experiencias internas, ya que todas las emociones y los pensamientos son bienvenidos, intentando buscar una expresión para ellos en familia. Una variante de esta idea consistiría en que cada miembro de la familia cuente su
interpretación de una situación concreta para que el resto de la familia conozca las diferencias individuales de cada uno a la hora de percibir la realidad. Se puede empezar por cosas muy evidentes para luego ir a las más sutiles y difíciles de advertir.

Cobra especial importancia en situaciones como la que vivimos ahora, la capacidad que tenemos los humanos de transformar la realidad en algo diferente, de producir cambios en el entorno próximo y aprender de ellos. Por muy constreñidos que nos sintamos podemos encontrar la forma de crear o penetrar en otras realidades. Ejercitando esta capacidad ayudamos, sirviendo como modelos, a los niños a ejercer poder sobre su entorno, generar curiosidad sobre él y enseñarles que, por muy reducido que sea el espacio en el que nos movamos, el ser humano tiene la capacidad, si es consciente de ello, de convertir su realidad en otras.

Han comentado...

  1. Tengo dos niños de 3 y 7 años. Por suerte no Teletrabajo asi q dedico el tiempo a ellos, la casa, la ropa, comida…etc A veces no se si lo estoy haciendo del todo bien, pero a parte de lo deberes, cuentos, lecturas… cada dia hacemo una manualidad, un dia pintura de aquarelas, otro experimentos, dibujos con platos de carton…vemos pelis, cocinamos, hacemos tareas del hogar…
    Se que se lo pasan bien pero me da miedo el mañana, q les queden secuelas, que tengan miedos…
    Esperemos q pase pronto y q todo vaya bien. Un beso

  2. El tiempo Daría para mucho… si no hubiera que teletrabajar a la vez. Estamos haciendo lo que se puede, pero confieso que no hace todas las tareas (muchas requieren supervisión, así que priorizamos según nuestro criterio). ¡Lo de plantar la alubia lo hicimos ayer! También le estamos dejando que desordene, total, mañana va a ser igual que hoy, y que ayer… al menos que disfrute y recuerde estos días como aquellos en los que pudo montar los LegoFriends al completo. Gracias por el post y un abrazo de ánimo a todas!

    1. Hay que ser creativo e ir variando los juegos, en qué se invierte en general el tiempo de ocio durante en confinamiento. A ver si esta situación pasa antes posible.

      Un abrazo!

  3. Buenos planes, la verdad que con tanto tiempo encerrados da para todo, nosotros leemos, repasamos, vemos pelis, cuentos, juegos clásicos de mesa, cocinar.. una locura, esperemos que pronto se arregle todo porque está patas arriba…

    Besos!

    Anabel

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